A primeros de los 50, Europa hervía en partidos amistosos. Los equipos del Este de Europa, por aquello del Telón de Acero, eran todo un acontecimiento cuando viajaban por Europa occidental, y, sin lugar a dudas, la gran estrella de aquel ir y venir

Barcelona y Chelsea sólo necesitaron una década para forjar una rivalidad que, en cada partido, parece evocar batallas pasadas aún sin cicatrizar. Con un par de cafés y unas pastas artesanales, Carlos Rosende y Martí Perarnau repasan

Sin la histórica rivalidad entre Real Madrid y Bayern de Munich, la Copa de Europa sería un poco menos gloriosa, un poco menos épica y un poco menos emotiva. Abel Rojas y Antonio León conversan sobre el duelo que marcó a una generación

El decisivo Barcelona-Milan de Cuartos de Final, ampliamente comentado en el «Munich 57″ del 4 de abril, fue la ocasión perfecta para revivir un partido clave en la historia del fútbol europeo. El Camp Nou siempre será un gran recuerdo para los milanistas.

El aficionado de la fila de delante interrumpe con un sentido suspiro tu acomodado ensimismamiento previo al partido. Lentamente arqueas la cabeza hacia atrás y emprendes una desesperada búsqueda en el despejado cielo lisboeta.

Para ambientar la previa del Marsella-Bayern, ida de los Cuartos de final, analizada en el «Munich 57″ del 28 de marzo, seguimos investigando y descubriendo lo que, sin duda, puede denominarse como la «Edad de Oro» del club francés. Dicen que para ganar antes

Minutos antes de la vuelta de Octavos de final, Inter-Marsella, analizado en el “Munich57” del 14 de marzo, continuamos descubriendo más sobre la época más gloriosa del club francés. Marsella vivía esperanzada, llena de ilusión.

Durante los momentos previos al “Munich 57” del 13 de marzo, viajábamos en el tiempo hasta 1965 para revivir una histórica final de la Copa de Europa. Helenio Herrera y Luis Suárez certificaban con su Inter el dominio del Continente, ganando el torneo por