Dos segundas partes muy positivas en Vigo y Cornellà han sido suficientes para que el RCD Espanyol de Rubi se haya situado bajo el foco mediático de la Primera División. El cuadro blanquiazul, que empató en su debut ante el Celta y goleó al Valencia el pasado fin de semana, está transmitiendo muy buenas vibraciones en estas primeras semanas del campeonato regular. El equipo, en este cuatro de seis (puntos) que ha sumado hasta la fecha, ha adoptado planteamientos muy similares entre uno y otro encuentro: el bloque se está organizando en torno a un 4-3-3 cuando tiene el esférico, los centrales están ayudando a mantener la altura, sus extremos, al menos desde el principio, no están actuando todas las veces como tal, y el punta, aunque de apariencia bastante tosca, está sabiendo ser partícipe del reto, dentro y fuera del rectángulo del otro conjunto.
El pie izquierdo de Marc Roca está organizando al Espanyol
Y en medio de todos esos brochazos, los cuales Rubi deberá ir perfilando con el paso del tiempo, un nombre propio: Marc Roca. A sus 21 años, el de Villafranca del Penedés, en el club periquito desde que entrase a formar parte de las categorías inferiores, se ha convertido en el otro gran fichaje del verano para el Espanyol. Ya en Balaídos, en una tarde en la que los de Cornellà fueron de menos a más, como también ocurriría ante los de Marcelino García Toral, el mediocentro ha ido dando muestras de su enorme potencial. Haciendo de pivote, en un mediocampo de tres piezas –que hasta ahora ha compartido con Darder, Víctor Sánchez y Granero-, la interpretación y la lectura de la jovencísima promesa blanquiazul han sido claves para, en función del momento, organizar al equipo en el 4-3-3 ó 4-1-4-1 que ha dibujado hasta ahora el técnico de Barcelona.
Unos metros por delante de Marc Roca, como decíamos, el único que ha conseguido mantenerse en estos dos primeros partidos ha sido Darder, como interior izquierdo. Y en estas, la distancia que está asumiendo el uno para con el otro, y entre estos dos con el perfil derecho, está siendo realmente importante. Ya ante el Valencia, por citar uno de los dos ejemplos, el comportamiento de los interiores fue determinante para, haciendo uso de los envíos de Roca, darle la vuelta por completo a un escenario en el que Rodrigo y Parejo, de abajo hacia arriba, sirvieron como buena piedra de toque para el 4-1-4-1 de los de Rubi. Con Darder y Granero bien abiertos –por seguir con el ejemplo ya citado-, el Espanyol encontró una vía muy práctica desde el pie izquierdo de su centrocampista para posarse sobre la parcela del Valencia. Una disposición que Rubi, como es lógico, tendrá que ir matizando, pero que ya ha servido para esbozar una hoja de ruta, entre las recepciones y conducciones de Darder, por izquierda, y los toques de Granero, por derecha, para acercar al Espanyol al área contraria; donde Baptistao e Iglesias, por sus naturalezas, están destinados a entenderse bien.
Borja Iglesias está desenvolviéndose realmente bien en punta
De esta forma, cuando suelta el primer pase –cerca, muchas veces, de los dos centrales-, Marc Roca está viendo como los interiores, bien abiertos, proponen una línea alternativa –y para nada incompatible- a la profundidad de sus dos laterales; y que, cuando estos reciben, en función de la esencia de cada uno, el Espanyol activa una propuesta ofensiva que, cada uno en su punto, tiene por objeto atacar los tres carriles al mismo tiempo. Así, se está repitiendo en los primeros partidos que mientras Darder va hacia dentro, Piatti (ante el Celta) o Sergio García (Valencia) se encargan de ensanchar por fuera, bien para llegar hasta línea de fondo o acabar reforzando la corona del área; algo que por derecha, con Víctor Sánchez (ante el Celta) o Granero (Valencia) también está ocurriendo, aunque ahí, por la idiosincrasia de cada uno, además de asegurarse un cinturón más próximo a Roca en caso de pérdida, Baptistao está teniendo más libertad para ingresar por el pico del área. Una disposición que Rubi, poco a poco irá articulando, pero que este curso, a diferencia de los anteriores, obligará al Espanyol a realizar otro tipo de esfuerzos para buscar a su punta cerca del área.
Las posibilidades de Borja Iglesias cerca del área son muchas. El vigués, de espalda ancha y buena cintura, es francamente útil para descargar sobre él un juego más directo, así como para cargar el rectángulo del equipo contrario desde cualquiera de los costados. Ahora bien, ante contextos algo más abiertos, que el Espanyol ya se ha encontrado y se encontrará, como el otro día ante el Valencia cuando ganaba por dos a cero, Rubi deberá encontrar la forma de limar una de las grandes –sino la que más- asperezas de la corpulencia de Borja Iglesias: no es nada rápido. Y si Gerard Moreno, a decir verdad, tampoco se caracteriza(ba) por ser especialmente ávido con metros por delante, lo cierto es que la manera que tienen los dos de gestionar este problema no guarda parecido alguno. Así que en esas, mientras el catalán idea algo para potenciar a su punta en este tipo de escenarios, Iglesias, por lo pronto, puede ser una buena lanzadera para piernas como las de Baptistao, Piatti o Hernán. Todo ello sin olvidar que la zurda de Roca va por buen camino. Porque sus pases miran siempre hacia delante.
AdrianBlanco_ 29 agosto, 2018
¿Creéis que puede tener el plan de Rubi ante el Valencia? ¿Granero, Roca y Darder en un mismo mediocampo? ¿O acabará tirando de la veteranía de Víctor Sánchez? ¿Y arriba, quién acompañará a Iglesias y Baptistao? Sea como fuere, Rubi maneja opciones. Y en estos dos primeros partidos ya lo hemos visto. 😀