Han pasado dos años desde que el Leicester City se proclamó campeón de la Premier League, una de las historias más memorables del fútbol inglés y europeo en este siglo. De aquel equipo, tres piezas sobresalieron de un modo sumamente representativo, encajando a las mil maravillas en las características del sistema que ideó Claudio Ranieri para levantar el título. N’Golo Kanté, Jamie Vardy y Riyad Mahrez crearon un cocktail letal a través del fútbol de robo más contragolpe que no sólo construyó un campeón de la Premier sino que les permitió ser vistos como tres individualidades con capacidad para trasladar su progresión a colectivos y estructuras del máximo nivel.
El tiempo ha demostrado que Vardy seguramente sea un delantero más específico y menos moldeable pero el presente más reciente del consagrado Kanté y el tiempo que Mahrez ha pasado en el King Power Stadium han servido para constatar que los tres eran verdaderas realidades, hacedores de un reto, el campeonato inglés, que les correspondió por propia calidad. Y es por tanto que el interés que genera el movimiento que lleva al argelino al Etihad Stadium reside en su encaje y no en su nivel. Mahrez es una estrella desequilibrante a las órdenes de Pep Guardiola.
Mahrez llega a las órdenes de Guardiola para hacer lo que mejor sabe
Porque su llegada no es otra cosa que la búsqueda de un salto de calidad en una zona del campo en la que con más jugadores esperan al Manchester City. La explicación del fichaje dentro de un equipo que ya suma dos temporadas a las órdenes de un entrenador como Pep es seguir sumando calidad y recursos para mejorar lo que se ha ido quedando cojo en el día a día de un equipo que ya ha demostrado generar ventajas colectivas desde el pase y en el que la zona diestra del campo, la que estaba predestinada para Bernardo Silva, no ha producido el efecto deseado. Independientemente de la libertad de la que gozaba Mahrez en Leicester, el punto de partida del argelino será, con casi toda seguridad, el costado derecho. Si eso se cumple, y Mahrez parte desde la derecha, una zona desde la que su zurda y su panorámica se abre por completo, siendo en sí mismo una necesidad para el jugador, tocará comprobar cuánto podrá moverse Mahrez en el ataque posicional.
Antes de entrar en ese escenario, Mahrez será un plus potentísimo para transitar y contragolpear, y ahí sí debería tener cierta libertad para correr, relacionarse, conducir la pelota y cambiar de ritmo. Junto a Sané, Sterling o De Bruyne, el City podrá correr a gusto y sin ataduras. Cuando arme el juego desde atrás, Guardiola deberá otorgarle un papel concreto en el que Mahrez quizás necesite interpretar. Lo que a priori, por las características del jugador, tan desequilibrante con el balón en el pie, es que Mahrez no parece llegar a Manchester para modificar su altura y su posición. No parece Riyad uno de esos jugadores con capacidad para ordenar a su equipo, sino para desordenar al rival en un escalón superior. Ese camino le ha correspondido a De Bruyne y suena coherente y potente que Mahrez espere en un escalón superior. Abierto o por dentro, el argelino sumará regate, conducción y un giro sobre sí mismo muy valioso para reorientar los ataques y proteger la pelota ante acosos en espacios reducidos.
En su aterrizaje, Mahrez deberá aprender a fijar más su posición
Es ahí donde el fichaje suena sensacional. Mahrez es un jugador que prefiere recibir por delante del marcador, incluso por delante de dos líneas de cuatro en muchas ocasiones, abriéndose para crear una línea de pase exterior y tirar sus diagonales. Y ahí entra Guardiola para crear un escenario en el que, a diferencias de su etapa en el Leicester, no recaiga sobre su espalda la constante misión de crear la ventaja desde más atrá. Guardiola intentará que Mahrez rara vez baje a por la pelota, sino que mantenga la posición, reciba por dentro o por fuera, pero siempre con la ventaja de acelerar la jugada, donde su imaginación, su finta y su golpeo de balón marque las diferencias.
En ese punto de la jugada, Mahrez ha demostrado sensibilidad para perfilarse antes de recibir la pelota y sobre todo, de ser extraordinario jugando de espaldas aún recibiendo en inferioridad o en dificultad. Su talento para salir en ventaja de una situación complicada, rodeado o peor orientado, es de primerísimo nivel. Es en esa zona del campo, entre líneas y rodeado, donde Guardiola requiere de un perfil específico, escurridizo, con giro, con buen pie. Como Iniesta, Silva, Robben, Messi, Bernardo Silva o Raheem Sterling. Desde el punto de vista técnico y estilístico, Mahrez es un mediapunta perfecto para recibir presionado y liberar la jugada hacia la portería. Ahí, cuando el City encuentre a Mahrez, va a encontrar a uno de los mejores
theblues 5 agosto, 2018
Mahrez llega para jugar en una posición por la que estaban peleando Sterling y Bernardo Silva. Parece demasiado. ¿Quizá veamos al portugués retrasar un poco su posición esta temporada (sin el esperado Jorginho, en el medio del campo sí que parecen un poco más cortos de efectivos)? ¿O alguno de estos tres moverá su posición hacia el extremo izquierdo?