Atreverse es la cuestión | Ecos del Balón

Atreverse es la cuestión


“To dare is to do” (‘Atreverse es la cuestión’). Mauricio Pochettino (1972, Murphy, Argentina), es un tipo muy particular. Apasionado de los retos, como queda claro en ‘Un mundo nuevo: diario íntimo de Pochettino en Londres’, el libro de Guillem Balagué, el actual técnico del Tottenham es un hombre aparentemente sencillo. Enamorado de su familia, del trabajo y de Barcelona, de la que guarda un recuerdo muy especial tras su paso por el RCD Espanyol, a donde le encanta volver cada vez que tiene la más mínima oportunidad, Mauricio Pochettino es un tipo con una grandísima capacidad de liderazgo. Ha nacido para ello. Y es es algo que ya puso de manifiesto en su etapa como futbolista profesional, en la que debutó a los 16 años en Newell’s, con Marcelo Bielsa en el banquillo y donde compartió vestuario con un tal Diego Armando; y esa madera, tan incontestable como carismática es la que lo ha llevado a ser hoy en día uno de los mejores entrenadores del mundo. “En el trabajo, Mauricio es quien lleva el timón, es el capitán del barco. Como el agua del océano, es abundante, indómita, avanza sin detenerse ante nada y siempre encuentra huecos para seguir adelante: es sabia”, reconoce en el libro anteriormente citado la persona que mejor conoce al argentino en esta vida: la esposa, Karina Grippaldi.

El caso del Tottenham es el mejor ejemplo de que confiar en los procesos siempre tiene premio. El equipo londinense, el mismo que hace ya unos cuantos años vendió a Gareth Bale y Luka Modric al Real Madrid, fue de los pocos en todo el mundo que optó por no acudir al mercado el verano pasado. Y no lo hizo porque, consciente del enorme talento del que ya dispone en nómina, cualquier intención de mejorar a los Kane, Eiksen, Lloris, Son, Alderweireld o Vertonghen habría sido inasumible para la entidad -que este curso, además, ha estrenado su nuevo White Hart Lane-, sin la venta de alguno/varios de estos futbolistas. La política de confiar en los que ya estaban, después de hacerles creer a ellos mismos que esta era la dirección correcta, es, bajo la tutela de Pochettino, la gran clave del éxito de los de Londres. Un auténtico anacronismo cultural, en la época del negocio y el mercantilismo, que ha reforzado la certeza de que es más ‘proceso’ que ‘proyecto’. Una convicción, respaldada por su pizarra, que forma parte de un “contexto de emociones” que es como siempre ha entendido Mauricio ‘el fútbol’.

Pochettino, en ABC: “El mérito de este proyecto es máximo. Comenzamos la temporada pensando que ya jugaríamos en nuestro estadio y no fue así hasta abril. Hemos tenido que jugar un lunes contra el City o un miércoles frente al West Ham porque la prioridad en Wembley eran conciertos o partidos de NFL. Somos el único equipo que no hemos fichado, algo que nunca había sucedido en la historia de la Premier. A eso hay que sumarle que hemos sufrido importantes bajas y a pesar de todos estos contratiempos, hemos acabado la Premier en puestos de Champions y estamos en la final del Wanda”.

Durante estos años, el Tottenham no se ha detenido a posar en la foto. La radiografía del equipo ‘Spur’, por tanto, no ha sido una estampa fija, sino más bien todo lo contrario. Sistemas de tres centrales con dos carrileros, dibujos más pragmáticos como el 4-4-2 o vueltas de tuerca en lo táctico como el rombo de esta temporada han sido, grosso modo, el condimento de un 4-2-3-1 que aparece repetido en muchas de las páginas del álbum. Esta misma temporada, sin ir más lejos, el Tottenham ha utilizado estos dos esquemas muy por encima de un tercero; el 4-3-1-2, con Winks como pivote y Eriksen/Dele Alli por detrás de Kane y Son, y el 4-2-3-1, con Moura y Lamela por fuera, como ocurrió ante el PSV en la fase de grupos. Dos sistemas, en definitiva, que han vestido al Tottenham a lo largo de la temporada. Aunque en su dirección, como prueban sus cruces ante City y Ajax, Pochettino haya utilizado hasta una decena de sistemas al margen de ellos dos, tales como 4-4-1-1, 4-3-3, 3-4-1-2, 3-4-3-, 5-4-1 o 4-3-2-1.

Pochettino: “Si tuviera que quedarme con un momento de esta temporada sería con el primer partido de Champions. Fueron nuestros primeros minutos en la competición en la que todos queremos estar. Yo siempre salgo el último a la cancha, sin excesivas prisas. Pero ese día les dije a los chicos, a Jesús, a Miki, a Toni: ‘¡Eh! Vamos rápido, que no me quiero perder el himno de la Champions’. Estábamos detrás de los jugadores, listos para salir y escucharlo sobre el césped. Y nos mirábamos los unos a los otros aguantándonos la risa. Quizá ese fue el momento cumbre emocionalmente de la temporada (2016-2017)”.

El argentino ha sido, con total rotundidad, el entrenador más intervencionista de esta Champions. Teniendo que lidiar con contratiempos importantes como la lesión de Harry Kane ante los de Pep Guardiola, Mauricio Pochettino ha destacado esta temporada por ser un auténtico optimizador de recursos. Una capacidad de análisis para leer el partido desde la banda, e ir tomando decisiones sobre la marcha, que Mauricio siempre ha considerado que se trata de algo innato (como cuenta en el libro): “Los datos y las pruebas me sirven, pero lo que más pesa en mis decisiones es mi capacidad para ver si la energía correcta fluye. Percibo incluso cosas que van a pasar y sus consecuencias, o qué camino va a tomar cada jugador. Lo veo en sus auras. (…) El fútbol está lleno de imponderables que no puedes controlar. El estado mental de cada jugador siempre es crucial y su actuación depende de cómo haya dormido, de si su hijo se ha puesto enfermo o de si ha discutido con su mujer. Y no es fácil de manejar. Pero en el esfuerzo de entender y controlar incluso lo incontrolable está la magia de esta profesión” (sic).

Prueba de ese afán por reconducir situaciones, por muy escabrosas que se hayan puesto estas, fueron sus dos remontadas ante Manchester City y Ajax de Ámsterdam. Ante los de Guardiola, por ejemplo, apostó de inicio por el 4-3-1-2 en rombo para defender el 1-0 de la ida. Y sus decisiones le hicieron ir cambiando de dibujo hasta, después de cuatro diferentes, acabar en un 5-4-1 con Fernando Llorente como única referencia. Una toma de decisiones que han despertado intenciones en ambas direcciones: para defender un resultado, como fue este caso, o para conseguirlo, como ocurrió semanas después ante el Ajax. Pero que, en cualquier caso, sea por su habilidad táctica, por la sensitiva, o quizá por una mezcla de ambas, le han llevado a alcanzar un grado de experiencia y madurez que ahora se resume en una simple frase: Pochettino es uno de los mejores entrenadores del mundo. Y su capacidad de liderazgo es, en cierto modo, lo que siempre lo ha acercado al protagonista de ‘House of Cards’, serie de la que siempre se ha declarado muy fan: “Francis Underwood tiene una extraordinaria capacidad para entender el contexto y lograr objetivos de la manera más ingeniosa”, decía. (¿Se parecen, verdad?)

Pochettino ha utilizado una decena de sistemas esta temporada, al margen del 4-2-3-1 y el 4-3-1-2

El futbolista que más y mejor ha evolucionado de la mano de Mauricio Pochettino es Son Heung-min. El surcoreano, ya sea como extremo izquierdo en el 4-2-3-1 o segundo punta en el 4-3-1-2, es un jugador mucho más completo en cuanto a sus registros. Con mucha determinación en los últimos metros, capaz de sacar remates desde situaciones poco aptas para ello, el salto cualitativo de Son ha elevado el techo de este Tottenham. El futbolista asiático promedia algo más de seis regates por partido, cuatro toques en el área rival y tres disparos en los 90’. Unos números que, aderezados con un total de 31 pases por partido (con un acierto del 85.2%), respaldan su alta participación en el juego del equipo. Pero al margen de todas estas cifras, mucho más importante aun si cabe es su adaptabilidad a todo tipo de contextos, escenarios y posiciones. En esta Champions, como decíamos anteriormente, Son Heung-min ha sido extremo por izquierda, jugando a pie cambiado, por derecha, estirando al equipo con su pierna más habilidosa (diestra), ha sido punta de lanza, cuando ha jugado por delante de Kane para atacar el espacio, y ha hecho incluso de doble lateral, como ante el Manchester City, para ayudar al equipo en tareas defensivas. Una suerte de herramienta multiusos, que lo mismo corta, aprieta, lima y golpea, que, junto a Eriksen, Dele Alli, Moura y el propio Kane, le ha permitido a Pochettino agilizar bastantes cosas en ‘un proceso’ que, sea cual sea el final de esta historia, ya ha sido un auténtico éxito.

Como dijo John Wooden, el entrenador de baloncesto: “Un buen preparador puede cambiar un partido, un gran entrenador puede cambiar una vida”. Mauricio le ha cambiado la suya al Tottenham.


6 comentarios

  • Boris_pina 1 junio, 2019

    Llego sin hacer mucho ruido a un club que había perdido a los dos mejores jugadores que había tenido que además afrontaba la construcción de su nuevo estadio (vaya tortura) y que de a poco se fue quedando en números rojos, y así sin mucho ruido fue trabajando sin descansar y junto a un núcleo de jugadores ha ido construyendo este camino hacia la final y lo ha hecho probando de todo y siempre cambiando y evolucionando a través de los años curtiendo a este grupo y haciendolos competitivos además no olvidemos que el tipo es un experto en sacar agua de las piedras suyo es el descubrimiento de Kane,la evolución de Son, la irrupción de Eriksen y Dele Alli que 2 centrales como Aldeweirld y su compatriota belga fueran los mejores defensores durante una temporada, Pochettino al igual que el Tottenham nunca ha dejado de crecer y aprender.

    Es un grandisimo DT y ya veremos mañana que planes a,b,c y d tiene preparados e independientemente del resultado mañana ya ha marcado a una generación de jugadores y fans del Tottenham, eso si esta temporada venidera que le fichen al hombre.

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  • Fernandojb 1 junio, 2019

    Adrian enhorabuena, un buen periodista tambien puede cambiar nuestra perspectiva de la champion.
    Que duelo, en una championtan caotica , con partidos tan electrizantes , siempre al filo de la navaja.
    Pochettino versus kloop en mitad de la tormenta, dos entrenadores que modelan la energia., la voluntad , la fe,en resumen el deseo y los sueños de los jugadores.
    Adrian gracias por el articulo.

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  • AdrianBlanco_ 1 junio, 2019

    @Boris

    La cosa es que, más allá de la construcción del estadio, el Tottenham ha sabido que es muy difícil reforzar/mejorar a los Kane, Son, Eriksen, Vertonghen y compañía por una cuestión de calidad/precio. No ha podido competir ahí.

    Algo parecido vino a decir el otro día el propio Pochettino cuando le entrevistaron en la cadena SER. Fichar, han podido fichar. Ha habido nombres. Pero ninguno de ellos mejoraba a los que ya estaban, que además han formado parte de este proceso.

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  • AdrianBlanco_ 1 junio, 2019

    @fernandojb

    ¡Muchas gracias, Fernando! 😀

    Menuda final tenemos por delante. Es el día que llevamos esperando toda la temporada, así que ahora toca disfrutarlo.

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  • Fernandojb 1 junio, 2019

    Para mi la champion es el top futbolistico, el mundial igual tiene.un lado mayor romantico , no futbolistico..

    Y dentro de la champion, ecos es lo mas, disfrute muchisimo , y ahora estais haciendo unas cronicas magnificas , al nivel del acontecimiento.
    Y veremos como termina , pero esta champion es una opera insuperable , con jugadores y entrenadores cracks .
    Y alejado del ruido madrid , barca.llegan dos equipos muy buenos pero con una enorme voluntad , fe y determinacion.
    Mi enhorabuena a ecos , la champion sin vosotros seria menos champion.

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  • Juan Plaza 1 junio, 2019

    En los Spurs han jugado 5 futbolistas que para mí serían indiscutibles en el mejor 11 inglés de la historia: el central Campbell, el organizador Hoddle, el mediapunta Gascoigne, el falso extremo Waddle y el ariete Lineker

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