El Manchester United es un conjunto sumido en la duda y cuyas principales estrellas no pasan por su mejor momento. Para más inri, dentro de ese presente tan negativo, ayer mostraron una de las peores versiones de su triste campaña.

Desde luego, David Moyes no ha tenido el inicio deseado como técnico del Manchester United. Ser el relevo de Sir Alex Ferguson no es, precisamente, el trabajo más fácil del mundo,

40 años sentado en un banquillo; 36 alzando copas. Siempre rodeado de mar. Sir Alex Ferguson llegó al Saint Mirren FC en 1974, cuando la Ley Bosman y sus consecuencias ni siquiera formaban parte de la imaginación de la gente.

Es casi un acto reflejo. Ponernos a hablar de Inglaterra y su fútbol (que no su liga) evoca sentimientos repetitivos y extraños. Una mezcla de monotonía y admiración te viene a la cabeza cuando mencionas algo relacionado con los pross.

A Sir Alex Ferguson no le recordaremos por lo estético de sus propuestas. Seguro que ayudará esa imagen que construiremos cuando escuchemos su nombre: la de un señor de rosados mofletes, porosa nariz de punta morada

La tarde de domingo tuvo todo lo que es costumbre en el fútbol inglés: gradas llenas, goles, intensidad, fallos y mucha emoción. A menudo encontramos aficionados que no entienden una postura crítica hacia un campeonato

A Kagawa se le ve borroso al principio; el rival enfoca sobre Van Persie, como hacen los fotógrafos. Y es normal, porque lo del holandés es impresionante. Pero en ésas apareció el pequeño samurai, pegado a la izquierda hasta cuando debía, y escondiendo el

Hace horas que terminó el Manchester-Newcastle y todavía no tengo muy claro lo que vi. Tampoco sé qué postura tomar con respecto al partido. Como aficionado, no dudaría en pagar las libras que me pidiesen por semejante espectáculo.

Es posible que Andrés Iniesta o Mesut Ozil jamás ganen el Balón de Oro. Sí lo hicieron, en cambio, nombres como Andriy Shevchenko o Michael Owen. La opinión pública suele lamentarse de este supuesto