Para comprender la actual realidad del AS Monaco es obligatorio detenerse en su política de fichajes, que se resume en la fórmula, sencilla de pensamiento pero difícil en ejecución, de “comprar barato y vender caro”. Una labor para la que el club del Principado incorporó a Michael Emenalo como director deportivo, quien logró una gran reputación en el Chelsea, donde fue fundamental en las llegadas de futbolistas como Hazard, Courtois, De Bruyne o Lukaku.
Quedó claro durante su etapa en el cuadro londinense que dominaba como pocos la potencial evaluación del futbolista -además de los citados belgas, el Chelsea ha vivido un momento dulce en su cantera, ganando la Youth League en 2015 y 2016-, de forma que se adaptaba perfectamente a las necesidades de un Monaco que en los últimos años ha vendido a sus principales referentes, destinando los fondos recaudados a la incorporación de jugadores jóvenes y de gran proyección, aunque, de momento, lejos de poder marcar la diferencia en la élite.
Partiendo de esa base, puede decirse que el Monaco vive en este momento un proceso de reconstrucción, lo que está repercutiendo en un inicio dubitativo de temporada. Incógnitas que incluso parecen estar invadiendo directamente en un técnico de procesos e ideas siempre muy marcados como Leonardo Jardim, habitualmente capaz de construir equipos pegajosos y sólidos, y que aún debe definir quienes son los hombres que más peso han de tener en el sistema en esta delicada etapa.
El Mónaco ha perdido mucho potencial en los últimos dos años
Las pérdidas más delicadas del conjunto monegasco si analizamos los problemas de este curso, están en su medio campo, donde piezas indiscutibles en las últimas dos temporadas como Bakayoko, Moutinho y Fabinho han salido del equipo. A esto hay que sumar el hecho de que Golovin no está pudiendo jugar por lesión en este arranque de campaña, algo trascendental porque una vez esté el ruso disponible podremos descifrar qué pretende hacer el técnico portugués tanto con él como con Tielemans, que por necesidades del guión debería convertirse en uno de los ‘hombres-llave’ del nuevo sistema monegasco.
Por el momento, el doble pivote compuesto por Aït Bennasser y Aholou está por definirse, siendo además bastante factible que Tielemans, que ha arrancado como segundo punta la temporada, retrase su posición o incluso acabe compartiendo sector con Golovin. Evitando hacer conjeturas, la realidad es que el Monaco está sufriendo para salir por el carril central. Aït Bennasser está ofreciendo soluciones desde la conducción, pero todo es bastante individual y lo cierto es que ninguno de los dos pivotes está encontrando su espacio para conseguir ver el juego de cara.
La solución -y esto está siendo de lo más positivo del Monaco en este arranque de curso- está siendo la progresión a partir de pelota al pie a los laterales. Dentro de las dudas que pueden estar dejando en lo individual, Heinrich, Barreca o Sidibe están dividiendo marcas a partir de sus conducciones o toques en campo propio, y eso está derivando en la opción de recibir con más espacio en campo rival a Chadli o Rony Lopes. El pase hacia fuera o el envío hacia Falcao son alternativas a un problema que, con una presión armónica en los pasillos interiores por parte del rival, está haciendo sufrir mucho al Monaco.
El Monaco está viviendo de acciones individuales en este arranque de curso
Si son jugadas individuales lo que está permitiendo al Monaco avanzar metros, algo similar está ocurriendo en los últimos tres cuartos de campo de cara a generar ventajas. Probablemente todo viene derivado por esa falta de una estructura estable en el carril central, donde el doble pivote no termina de ajustarse tampoco a la hora de dar un apoyo por detrás del cuero en los ataques posicionales, así que el Monaco debe terminar jugada a través de un desborde exterior buscado por Rony Lopes, Chadli o Grandsir, o con un remate de media distancia de Tielemans.
La falta de consistencia en ese carril central está también derivando en dos problemas. Uno es que, a pesar de que Jardim tenga en sus laterales capacidad de sobra para dibujar jugadas resolutivas -más estando Falcao en el área-, casi nunca hay tiempo para que la incorporación en el ataque posicional sea realmente ventajosa par ellos, y por otro lado, el rival consigue correr con facilidad por los pasillos interiores, lo que está provocando un grave problema para Glik y Jermeson, que tienen que tomar decisiones arriesgadas a la hora de anticipar o proteger el espacio.
Veremos si Golovin consigue que el plan se estabilice. Desde luego, la composición de la plantilla debe ofrecer una estructura con pelota sólida, ya que el ruso y Tielemans tienen una jerarquía alta después de las salidas, Rony Lopes es un futbolista que debe sumar en contextos de posesión alta, y sobre todo la aportación de los laterales resultará clave para que Falcao consiga ser decisivo. Una incógnita a día de hoy, que está derivando en un Monaco bastante inconexo a pesar de la habitual capacidad de Jardim para generar sistemas que, al menos, han interpretado bien cómo proteger el espacio en su fase defensiva.
AdrianBlanco_ 18 septiembre, 2018
A ver si ante este contexto que analiza @David, ante lo mucho que viene sufriendo el Mónaco en su carril central, Griezmann consigue tener su primera gran noche de la temporada. Y ya no solo el francés, sino todo el colectivo. Es una noche importante para el Atlético.