Nadie ha sufrido tanto y tantas veces a Leo Messi como el Sevilla FC. El argentino, que se inventó prácticamente de la nada un hat-trick para acercar -aun más si cabe- a los suyos a una nueva Liga, consiguió superar ayer la marca goles-partido ante el cuadro hispalense. Con los tres tantos que realizó este sábado en el Ramón Sánchez-Pizjuán, Leo Messi ya ha visto 36 veces la portería del Sevilla en 35 enfrentamientos directos. Un registro tan solo al alcance del mayor ‘ganaligas’ que ha conocido este deporte. Con una volea empalada a la escuadra, un disparo medido al palo opuesto con su pie derecho y una picadita muy propia de su zurda de seda, el rosarino aniquiló la brillante adaptación de Pablo Machín.
La adaptación táctica de Pablo Machín fue muy productiva
El soriano preparó dos dibujos en uno para la visita de los de Valverde. Del 4-4-2 mediante el cual el Sevilla se posicionaba en un bloque medio-bajo en su fase defensiva, a un 3-4-3 con el que el equipo se estiraba en el campo rival. Sin André Silva ni Franco Vázquez en su once titular, el Sevilla se organizó sin balón con dos largas líneas de cuatro por detrás de Ben Yedder-Sarabia. De esta forma, con Wober+Promes y Mercado+Navas por fuera, y con Banega+Rog en el centro del campo, el cuadro nervionense logró hacer muy espesa la tarea organizativa del FC Barcelona con balón.
Un plan que, en fase ofensiva, mutaba rápidamente en un 3-4-3 desde el que Promes-Sarabia, en estrecha colaboración con Wober-Navas, trabajaron por castigar la espalda de Semedo-Alba. Generando así superioridad exterior a través del carrilero+extremo ante el lateral de cada zona, la ocupación de los espacios del Sevilla en su transición ofensiva fue muy productiva. Algo que, antes de que el marcador se moviera, forzó a Valverde a reajustar ciertas tareas, como el retorno defensivo de Vidal para ayudar a Semedo, y le permitió a Machín atacar desde fuera a través de dos movimientos clave: la diagonal dentro-fuera de Ben Yedder, la cual arrastraba tras de sí la marca de Piqué, y la carrera por fuera de Jesús Navas, para la que Wober cargaba -desde el sector opuesto- en el segundo palo.
El Sevilla le concedió muchos metros a Messi en el borde del área
Con el pie derecho de Coutinho muy desconectado de la frontal rival y con Suárez cada vez más errático en las funciones que nada tienen que ver con el remate, la respuesta del Barça durante la primera mitad volvió a reducirse a lo mismo -o al mismo, mejor dicho- de tantas otras veces. Un escenario que Valverde trató de agitar tras el descanso con los cambios de Dembélé y Sergi Roberto. Mediante los cuales el equipo pasó a organizarse en un 4-2-3-1. Con Rakitic a la derecha de Busquets en mediocampo, con Dembélé por derecha, Coutinho desde la izquierda y Leo por detrás de Luis Suárez, el FC Barcelona consiguió adueñarse de la pelota, y controlar mucho mejor las salidas al espacio de los de Machín. Fue entonces cuando una presión alta, muy parecida a la que había realizado el Sevilla tras pérdida en la primera mitad, desembocó en el empate a dos de Messi. Y desde entonces, una vez el Barcelona recuperó el 4-3-3 con Coutinho+Dembélé por el mismo lado, el partido pasó a estar en las manos de Valverde. Y en los pies de Leo.
Ya en la segunda mitad, el 4-4-2 del Sevilla pasó a ser un 5-4-1 con solo Ben Yedder en punta y Sarabia defendiendo por derecha. Un dibujo en el que Machín incluyó a Amadou (central) y a Roque Mesa (interior), pero que poco pudo hacer ante el acierto rematador del argentino. Poco porque cada vez que el rosarino impacta el esférico su golpeo es exquisito; y poco porque si algo se dejó el Sevilla fue la defensa de la frontal del área ante la zurda de quien menos perdona.
Pedro 24 febrero, 2019
A mi sinceramente esta directiva me tiene cansado, al Barcelona se le seguía por un estilo de juego, una manera de ver el deporte y esta directiva a olvidado de plano eso y tienen el descaro de decir que no buscaban un técnico, que buscaban un gestor, es decir simplemente a alguien que tuviera de buenas a todos los jugadores aunque este no tuviera ni idea de como jugar.
Es increíble como se ve que Semedo todos Los partidos que juega con un extremo derecho fijo siempre brilla, como cuando le permiten ir al ataque es de los poco aparte de Messi que genera ventaja con un desborde, pero Valverde con su miedo se la pasa regañan dolo de que no suba.
Ningun partido en el que Rakitic y Vidal han sido titulares el Barcelona a cuajado un buen partido, es que ninguno de los dos une ataque con defensa, Estoy seguro que Aleña desde el inicio hubiera hecho más que Vidal, en ataque Suárez ya se cae de todo el físico es obvio que no le da y gastas en Malcolm se supone para rotar y nunca lo haces, algunos dirán que era el Sevilla. Y Suárez no podía rotar, pero es que en su físico actual hasta Riqui Puig hubiera hecho más que el.
Por último, que suerte tiene el Barcelona de tener a Messi, es que se nota en las arrancadas que también está cansado, casi no gana desbordes este año, pero dale espacio y las piernas cansadas del mejor jugador de la historia no te van a perdonar