Cuando dentro de treinta años nos pregunten qué era Zlatan Ibrahimovic, no nos será fácil ser justos. La carrera del gigante sueco todavía tiene por escribir su epílogo, pero a falta de sorpresas poco probables

“Como ya dijimos”, presumen. Cual si colgaran el busto de la ansiada pieza en la pared, así lucen sus trofeos los tabloides deportivos cada vez que se confirma la contratación de un jugador previamente anunciado por ellos.

El fútbol base junta historias que, vistas con el tiempo, nos sacan una sonrisa. Niños arrasadores que oscurecían a otros, igualmente destacados, pero que necesitaban ser observados con mayor atención. Rememorar sin sonrojo

En las últimas páginas del libro siempre quedan párrafos despistados que encajan con el argumento y redondean el contenido. Entre esas líneas libres se encontró al borde de la medianoche el Barça,

Jordi Alba era una obligación para el primer Barça de Tito Vilanova, un fichaje tan perfecto que el mundo lo dio por hecho antes de que la negociación comenzara, seguramente. La triste y dura baja de Abidal debía cubrirse

Ganar es siempre lo más difícil. Por ello, el prestigio que otorga el éxito, en cualquier ámbito de la vida, es enorme. A veces incluso excesivo. “El que gana siempre lleva la razón”. La victoria se ha convertido

Mayestáticas historias de amor han movido el mundo desde el principio y la más emblemática es la de Romeo y Julieta, que quizá nunca existió (1). Y es que nada es eterno si no se inmortaliza, de un modo u otro. Por eso, aunque decirlo hoy nos sitúe

Siendo sinceros, el cartel parece haberse afeado un poco. Como si hubiera perdido aquello con lo que soñamos nada más confirmar los asistentes a la gran final. Entre rimbombantes ecos mediáticos