No hay en este momento reto más escarpado que el que está llevando a cabo Luis Suárez en el último mes. Sin Gerrard, Sturridge o José Enrique, el uruguayo ha hecho creer a media Europa que su Liverpool puede mirar de frente a cualquiera.

El Chelsea fue eliminado anoche de la Copa de la Liga por el colista de la Premier League. Mourinho, empeñado con razón en que le traigan un «9» por Navidad, achacó el nuevo traspiés a la falta de calidad en la definición:

Para valorar la andadura real de un nuevo proyecto futbolístico se suele utilizar aquello de los 100 primeros días. En el caso de un entrenador que llega tras el despido de un compañero, mandan más las sensaciones, los ajustes

Stadium of Light, el pasado 8 de diciembre de 2012. El Chelsea visitaba al Sunderland como último partido antes de jugar el Mundialito de Clubes, adelantándose con gol de Torres. Cinco minutos después, y gracias a la extraordinaria

Ya nunca más. Aquel «con el once… ¡Drogba!» que calentaba la grada del Bridge es glorioso pasado. La salida del delantero más importante de la historia del club marca el inicio de una remodelación que, por fortuna, llegó demasiado tarde.

Analizar la Final de la UEFA Champions League tiene su propio compás, y hay que ceñirse al mismo para no desentonar. Por ejemplo, el instante inmediatamente posterior es demasiado emocionante, un batiburrillo de sensaciones que debe ser gozado y

El fútbol tiene sus accidentes. Hace dos temporadas el Barcelona realizó en Londres su partido del año, en una noche mágica de Ibrahimovic que terminó con la desilusión de dejar escapar un 0-2. Ayer el equipo de Guardiola completó su actuación