Las circunstancias han dejado al Madrid sin laterales en un mes de competición decisivo. En la banda izquierda los motivos se reducen a la mala fortuna. Tiene en plantilla dos especialistas de alto nivel -tanto que sería respetable opinar que son el nº 1 y el nº 2 de la demarcación-, y perderlos a la vez es puro azar en contra. En la banda derecha, en cambio, sí existe un déficit de planificación. Siendo Arbeloa un defensor agresivo y el Real, que suele tener el balón, un equipo expuesto a contraataques, cualquier sanción del salmantino obliga a reestructurar toda la zaga, poner un parche o subir a un niño sin experiencia. Así pues, la lesión de Arbeloa trastoca más de lo que debería. Las próximas tres semanas serán de gran interés analítico alrededor del Madrid. Está obligado a cambiar.
Lo está porque no dispone de ninguna pieza, ni en el primer equipo ni en el filial, que pueda emular el rol de los laterales titulares. No es unaLos laterales dicen mucho en el juego de posición blanco cuestión de nivel, sino de adaptación. El lateral del sistema de Mourinho tiene un papel táctico importante en sus dos variantes; la conservadora -con Xabi en el doble pivote e Higuaín arriba- y la excitante -Xabi entre centrales y Karim-. En ambas prima la puntualidad. Cuando el Real juega con su sistema de vacas flacas, más que habitual en jornadas post-selecciones por ejemplo, el «2» y el «3» se sitúan en línea de medios, a la altura Alonso y Khedira, para controlar rechazos y cerrar posibles contragolpes. La línea de fondo sólo la pisan si la jugada lo pide a gritos. Es decir, si hay pasillo limpio y necesidad de ocuparlo para que la jugada avance. Éste es el Real que hemos visto en la inmensa mayoría de partidos de este año. En los posteriores al del City, y con la excepción del Camp Nou, los blancos han vuelto a meter a sus dos laterales a la vez en línea de fondo, como el año pasado, una vez Xabi, que salía entre Ramos y Pepe, daba el paso hacia el centro del campo. Es decir, una vez el Madrid recuperó La Escalera Real, con matices que el tiempo irá definiendo. En realidad el Madrid no exige gran talento a sus laterales para cumplir su función táctica, Alonso les avisa de cuándo deben subir o quedarse, pero ser paciente y riguroso debe tener su aquél.
Ramos tiene más que Arbeloa, pero entiende peor el sistema.
Ramos, que registró actuaciones fascinantes como «2» en su hoja de servicio, tiene problemas para interpretar los deseos de Mourinho. Su fútbol es un poco narcisista en el sentido de que tiene la necesidad de gustarse a sí mismo, algo que le ocurre a casi todos los grandes y en su caso de manera un punto más acentuada. Como central, y más con Pepe, su juego está unido a la vistosidad (anticipaciones muy lejos de portería, duelos individuales en campo abierto y aspectos más de balón como la salida); pero de lateral se despista ante lo que considera algo más irrelevante y se precipita con balón intentando cosas que su técnica no le permite. Ese descontrol contrasta con la puntualidad que requiere el rol en el sistema merengue, y le hace menos consistente que Arbeloa. Sergio nunca sujeta su posición, quiere atacar y sumar como protagonista. A estas trabas debe añadirse que, naturalmente, con Ramos en banda se rompería la tiránica pareja de centrales que define al Real casi tanto como Cristiano Ronaldo. Es un lose-lose scenario, quizás insalvable en estas tres semanas para los blancos.
Ramos tiene más que Arbeloa, pero entiende peor el sistema.
En la izquierda, además de un problema táctico se da una pérdida de calidad vasta. El fútbol es de los futbolistas, ellos generan las ventajas,Marcelo estaba dulce; el Real notará su baja, sin dramas y por eso el mejor equipo suele ser aquel con más tipos capaces de hacer cosas extraordinarias. Marcelo es uno de esos; una pieza que sólo tiene el Madrid, y de las que explican su nivel potencial. Tras un año muy malo que incluso le costó la titularidad en tres de los cuatro partidos gordos de la temporada, el brasileño había empezado éste a su manera. Diferencial en la Supercopa, decisivo contra el Manchester City, competitivo (y magnífico en el 0-1) en el Camp Nou. Amén de una clara mejora física, Mourinho le alegró la vida desde la pizarra: abrió más de partida a Ronaldo, creó así espacio en el centro y Marcelo pudo tirar su querida diagonal hacia portería como le gusta. Incluso ante el Ajax y el Barça, con Cristiano ya al lado de Benzema y mezclando situaciones de doble falso 9, el delantero siguió atándose más que el año pasado en el momento 0 de la jugada para bien de su amigo. El tiempo dirá qué pasará con esta sociedad, si será como en 2011, como en 2012 o algo mixto. Por desgracia para el fútbol, habrá que esperar tres meses. Todos pierden si se pierde Marcelo.
Pese al infortunio, el Madrid no debería ofuscarse. Plantilla y técnico tienen para inventar soluciones. Forma parte del juego de la Liga. ¿Di María como lateral izquierdo? Habría que verlo. Tácticamente sufriría. Conceptos como cerrar el segundo palo contra centros laterales o tirar bien la línea del fuera de juego le serían complicados. Aunque ofensivamente sería un filón, y daría a Mourinho un hueco más en el centro del campo para no tener que sentar junto a él a tres del grupo Khedira, Modric, Özil, Di María y Kaká (¡tres!). Un Mourinho que, no hay que olvidarlo, ya ha usado a José Callejón como lateral derecho en alguna situación. Nacho y Essien, seguro más sólidos y opciones más fiables, tampoco son perfectos. Tienen el problema de carecer del fuelle necesario para ocupar las posiciones adelantadas de un lateral en este Madrid. Estaremos atentos.
David_Leon 19 octubre, 2012
"A estas trabas debe añadirse que, naturalmente, con Ramos en banda se rompería la tiránica pareja de centrales que define al Real casi tanto como Cristiano Ronaldo. Es un lose-lose scenario, quizás insalvable en estas tres semanas para los blancos"
Me hizo mucha gracia cuando le preguntaron a Ramos si se veía volviendo al lateral estas semanas. Puso una mala cara, sonrió y dijo más o menos "qué remedio" ^^
Odia ser lateral. En su foro interno él piensa, con razón, que ni en la Selección ni en el Madrid debe regresar a la banda. Es normal. Yo creo que hasta su físico es ya diferente. Es central y lo será para siempre.
Essien pinta como opción a elegir. Me recuerda un poco a lo de Song central por delante de Bartra. Essien es un fichaje, y darle minutos y sentido en este mes colabora a la integración. Y eso que Essien ha tenido desde el día uno un papel más continuado del esperado quizás.
El ghanés en banda cumple, tiene experiencia, aunque no pueda evitar recordar el repaso histórico que le pegó su ahora compañero en la final de Moscú:p