Línea por línea Juve y Mónaco han demostrado ser dos colectivos con identidades tan diferentes entre sí como coherentes respecto a sus propios recursos. Sin ir más lejos, los futbolistas que componen sus respectivas bandas izquierdas definen muy bien lo que son, lo que pretenden imponer al rival y, sobre todo, la manera que tienen de priorizar según qué aspectos del juego en detrimentos de otros.
El conjunto de Leonardo Jardim encuentra en el costado siniestro la forma más constante de generar caudal ofensivo a partir de las subidas de Benjamin Mendy y los toques de Thomas Lemar, pero esto a su vez condiciona su posterior defensa del mismo, que es bastante deficiente por las pocas ayudas del extremo y el escaso talento defensivo del lateral. Sea como fuere, todo esto conecta muy bien con un hecho: el Mónaco sale a marcar más goles que el rival, no a recibir menos. El ritmo alto, la presión adelantada, el dinamismo… Todo está enfocado a atacar. Sin embargo, en la Juventus vemos cómo Allegri ha encontrado una forma de optimizar su competitividad de una forma más concreta. Con Alex Sandro y Mario Mandzukic, el principal protagonista del cambio de sistema al 4-2-3-1, el conjunto bianconero ha sellado con firmeza un carril que sólo le interesa en según que momentos. Y de según qué maneras.
Mario Mandzukic está jugando más abierto de lo esperado.
La sensación es que la banda izquierda de la Juventus hace buena una máxima del fútbol reformulada de manera especial para este contexto: «no pierdas en la izquierda lo que ganas en la derecho». El conjunto italiano, como se ha podido comprobar ante Barcelona o frente al propio Mónaco, tiene en su sector diestro una suma de talento suficiente para desequilibrar a cualquiera defensa. La pausa y sentido de Dani Alves, los envíos de Pjanic, las superioridades que genera Paulo Dybala cuando cae allí, las conducciones y desborde de Cuadrado… El repertorio es importante y, por encima de todo, lo suficientemente variado como para adaptarse a cualquier situación, lo cual en la Champions vale como un gol fuera de casa: el doble.
Sobre todo porque la Juve no es precisamente el paradigma de equipo que en pos de potenciar sus virtudes tienda a descubrir sus defectos. Las bondades sólo salen a la luz, sólo resaltan, cuando los problemas parecen controlados o, como poco, minimizados.
Por eso Alex Sandro y Mandzukic tienen un peso estructural en la Juve. Su presencia en el carril menos transitado está reduciendo su impacto en ataque, pero su labor a la hora de racionalizar la ocupación de espacios está siendo muy importante. Al contrario de lo que se podía esperar, la participación del punta croata está más relacionada con la línea de cal que con el punto de penalti, pues aunque ese movimiento de ocupación del área existe cuando la Juve se instala arriba y Alex Sandro ocupa la banda, lo que está definiendo el juego de croata es su posición abierta en transición. Es cierto que ni de forma tan veloz ni manera tan directa como Cuadrado, pero el hecho de partir tan pegado a la banda como el colombiano resulta imprescindible tanto para hacer espacio a Paulo Dybala como para permitir a Higuaín una descarga constante hacia fuera. Así, la Juve siempre juega fluido. Encuentra constantes líneas de pases, permite aparecer a su jugador más talentoso y nunca se atasca a pesar de no ir sobrado de creatividad como conjunto.
En el plano defensivo Alex Sandro está sobresaliendo.
Y a la hora de defender, todavía mejor. Mientras Mandzukic ejerce de segundo lateral con la naturalidad con la que Buffon descuelga un centro lateral, Alex Sandro se está destapando como un activo competitivo de máximo valor. Tras cuajar una gran actuación ante Leo Messi, en el partido frente al conjunto monegasco mostró como su capacidad física y su concentración no sólo pueden ser útiles ante una tarea meramente individual, sino también a la hora de completar otras labores más colectivas. Ocupando el área, cortando líneas de pases, cerrando el segundo palo… Al igual que el croata, Sandro está siendo uno de los secundarios de lujo que necesita esta Juventus. Porque para aspirar a levantar una Copa de Europa es tan importante contar talentos que te acerquen a ganarla como disponer de una base sólida de futbolistas que eviten que te alejes.
Foto: FRANCK FIFE/AFP/Getty Images
dribleador 9 mayo, 2017
Pues una excelente nota previa al match. Para mí sentarme frente a la Tv para disfrutar de un equipo que juega articulando sus líneas para mostrar cómo y qué quiere hacer dentro de la cancha es motivo primero para disfrutar de un match. Ojalá fuera siempre igual de evidente .