Alemania llegó a Polonia y Ucrania como indiscutible aspirante, aunque para ratificarlo primero tendría que superar un grupo de gran dificultad. Lo hizo con pleno de victorias, pero también con más oficio que juego.

Portugal fue una de las selecciones que más creció durante la Eurocopa. Comenzó cayendo con Alemania, ganando con lo justo a Dinamarca y derrotando con contundencia a Holanda para clasificarse como segunda en el grupo más complicado.

«No, no, no. Yo le digo a usted que usted es mejor que esos dos guiris que tiran tan fuerte, Lapa y Guardián. Se lo digo yo a usted, claramente, y usted tiene que creerme».

Inglaterra llegaba con muchas dudas y pocas expectativas. Las lesiones y el poco tiempo con el que contó Roy Hodgson provocó la extrema simplificación del sistema… y no les fue mal. Con un empate ante Francia y dos victorias

Francia ilusionaba. Una buena fase de grupos, y una aún mejor preparación previa a la Eurocopa, la hacía partir como una de las favoritas. Sin embargo, en su grupo únicamente obtuvieron cuatro puntos.

Los griegos fueron la primera gran civilización cuya cultura guerrera se especializó en el combate cuerpo a cuerpo. Hasta la aparición de la infantería pesada griega las culturas antiguas habían priorizado el innato rechazo

Sólo ganaron un partido… y lo hicieron por la mínima, pero no había para mucho más. Grecia comenzó mostrando una imagen pobre, rascando un empate ante Polonia y cosechando una dolorosa derrota ante la República Checa.

Encuadrada en un grupo heterogéneo y equilibrado, la selección dirigida por Michel Bílek no comenzó de buena manera al ser arrollados por Rusia. Frente a Grecia y Polonia la mejora fue evidente

Es cierto que España ha perdido partidos desde aquella tarde en el Soccer City de Johannesburgo, hace ya casi dos años. Ha perdido más de lo recomendable, y así ha dejado escapar buena cuota de ese aura de invencibilidad que le protegía cuando el

Cuando su espalda permanece apoyada contra las cuerdas, comprende que nunca han sido tan tensas como siempre se imaginaba. Ya no se encuentra en el podium de las grandes ligas, los estadios están semivacios y el foco futbolístico ilumina cada