Islandia dio buena imagen al calor de su público. Se mostró como un equipo trabajado, serio, donde cada uno tenía clara su función. Lo contrario aparentó ser Croacia, que estrenaba seleccionador en tan señalada fecha. Esta distancia táctica y mental fue tan patente y sólida que nos preguntamos si sólo tener mejores futbolistas bastaría a los balcánicos para meterse en Brasil. Para descubrirlo se requería algo que no sucedió: que los nórdicos conservaran su nivel lejos de su isla. Se deshizo totalmente y los jugadores de Kovac fueron sobrados.
Croacia solo realizó un cambio en el once con respecto al partido de ida, pero fue de los grandes. Kovacic entraba en lugar de Eduardo, uno de los dos puntas, pasando del 4-4-2 a un 4-2-3-1 que a veces parecía un 4-3-3. En cualquier caso, la cosa quedaba así: Rakitic mediocentro, Modric por delante escoradito a la izquierda y Kovavic enganchando.
Kovac puso a Perisic y Olic a pie natural para abrir más el campo.
Si a Croacia le fallaron los enlaces entre líneas el pasado viernes, esta vez disponía de tres elementos para atraer y soltar hacia las bandas,Islandia no hizo contraataques donde se localizaba la otra gran novedad táctica: cada futbolista jugaba en su perfil bueno. Los zurdos en la izquierda y los diestros en la derecha. ¿Objetivo? Campo abierto y centro rápido. Fácil y sencillo. A Croacia le dio un poco igual que Rakitic y Modric no anduvieran especialmente inspirados, pues con el golpeo de ambos alcanzaba para comerse a una Islandia asustadísima toda la noche. Croacia palpó el miedo y aumentó la agresividad en los rechaces y segundas jugadas, pues ni Gudjohnsen ni Finnbogason eran amenaza alguna a la contra. A la media hora, el partido era de 3-0.
Croacia jugó 50 minutos con un jugador menos, pero no se notó.
En una acción sin historia Mandzukic hizo mal uso de su energía y terminó expulsado en el minuto 40. Si Lagerback pretendía enchufar a sus chavales, el momento era ese descanso, y seguro que lo intentó. Pero a la vuelta de la caseta, una cabalgada de Kovavic y posterior tiro de Srna dejaba claro que Islandia no estaba preparada para pelear por un Mundial. Les pudo la relevancia de la cita. Tanto que frente a diez hombres la segunda parte sobró. Celebramos el pase de Srna, Rakitic, Modric y compañía a Brasil al tiempo que reconocemos la hombrada de un pueblo de poco más de 300.000 personas que soñó con lo imposible. El fútbol también vive de estas historias.
Brahm777 20 noviembre, 2013
Felicitar a Croacia y Islandia. Sucedio lo que tenia que suceder, pero los Islandeses ya estan mas cerca de los corazones futboleros. La ida fue tremenda y de verdad dio esperanzas, pero perderse un Mundial es mucho, y ayer todos los equipos se pusieron las pilas. Hasta Ibrahimovic pudo dar el susto inesperado.
Para mi lo mejor de esta clasificacion va a ser poder encontrarme con ese 4-2-3-1 de Croacio. Rakitic, Modric, Kovacic… suena de maravilla.