El partido en Rusia frente al Krasnodar mandó un aviso a Pablo Machín, que ese día buscó una rotación bastante profunda. El técnico soriano no quiso tocar el 3-5-2 que tan bien le había venido funcionando en el campeonato liguero, y la intención de mantenerlo con piezas diferentes provocó un desajuste importante. El Sevilla regresó de la última jornada de la Europa League con bastantes dudas sobre su segunda unidad, pero el comportamiento visto en el tercer duelo de la competición ha mostrado luz en este sentido.
Machín ha apostado en liga por un once que, dada la configuración de la plantilla, tiene complicado rotar manteniendo las prestaciones
En la visita del Akhisar, el equipo andaluz mantuvo la estructura, y la rotación fue más matizada. Si en Rusia figuras como Nolito interior izquierdo restaron continuidad al juego del equipo, para recibir al cuadro turco, Machín decidió que dos de sus pilares siguieran en el once: Pablo Sarabia y Franco Vázquez fueron los interiores elegidos, y con ello el Sevilla mantuvo la base de su estructura en medio campo.
Con las dos referencias habituales de pase entre líneas, la prueba de Roque Mesa en el rol de Banega tuvo más sustento. Parece complicado para el equipo sevillista encontrar una alternativa al centrocampista argentino, y Mesa al menos puede hacer que la pelota llegue rápido tanto a los hombres entre líneas como a los que esperan abiertos. Es evidente que Banega tiene un punto más de soltura en la recepción ante presión y agilidad para girar, pero Mesa tiene ritmo sin pelota y suelta rápido tras recibir, y lo cierto es su concurso como mediocentro permite al menos dar cierta continuidad al plan de juego.
Otra de las incógnitas a resolver está en cómo va Machín a dar descanso a esa pareja de delanteros formada por André Silva y Ben Yedder, dos jugadores que han encontrado una sinergia fantástica. La apuesta por Promes y Muriel deja al equipo sin una referencia para el juego de espaldas a portería, y también pierde presencia en el área, teniendo en cuenta que sujetar el balón dentro y lanzar fuera a los Navas, Arana, Escudero o Aleix Vidal es fundamental, jugadores expertos en generar ventaja en banda y centrar.
Promes y Muriel jugaron un gran partido
Parece por tanto complicado que esa delantera compuesta por Promes y Muriel pueda de verdad resultar una alternativa que mantenga el discurso, aunque ante el Akhisar se vio cómo pueden ser empleados como alternativa. En lugar de buscar recepción por dentro para dar espacio a la incorporación de los carrileros, directamente rompían en diagonal para llegar y recibir en banda, y desde ahí, bien activar al carrilero que llegaba de cara, o bien permitir que el otro punta cortase por dentro para poder recibir en carrera, donde ambos sí hacen mucho daño. Fue un partido con poca oposición, pero en el que Machín pudo rescatar recursos muy válidos para el futuro.
AdrianBlanco_ 26 octubre, 2018
Eso de trazar la diagonal hacia fuera, para poner de cara al carrilero y/o que el segundo punta corte por dentro, me parece muy buena opción para sacarle partido al Muriel Promes, o usar a alguno para dar descanso a André Silva o Ben Yedder. Recuerdo que uno de los primeros mensajes de Machín fue que Muriel no sería su 9 referencia. Y si el cambio de sistema no le permite jugar como mediapunta, creo que puede ser una buena opción para jugar por detrás del punta y atacar de cara. Si hay que atacar espacios más abiertos (Promes) o en escenarios más posicionales (Silva). De hecho, estoy convencido de que Muriel tiene mucho más fútbol del que ha demostrado en el Sevilla.