El gesto de Rubi desde la banda lo decía todo. La (enésima) exhibición de Leo Messi se llevó por delante cualquier intención perica desde la pizarra. El ‘10’ argentino, súper enchufado desde el principio, abrió y cerró un encuentro que se vio y se sintió desde su pierna izquierda. Messi cuajó anoche otra de esas actuaciones memorables, en la que todo lo que hizo parecía ciencia ficción. Un espectáculo que el FC Barcelona, en términos colectivos, completó con la que ya es su mejor primera parte hasta la fecha, después de lo ocurrido en Webley o en San Siro. El Barça se impuso con creces al RCD Espanyol, anulando, a mazazos, todo lo que había planeado.
Leo Messi se exhibió en Cornellà durante toda la primera mitad
El 0-1 le cogió al RCD Espanyol en mitad de un reajuste táctico sobre la marcha. El conjunto de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ entró en el partido con una actitud ciertamente contemplativa con la posesión del Barça. Armado, de inicio, en un 4-5-1, con Melendo -izquierda- y Hernán Pérez -derecha- por fuera, la primera intención del cuadro periquito no fue presionar sino esperar en su propio campo para después pretender salir rápido. En el primer cuarto de hora de encuentro, aún con el 0-0 en el marcador, Rubi se atrevió a probar hasta tres combinaciones distintas desde la pizarra: el 5-4-1 anteriormente mentado, con Melendo y Hernán Pérez desde fuera; una nueva interpretación del mismo dibujo, con Melendo en punta y con Iglesias, desde la derecha, como teórico escollo con la línea de pase que conectaba con Alba; y hasta un tercero, con Melendo y el propio Iglesias en punta, en un 4-4-1-1 que, como particularidad, obligaba a Darder o Víctor Sánchez -interiores por delante de Roca, que sufrió mucho- a lateralizar su rol hasta el volante de la izquierda.
Pero en mitad de todo eso, con la opción de Melendo arriba (para transitar rápidamente) como la que ocupaba al Espanyol en esos momentos, Messi se inventó el 0-1. Y, a partir de ese mismo instante, la película cambió por completo. El libre directo activó al argentino y alteró el guion de la contienda ya hasta el descanso. Con la desventaja en el marcador, el RCD Espanyol consideró oportuno subir un peldaño su línea de presión, ya con Borja Iglesias como principal referencia, y fue entonces cuando más y mejor lució el FC Barcelona liderado por Leo. El plan de Valverde cobró todo el sentido del mundo, a tenor de la superioridad con la que el colectivo completó los primeros 45’. Con Vidal como interior derecho y con Rakitic por el izquierdo, tal y como ya habían jugado en la Champions, el Barça, desde su 4-3-3, dejó sin aire ni capacidad de reacción a los de Rubi a partir de dos consignas clave, más allá del repertorio de Leo: una fue su presión y la otra, que también tiene que ver con el posicionamiento de los interiores, la lectura de su ‘5’.
El de Badía completó anoche en Cornellà su mejor partido desde hace bastante tiempo. Apoyado por Rakitic desde la izquierda, quien actuó de una manera mucho más fija con respecto a la zona axial del mediocampo, Busquets gozó de una mayor libertad en sus movimientos para acercarse a la frontal del área rival con el balón en los pies, pero también sin él: presionando muchas veces sobre los primeros pases del RCD Espanyol. De esta forma, el ‘5’ del FC Barcelona completó casi un 90% de sus pases, además de imponerse en 5/9 duelos y protagonizar 3 recuperaciones. Unos números que bien avalan su actuación. Pero que, por otro lado, también tuvieron que ver con el desempeño de Vidal desde el perfil diestro del mediocampo. El chileno, alejado muchas veces del circuito asociativo, demostró que se entiende muy bien con Messi desde dicha parcela: atacó siempre en vertical, queriéndose colar a la espalda de los centrocampistas del Espanyol; y eso, despejándole el carril a Semedo, lo hizo compensando los movimientos de Messi.
Busquets, Rakitic, Vidal o Dembélé fueron otras grandes noticias
La otra gran noticia de la noche para Valverde volvió a correr a cuenta de Ousmane Dembélé. El futbolista francés, que en esta ocasión partió desde el lado izquierdo, dio muestras de que cada vez es más capaz de domar su propio fútbol. El recorte justo antes del 0-2, como en el 1-1 en el Wanda Metropolitano, es la mejor demostración de que Dembélé viene pensándose mucho más todas sus acciones. Ese tiempo que el francés se está tomando antes de cada decisión, confiando mucho en su calidad física y técnica, le está ayudando a limpiarse reflexivamente sus chutazos. Y eso, teniendo en cuenta que apenas perdió balones tras completar 35 pases y dar 49 toques, ya es algo muy valioso para con su manera intrínseca de entender el juego. Desde la izquierda, como al principio de temporada, Dembélé se acercó al carril central y amenazó desde la frontal; mientras que en la segunda parte, ya con el resultado muy a favor, volvió a ejercer de amenaza a campo abierto. Dembélé, como Suárez, Rakitic, Busquets o Vidal, actuó en consecuencia de la versión de Messi. En la misma noche en la que el Espanyol, incapaz de contener al ‘10’, volvió a ser testigo de la realidad que ahora le compete: no está sabiendo revertir los momentos delicados.
AdrianBlanco_ 9 diciembre, 2018
Al margen de los dos goles de Messi, y de su actuación en líneas generales, me pareció muy positivo el partido de Busquets. Le vi muy cómodo durante largas fases del encuentro, yendo a la presión y bastante suelto con balón. Y esto, visto lo visto en los últimos partidos, me parece una noticia a tener en cuenta para el Barcelona.