España sub-21 estará en la próxima Eurocopa de Polonia sin ganar, también sin brillar, pero sin sufrir. La España de Celades jugó sus mejores minutos de la eliminatoria en el último cuarto de la misma, en el momento en el que más pudo confundir el marcador y lo visto en los 135 primeros minutos del cruce, cuando la sub-21, desde su plan con balón, no transmitió la sensación de ser capaz de ganar desde el protagonismo. Más competitiva que lúcida, la selección eliminó a Austria repitiendo precauciones, adaptándose a los tiempos y terminando con ligereza, cuando un par de ajustes y la experiencia de sus futbolistas ayudaron a conseguir el objetivo.
España salió con un plan similar al de la ida: precavido y adaptado
De entrada, varios cambios, en ambos conjuntos. De nombres en España, con Merino en el pivote, Saúl de interior y Óliver en lugar de Asensio, como cuarto centrocampista, partiendo desde la izquierda. Repitiendo plan táctico, España no mostró velocidad, mando y disposición para ganar desde la circulación. Mucha seguridad en los pases, laterales respetando la altura del balón y poca gente entre líneas, en un ritmo bajo que no tardó en ceder la iniciativa. Austria, sin demasiada espera, y forzada por la urgencia de marcar, comenzó a presionar arriba. España no obtuvo ventajas desde atrás y decidió replegar en un 4-1-4-1 premeditado, reflejo de lo que Celades tenía preparado para cada momento del encuentro. Austria forzó algunos saques de esquina y discutió balón y metros a su rival, pero un tiro a puerta en toda la primera mitad explicó la igualdad.
Borja Mayoral fue artífice del cambio en la segunda mitad
En la segunda, la selección se dio cuenta de lo que no estaba haciendo en la primera y lo que podía suceder si el encuentro se enrarecía sin dominador claro. Celades dio un paso al frente, dando a Mayoral la libertad necesaria para meter a su equipo en campo rival. Sin tanto envío horizontal, y con Borja dejando sin marca a los centrales, España giró el choque, comenzando a activar las zonas intermedias con pases verticales muy agresivos.
El ‘9’ del Wolfsburgo fue fundamental en su juego de espaldas, a cuya recepción acudían Saúl, Deulo y Asensio tras su entrada. España transpiraba y se juntaba para presionar con criterio y orden la pérdida. De repente, Austria se quedó sin contragolpe y acumulando jugadores atrás, mientras España, en un contexto a priori contrario, y sin espacios, parecía poder correr; agredía con balón y recuperaba rápido. Todo lo hizo en esa fase que suele confundir, cuando surge la duda de buscar o esperar. España buscó en el momento de la verdad y únicamente no ganó por no concretar, porque el juego ya lo había encontrado.
Cmarquez1995 16 noviembre, 2016
Qué segunda parte de Mayoral. Es verdad que falló dos claras, pero es que jugó de cine.
Por cierto, a ver si alguien que le haya visto más me puede echar un cable: ¿Mikel Merino es así de bueno?
He de reconocer que lo he visto muy, muy poco, pero su partido de ayer me dijo muchísimo; está para hacerle un favor a más de un equipo de La Liga.