No hace mucho, Neymar Jr. atravesaba su peor momento como jugador blaugrana. De septiembre a diciembre de 2016 el brasileño acumulaba semanas sin ver puerta, aparecía poco y cuando lo hacía la jugada perdía toda opción de mejora, fallando en el control, en el regate, en el remate o en el pase. Su momento de confianza rozaba el negativo, circunstancia sumada al mal momento de juego colectivo por el que pasaba el Barça. En general nadie estaba bien pero lo de Neymar iba más allá. Sin embargo y con el nuevo año, el brasileño, poco a poco, fue intentándolo más. Pedía la pelota, fallaba, pero repetía el intento. Y así, de la mañana a la noche, a una en concreto, la del 6-1, el ’11’ se consagró, firmando los tres mejores meses desde que aterrizó en Europa. Desde su explosión, se ha comenzado a verle con otros ojos; los rivales han de mirarle de otra manera.
La transformación es especialmente relevante porque va relacionada con el papel de Messi, la absoluta tranversalidad en el juego del equipo. El traspaso de poder incide en la iniciativa, donde el argentino, que en la primera vuelta del campeonato comenzó a situarse en el carril central y entre líneas, sin participar en los primeros pases y sumando cada vez menos apariciones en la medular, empezó a deber un protagonismo que Neymar ha acumulado de buen grado. Si bien su principal jugada sigue siendo la arrancada, que ahora realiza desde mucho más atrás, recibiendo el primer pase del central y llevándose consigo varias marcas por el camino en cada eslalon, sus trazos mezclan con un toque posterior; toques de continuidad, cambios de orientación y recepciones al pie para sentirse un generador de jugadas ofensivas. Neymar lo hace todo desde el momento 0, buscando crear él la primera ventaja en todo momento.
A nivel discurso, Neymar ha pasado a tener un papel protagonista en el Barça de 2017
Desde que Luis Enrique dio entrada al 3-4-3, en su visita al Calderón, colocando a Messi como mediapunta del rombo, el rol de Neymar ha pasado a ser el de un jugador con un radio de acción de 50 metros. Los mapas de calor del líder de Brasil dibujan una posición media más retrasada que la de Leo, equilibrando la balanza de importancia y protagonismo entre los dos costados. En el encuentro ante el Málaga, como también sucedió ante el PSG (foto), el lado fuerte del Barcelona, el que inició y construyó fue el izquierdo, allí donde Neymar recibe y ve once jugadores rivales por delante, tratando de crear y gestionar una jugada que no hace mucho le llegaba al pico del área para traducirla en ocasión de gol. El cambio experimentado no reside en los recursos a utilizar con el balón en los pies, pues nunca será un pasador como Leo, sino en estar presente una vez descarga la pelota tras arrancar, en permanecer activo posicionalmente para recibir de nuevo (foto abajo derecha) la pelota dos segundos después de haberla cedido.
En ese sentido, comparte con el Messi de la banda derecha la idea de que, a falta de un buen Iniesta, Neymar tiene a su mejor socio muy alejado. Neymar está haciendo de centrocampista (foto abajo izquierda) sin que a su lado pueda ceder ese escalón para pasar a ser delantero/extremo con la frecuencia que le gustaría a un atacante. Por eso, la actuación ante el Sevilla sirve de ejemplo para explicar esa ayuda que necesitaría el brasileño de cara a enfrentar a su rival de esta noche, la Juventus de Turín, un equipo que en su camino hasta este mes de abril, situando enero como principio del cambio definitivo, ha decidido, salvo sorpresa de última hora, defender con dos líneas de cuatro ciertamente particulares. Si bien el reparto zonal del ancho es proporcional y simétrico, Allegri tiene en Neymar el gran reto de esta temporada en lo concerniente a la defensa de una gran individualidad, dos en este caso, pues Messi sigue siendo la principal amenaza ofensiva, la moneda que más vale.
Ante la Juve, si el Barça juega en 3-4-3, Neymar no tendrá a un lateral que le libere
Massimiliano Allegri es un entrenador ortodoxo pero nada dogmático. Aplica su rigor en base a la plantilla que tiene, modelando sin grandes rupturas estilísticas tanto la herencia recibida como el crecimiento de la propia plantilla y la presión por ganar que viene manejando con naturalidad la Juventus en los últimos años. Esta temporada, el de Livorno ha trabajado un 4-2-3-1 en los últimos cuatro meses que se ha destacado por la ausencia de un mediocentro específico y dos líneas de cuatro que ubican a Juan Guillermo Cuadrado en banda derecha, eliminando, gradualmente y sin ruido, el poder que ofrecía la formación de tres centrales, formada por Barzagli, Bonucci y Chiellini. La baja de Marchisio al final de la temporada pasada, la entrada de Pjanic y el sacrificio de Mario Mandzukic han obligado al técnico a reconfigurar su fase defensiva.
Ante la ausencia de un mediocentro puro, Allegri decidió quitar un defensa central y sumar un efectivo más en mediocampo para equilibrar las fases del juego de los suyos. Para enfrentar a jugadores como Neymar, escalonar las ayudas y mantener siempre dos referencias en banda hacen del sistema de la Juve el más preparado, al menos numéricamente. Su principal problema residirá en cómo defenderá al Neymar más interior cuando se junte con Iniesta. En esa batalla, culés y turineses van a tener que ajustar problemas propios y virtudes ajenas, pugna en la que el Barça cuenta con una desventaja que puede hacer del lateral derecho juventino una de las claves sobre la defensa de Neymar Jr.
La presencia de Iniesta volverá a ser fundamental para generar superioridad cerca del brasileño
Todo hace indicar que Luis Enrique, ante la baja de Busquets, presente su 3-4-3, un dibujo que deja a Neymar sin la ayuda del lateral izquierdo en campo contrario para liberarle de la marca exterior cuando el ex del Santos traza sus diagonales. Con Iniesta muy pendiente de la gestión del juego en salida y elaboración ante la ausencia de Sergio, la amplitud volverá a ser siempre del brasileño, una función que puede permitir al lateral diestro de Allegri sumarse liberado, sea Alves o Lichsteiner, pues no hay lateral culé que fije ni interior que rompa hacia fuera para sujetar al ‘2’ rival. Al Barça le viene faltando esa figura que ate una marca por delante de Neymar cuando este inicia sus movimientos, sean con balón o sin él.
Para Allegri, esta circunstancia puede darle la tranquilidad que no tendrá por dentro. ¿Cómo mandar la ayuda de un pivote, en este caso Pjanic, si en la mediapunta, presumiblemente con Khedira, estará Lionel Messi? La opción de Massimiliano pasaría por introducir un tercer hombre en mediocampo pero el Dybala-Higuaín es innegociable y Cuadrado para la contra, jugando en el Juventus Stadium, parece tener un valor similar. Las opciones se reducen, por lo que poder defender en banda con más hombres que atacantes va a situar el rival será más tranquilizador de cara a preparase para el primer regate de Neymar. Ahí entraría la desventaja de la Juventus.
El rival que más daño ha hecho a la ‘Signora’ a este respecto es el Napoli de Hamsik, Mertens e Insigne (foto arriba izquierda). Cuando la circulación, fugaz y agresiva, de los de Sarri ha funcionado, ha sido con los movimientos eléctricos de un punta y su extremo izquierdo. Es cierto que el Napoli es un equipo realmente diferente en ritmo, agresividad y fluidez a este Barça pero si Iniesta y Messi se complementan con Neymar por zonas interiores, la Juve puede sufrir, perder altura defensiva (foto arriba derecha), robar menos y transitar peor; es un equipo vulnerable en zona de pivotes. Por eso resulta clave que alguien estire y ensanche para Luis Enrique. Si el asturiano encuentra en Iniesta ese centrocampista que reciba continuamente en zonas más adelantadas, y que Neymar amenace más arriba, el asunto pasará a mayores. Y ahí Neymar puede serlo todo.
Foto: Aitor Alcalde/Getty Images
Nacho_Blanco 11 abril, 2017
Si Sergio Roberto fuese el elegido para sustituir a Busquets como mediocentro, Iniesta no se veria tan obligado a descender a la base de la jugada y podria ser el centrocampista que reciba a la espalda de Khedira/Pjanic. Si los cules consiguen crear ese circuito Pique-Sergi Roberto-Iniesta-Neymar y que Messi viva muy cerca de la frontal, podran hacer danho a la Juve.
Quedaria el gran problema de quien compensa en el otro lado, quien hace funciones de lateral cuando la Juventus tenga balon y quien se come el marron de cerrar esa banda. Rakitic? El fisico de Denis Suarez? No hay muchas mas alternativas, salvo la del propio Mascherano como elemento extranho en mediocampo pero disciplina suficiente como para asumir el reto.
Ter Stegen; Umtiti-Pique-Jordi Alba; Mascherano, Rakitic, Sergi Roberto, Iniesta; Neymar, Messi; Luis Suarez.