No podemos confirmar pero tampoco desmentir que Diego Carlos debe de comer todos los días algo muy parecido al hormigón armado. El central brasileño del Sevilla FC se ha convertido en muy poco tiempo en una de las grandes revelaciones de LaLiga Santander, y rara es la vez que no ha aparecido en el once ideal de cada fin de semana. Con una constitución física enormemente vistosa, igual de compacto que un blindado y de ágil que un reptil, el rendimiento de Diego Carlos es más causa que consecuencia del buen funcionamiento del Sevilla FC 2019/20. Explosivo en las distancias cortas, contundente en el juego aéreo, insuperable en el uno para uno y bastante ducho con el balón, tanto para tocar en corto como para desplazarlo muy lejos, el brasileño es un monstruo.
Diego Carlos está siendo uno de los mejores centrales de LaLiga
Ocupando indistintamente los dos perfiles de la defensa, ya que con Carriço ha jugado en izquierda y en derecha y con Koundé lo ha hecho siempre a pie cambiado, en el perfil de Sergio Reguilón -izquierdo-, Diego Carlos viene rozando en prácticamente todos sus encuentros hasta el momento un 90% de acierto en sus envíos; una cifra en absoluto desdeñable teniendo en cuenta que casi un cuarto de sus pases (7/40) son envíos largos. Torso erguido y cabeza alta siempre antes y después de recibir, observando y decidiendo en función de lo que ocurre siempre por delante de él, el central brasileño es parte activa en la fase de salida; tanto que, cuando decide jugar en largo con su pie derecho, muchos de sus desplazamientos, a menudo diagonales, son los responsables de que el Sevilla FC progrese y se instale en campo rival, sin necesidad de pasar previamente por el centro ni por sus tres centrocampistas.
Pero donde realmente destaca Diego Carlos es en las áreas. En plural. En la propia y en la contraria, en las que hace valer su tremenda superioridad física. Además de cuerpo, para ir al choque, meter la pierna o despejar de cabeza, lo mejor del central brasileño es que sabe usarlo. Optimizarlo. Dónde y cuándo. Esta temporada está promediando poco más de una falta por partido, y eso, teniendo en cuenta que se ve involucrado en hasta 15 duelos cada noventa minutos y que sale a 6 interceptaciones por partido, habla muy bien de su capacidad para hacerse fuerte (sin balón) mediante su propia fisonomía sin necesidad de excederse metiendo la pierna.
Diego Carlos promedia 15 duelos y 6 interceptaciones por partido
Porque además de goles, evidentemente muy importantes, la superioridad del brasileño en el corazón del área le está reportando al Sevilla un conjunto de certezas que fueron impensables la temporada pasada. Perfilado siempre entre el origen del centro y el lugar al que va a despejar la pelota, la contundencia de Diego Carlos tiene mucho que ver con la preparación previa que hace de todos sus cabezazos. En el uno para uno, ya sea en el salto o clavando los dos pies en el suelo para frenar a su rival, Diego Carlos es como un muro. Igual de duro e igual de áspero que una roca. Y muy rápido, dicho sea de paso, para permitirle al Sevilla jugar con el bloque adelantado. Ese es su gran valor en la élite: un central que por su lectura, colocación y poderío físico domina tiempo y espacio.
AdrianBlanco_ 26 diciembre, 2019
Menudo monstruo tiene el Sevilla FC en el centro de su defensa. Menudo bichazo es Diego Carlos. 😀