Una zona para Carlos Soler | Ecos del Balón

Una zona para Carlos Soler


El Valencia CF de Marcelino García Toral ha compartido un denominador común a lo largo de estos tres primeros partidos: ante Atlético, Espanyol y Levante, el cuadro valencianista ha carecido de un desborde exterior que, en la visita de Diego Pablo Simeone a Mestalla, en su viaje a Barcelona o en el derbi de hace un par de semanas, le ha costado caro al técnico asturiano. Siete puntos de nueve posibles, por ser exactos, son los que ha dejado de ganar el Valencia con sus dos empates –Atlético y Levante- y su derrota –en Cornellà- en este primer mes de competición. No puede sentenciarse que este pobre inicio en lo numérico sea, única y exclusivamente, consecuencia directa de esta insuficiencia dentro del esquema, pero sí una parte representativa del tema en cuestión.

A este ‘nuevo’ Valencia le está faltando mucho desborde exterior

La llegada de Batshuayi y Gameiro al ataque, de Piccini y Diakhaby a la defensa, de Cheryshev a la banda y el regreso de Guedes a la misma dejaron entrever que la idea de Marcelino, al menos de base, era –y seguramente siga siendo- correr muchísimo más que la temporada anterior. De ahí, la llegada de futbolistas bastante rápidos al espacio, como pueden ser el punta francés o el volante ruso, así como la incorporación de un central (Diakhaby) que, por su constitución, se encuentra más cómodo defendiendo cerca de su área. Una intención que, si bien puede marcar una hoja de ruta para Europa, Marcelino aún no ha conseguido llevar a cabo en su rutina.

El conservadurismo del Atlético tras el cero a uno, el modelo de Rubi o el afán contragolpeador de Paco López, que para más inri debió defender el empate con diez futbolistas, no han sido los escenarios más propicios para que el Valencia haya podido dar rienda suelta a su nuevo método. Y de ese contexto, que en principio podría parecer circunstancial conforme a estos casos, es del que debe intentar escapar Marcelino cuanto antes. Porque el patrón, por ahora, está siendo el mismo todo el tiempo: sin regateadores puros dentro del esquema titular (con Soler, Cheryshev o Wass por fuera), el Valencia se viene atascando, una y otra vez, por una parcela: el carril central.

Carlos Soler actuó algo más por dentro en el derbi ante el Levante

Los movimientos, en cierto modo, están siendo muy parecidos a los de la temporada anterior: Parejo, en el doble pivote con Kodogbia (o Wass), está siendo el encargado de dar el primer pase, bajando muchas veces al lado derecho, entre Piccini –que sube hasta la divisoria- y Gabriel, para iniciar así un circuito que, salvo en contadas excepciones, suele involucrar a Kondogbia y Rodrigo por delante. Los movimientos del delantero español, de hecho, están siendo tan positivos como de costumbre: acercándose al balón, arrastrando una marca y, en función de la zona, girar sobre sí mismo para encarar o abrir de primeras hacia el costado; generalmente el derecho, donde el librillo de Marcelino, en vistas de lo que ocurrió en el Ciutat de Valencia, está modificando cosas. Y ya se van notando.

Y una de ellas es el posicionamiento de Carlos Soler. El valenciano viene de dejar muy buenos detalles desde ese mismo sector en la sub-21 de Luis de la Fuente, y ante el Levante se pudieron intuir por dónde pueden ir los tiros. Sin el arrojo de Ferrán Torres, que por el momento se está descubriendo como un potentísimo agitador desde el banquillo, Marcelino pretendió darle un espacio mucho mayor a su volante derecho cerca del área. Algo parecido a lo que también quiso hacer De la Fuente ante Albania: aprovechando la profundidad del lateral, en este caso Piccini, el empuje de este hacia arriba –llevándose a su par y desviando la atención del central sobre esa misma zona- es, en la amplia mayoría de los casos, sinónimo de ventajas, en tiempo y en espacio, para un futbolista del corte de Soler; que no se caracteriza por su explosividad ni su uno para uno.

De esta forma, aclarándole un poco más dicha zona, ambas partes deberían salir ganando. Soler, para empezar, podría sentirse mucho más cómodo desde la banda. Si ante el cuadro de Paco López ya se le percibió una mayor libertad en cuanto a sus movimientos, despegándose de la banda y picando entre la zona de tres-cuartos y el pico del área, esto podría darle a Marcelino hasta dos argumentos de mucho peso para, como dicta su método, seguir confiando en que el sitio de Soler está en el costado. Uno sería su pie derecho, el cual ganaría muchos enteros como principal herramienta para cargar el área –y sobre todo el segundo palo-; el otro, a la espera de que Guedes vuelva a asentarse en el once, es que el Valencia reforzaría el que, por nombres propios, sigue siendo su lado fuerte con balón.


3 comentarios

  • José Luis 15 septiembre, 2018

    Sigo manteniendo que cuando un equipo lo hace muy bien durante una temporada, al año siguiente debe tener alguna variante añadida, un complemento que haga diferente al equipo, que los rivales vuelvan a tener dudas al jugar contra ese equipo. Y Marcelino ha comenzado igual que acabó. Los jugadores añadidos pueden suponer cambio, pero ni son lo suficiente (Wass podría añadir algo novedoso a la estructura, pero Marcelino no lo ha utilizado para eso) ni hasta ahora cuenta con Guedes.

    Fijémonos lo que condiciona el fatídico mercado de fichajes. Un jugador llegado el último día de mercado que puede haber supuesto que el Valencia haya perdido ya 7 puntos. Es que si hablamos de fútbol, hay que hablar también de esto. Me cabrea tela este asunto. No tiene nada que ver el Rayo de ayer con el Rayo del primer partido de liga. Son diferentes por completo, pero los 3 puntos valen igual.

    Respecto al desborde valencianista, y contando con Soler para la diestra, bajo mi punto de vista falta un lateral que llegue más aún que Piccini y que Rodrigo tire mucho más diagonales a banda. Tengo para mí que la baja de Zaza (jugador de escasa técnica pero de presencia absoluta) le está haciendo más daño al equipo de lo que creen los valencianistas. Es muy personal, pero contra Espanyol y Levante, con Zaza se hubiese sumado más puntos. Es un jugador que en esos partidos se hace notar. Y se perdieron puntos por muy poco ahí.

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  • AdrianBlanco_ 15 septiembre, 2018

    @JoséLuis

    Un futbolista con una carrocería algo más potente que la de Piccini podría hacerle mucho bien a Soler y al Valencia, es verdad. Pero creo que arriba se puede desenvolver bastante bien con lo que pide Marcelino. De hecho, el italiano siempre me ha parecido mucho más completo arriba que abajo. E insisto, quiero seguir fijándome en lo de Soler. Porque con algo más de tiempo y espacio, esa diestra puede ser sinónimo de muchos puntos. Y, sobre todo, ayudaría a darle mucho más cuerpo al volumen de juego que el valenciano saca de ahí.

    Del Rayo, ya que lo sacas, ya hablaremos. Pero se empiezan a notar cosas muy interesantes en el proyecto de Míchel. Desde su salida de balón hasta la forma con la que cargó ayer el área ante el Huesca. ^_^

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  • David de la Peña 15 septiembre, 2018

    Pues fijaos que a mi Piccini me parece un complemento muy interesante para Soler y que está muy bien tirado por parte de la dirección deportiva. No sé si Soler necesita un lateral realmente fino y sí un jugador que rompa al espacio liberado y centre, y esa es una jugada que el italiano sabe ejecutar con continuidad y precisión. Quizás el problema está en la recepción previa de Soler, que no termina de encontrar un espacio bien potenciado, y es complicado porque al final en jerarquía, Parejo siempre va a tener antes el envío sobre Guedes y Rodrigo y al final Soler (lo vemos con la sub21), necesita intervenir más y que los compañeros le aclaren bastante su zona de recepción.

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