La Copa vive. La fórmula es antigua y su tradición ha sido tan ignorada que hoy casi parece un torneo impersonal, como sin historia, pero la juegan los equipos de la Liga BBVA y la Liga Adelante. En cuanto a fútbol no se puede ir más allá. El excitante Celta

Dejando a un lado el choque planetario que vivimos con los grandes de nuestro fútbol, un Bayern-Real Madrid pasa por ser el gran duelo que la Champions puede ofrecernos. Por el nivel de los equipos (nadie los bajaría nunca del actual TOP-5)

Es obvio que la Champions League no es cualquier cosa. La máxima competición continental tiene un componente de emotividad extrafutbolística que influye en la motivación y concentración de cualquier equipo, el cual saca sus mejores galas

Fue un partido emocionante, de calidad y completísimo. Messi se consagró como el futbolista más resolutivo que jamás tuvo un año natural, el Barça dejó su huella y el Betis jugó incluso mejor que el Barça, durante buena parte de la noche.

Con el parón navideño cada vez más cerca, los equipos suben la intensidad en busca de lograr sus aspiraciones. Dos técnicos han llegado y otros tantos están contra las cuerdas, por lo que sin duda estas jornadas se antojan vitales

Pocos campeones han generado tantos comentarios como aquel PSV de 1988. La formación holandesa, con el prestigioso Guus Hiddink en el banquillo, levantó la Copa de Europa de la manera más enrevesada que, quizás, se haya

El Barça de este año disfruta contra repliegue y contra presión. No hay ninguna fórmula mágica y fija para enfrentarlo, quizás porque es un equipo más mixto, menos radical de lo que venía siendo. La posesión masiva perdura como esencia, aunque matizada.

Si hay un jugador del Real Madrid que manda a la cama a su técnico, Jose Mourinho, con cabreo casi permanente, ese debe ser Mesut Ozil. El alemán, no lo discute nadie, es un genio del balón. También del fútbol, pero eso solo a tiempo parcial