A las 20:45 horas de ayer viernes dio comienzo la 50ª edición de la 1. Bundesliga; el torneo regular llamado a ser la referencia europea en muy poco; el que ya hoy debería ser el ejemplo a seguir por muchos, aunque ninguno se dé cuenta. Como producto es perfecto. Estadios nuevos, césped verde, camisetas vivas, realización televisiva inmejorable… el dinero era una consecuencia inevitable ante tan buen trabajo. Ahora, en bonanza económica, el talento del exterior cada vez llega en mayor dosis. Dos de las últimas captaciones hablan alemán aunque no sean alemanes: Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka; los niños del Basilea. Los últimos verdugos de Sir Alex Ferguson. Jóvenes con talento y calidad que juegan al fútbol mirando la hora pero sin darse prisa. Aunque los demás corran al unísono.
El mejor es Shaqiri. Son distintos y tal, sí; pero Xherdan tiene un punto de determinación que le convierte en una apuesta más firme. Zurdo de banda derecha, tiene capacidad para ordenar un sistema desde su diagonal fuera-dentro incluso sin la necesidad de moverse, gracias a su sublime, pero sublime, desplazamiento en largo. Condimenta su juego con cierto desborde, sin llegar a Ribéry y menos a Robben, y su principal defecto hasta hoy ha sido su mal llevado sentido de la responsabilidad. De algún modo, lógico; porque cuando uno agarra la pelota y la velocidad de diecinueve cambia, ése lo nota. El problema para su explosión es su destino: el Bayern. El mejor canterano del club en mucho tiempo no puede jugar en su sitio predilecto porque allí está Arjen. Ahora son tres gallos y Shaqiri es el que menos pinta.
Xhaka tiene todo lo que hay que tener para estar sobrevalorado: planta, técnica, desparpajo, juventud y un estilo de juego tan escaso como admirado; actúa en la base y manda en la posesión. La verdad es que es muy bueno, pero lo de «mandar» le queda grande. Hoy por hoy, más bien encuentra soluciones parciales a cada jugada gracias a su visión -que no lectura- y la precisión de su zurda. Así empiezan casi todos éstos, no obstante. ¿Problemas? Indefinición posicional (¿quiere ser mediocentro o interior?) y cierta uniformidad en su paleta de golpeos. Físicamente no tiene presente, pero sí margen. Competirá. En cuanto a su destino, más apropiado que el de su ex-compañero es, al menos sobre el papel. A tenor de lo visto en la hecatombe de su Borussia Mönchengladbach ante el Dinamo de Kiev, Lucien Favre, el míster, le tiene reservados sitio y galones; junto a Luuk De Jong. Divertirán.
@DavidLeonRon 25 agosto, 2012
Hace tiempo que vengo pensando que Shaqiri igual ha elegido mal destino. Mientras siga Robben, poco espacio a va tener. ¿Lo veis jugando por dentro?