Ya nunca más. Aquel «con el once… ¡Drogba!» que calentaba la grada del Bridge es glorioso pasado. La salida del delantero más importante de la historia del club marca el inicio de una remodelación que, por fortuna, llegó demasiado tarde.

No recuerdo qué entrenador dijo que no existían los vestuarios conflictivos, sino los que frecuentaban pocas victorias. Nada daña más que la derrota, y en Bilbao siguen rumiando un par especialmente dolorosas.

El fútbol base junta historias que, vistas con el tiempo, nos sacan una sonrisa. Niños arrasadores que oscurecían a otros, igualmente destacados, pero que necesitaban ser observados con mayor atención. Rememorar sin sonrojo

Que la Champions League es caprichosa no lo vamos a descubrir ahora. A algunos, caballeros ingleses de gran fortuna, les llevó toda una vida entenderse con ella. Si preguntamos por Dortmund

Perder con apenas 24 años a uno de los mejores futbolistas de las últimas dos décadas y al que, casi de forma segura, iba a terminar siendo el jugador más importante de la historia del club es un palo difícil de administrar

No defraudó. No hicieron falta goles para vivir un partido riquísimo en detalles, mejor jugado de lo que transmitió en un primer momento, con alternativas y actuaciones memorables. Pasó España porque fue mejor a una Portugal

Con todo el respeto y la admiración que merece un grupo tan limitado de recursos como Grecia, y una Inglaterra muy golpeada por las bajas en la previa del torneo y que finalmente se ha marchado invicta

Puede que el partido no se proyecte como el más goleador del campeonato. Es cierto que las casas de apuestas pagan poco por la cuota de menos de tres tantos. La cosa es que da completamente igual. El España-Portugal

Con permiso del España-Francia disputado ayer, este Inglaterra-Italia se presenta como el cruce de Cuartos de mayor solera histórica. A su vez, es posible que estemos ante uno de los partidos más difíciles

Cuatro años y un día. Han pasado como un suspiro, hemos vivido mucho. El salto a la eterna madurez celebra cumpleaños al tiempo que la competición nos coloca un reto mayúsculo: sobrepasar la barrera de cuartos