En clave Bayern, el Mundial de Clubes nos dejó dos detalles en los que pensar. El primero es que los bávaros van mejorando en el que, hasta hoy, ha sido su talón de Aquiles con Guardiola: la transición defensiva.

Cuando Cruyff fue a pescar al País Vasco no buscaba a los futbolistas más refinados del mundo. Johan, siempre vidente, sabía perfectamente que todo gran equipo se compone de un vestuario fuerte. De ahí que viajara

Guardiola sabía a lo que iba a Japón. Su equipo había salido de Wembley con la etiqueta de conjunto histórico pero faltaba algo. Quedaba un lugar por conquistar. Sudamérica, que es muy

Con solo dos titularidades en la temporada y 21 años de edad, toda sentencia es absurda. De Sergi Roberto intuimos que gusta a su entrenador. Por lo que hace y porque el propio técnico así lo expresa, aunque luego el

En cada crack existe una cualidad única. Una genialidad particular desde la cual marcan la diferencia. Por ejemplo, David Beckham edificaba todo su fútbol a partir del golpeo de balón. No necesitaba regatear

Es difícil recordarlo porque a menudo la historia borra las verdades que le quitan brillo o magia, pero la lesión de Villa en la Eurocopa de Austria y Suiza no le hizo ni la menor gracia a Luis Aragonés. España fue a aquel torneo como una selección normal

Piénsenlo: ¿cómo se lucha contra el recuerdo de un mito y la competencia del mejor del mundo? ¿Qué se puede hacer cuando fallas donde está prohibido fallar? ¿Es posible superar dichos obstáculos? Posiblemente no, pero un hombre pálido,

La entrada de Gotze en la rutina del Bayern ha sido algo fría. La lesión sufrida en la semifinal ante el Madrid –y su costosa recuperación– ha hecho que nos olvidemos de algo esencial: Mario es uno de los futbolistas más

1-El gran maestro.

Jesús Navas, el pequeño extremo derecho que hasta hace nada jugaba en el Sevilla FC y a todos abrumaba con su inhumana intensidad, dejó que Alaba le cogiera siempre la espalda como si fuera el jugador más perezoso de la Champions.

Justo ahora hace dos años, Bayern Munich y Manchester City se vieron las caras en la liguilla de la Champions 2011-2012. Aquel partido, resuelto con triunfo alemán por 2-0, fue una de las primeras pistas sobre lo que

Guardiola y Mourinho son una película diferente. Y no porque ya no sea nuestra hay que dejar de admirarla. Son entrenadores de carisma singular y armas diferentes metidos en una lucha parecida que va a ocupar entre una y dos décadas.