Escribamos tal y como fue el partido, con contenido desde el minuto 1, sin introducciones. Simeone pasó la noche del sábado como víspera del jueves y reservó de todo: energía, jugadores e ideas. Con Gabi sancionado, emplazó a Emre y Raúl García por delante de Tiago en el doble 4-1 de ocasiones pasadas. El Athletic de Bilbao exige un perfil defensivo más concreto de lo que dice su momento de forma. El balón se rasea con frecuencia, con velocidad y a un toque, con un notable riesgo que invoca muchos errores, de ahí que la pelota varíe de dueño con celeridad. Ello demanda piernas de salida rápida; músculo más elástico y menos pesado. El Atlético, además, regaló todo el inicio del juego a Ekiza y San José que junto al omnipresente y brillante Ánder Herrera, interpretaron muy bien el envite. Cuarenta y cinco minutos de dominio bilbaíno donde Emre ni compareció y al navarro le tocó realizar trabajo de centrocampista, lo que no es en estos momentos.
En el descanso, en zona de palco, Jose María Amorrortu reconoció que Bielsa sentó a sus jugadores delante del proyector para ver íntegro el Atlético de Madrid-Betis de Copa del Rey.El Athletic de Bilbao buscó en largo a De Marcos y Aduriz Se notó. El Athletic con tiempo en salida de balón, observó que los de Cholo negaban cualquier espacio entre líneas y que buscaban, como siempre, el robo lateral. Marcelo abrió dos alturas en cada banda (Aurtenetxe – Muniain e Iraola – Susaeta), estirando inteligentemente la línea defensiva, la de Godín y Cata. Con ello se garantizó espacio para explotar desmarques entre lateral y central con balones largos de Mikel hacia De Marcos o Aduriz, así como una menor exposición si la salida era en corto y elaborada. Tampoco se alteró demasiado el cuadro colchonero; se lo toma todo con serenidad y se permite el lujo de quedar muy retrasado posicionalmente al tener en Diego Costa una jabalina humana y a Filipe Luis mezclando fiabilidad transalpina y desparpajo carioca.
El partido se reanudó con San José conectando un testarazo, no siendo ni el primero ni el segundo ni el último que celebrará. Con ello cambiaron cosas. El Athletic cedió la pelota y le fue bien. Con alguna fase de desconcierto, supo explotar las zonas que dejaron los carrileros visitantes mediante la búsqueda del empate y ello se tradujo en ocasiones clarísimas, a la postre definitivas. Además ajustó la defensa sobre Diego Costa que aún haciendo un partido sensacional, no tuvo un acompañante del que apoyarse, y es que en el 4-4-2, Radamel siempre tiene el área en alerta roja y el brasileño trabaja en igualdad numérica hacia los espacios. Estuvo muy solo. Y es que con el partido completamente descerrajado sobre los dominios de Courtois, los leones se quitaron la espina de aquella noche y completaron un partido bien interpretado, matizado y desarrollado. Fue un gran Athletic Club de Bilbao.
Abel Rojas 28 enero, 2013
Quizás soy el que menos aprecia de fútbol de Filipe Luis en todo Ecos, pero hay que reconocer que su primera parte ayer fue brutal, brutal.
Y me alegra que la victoria del Athletic viniera acompañada de un partidazo de Ander Herrera. Insisto en lo que comenté en el último 38: esta jugando mejor que el año pasado. No el equipo, por supuesto, pero Ander en particular está jugando mejor que el año pasado.