Griezmann sin la poción mágica | Ecos del Balón

Griezmann sin la poción mágica


Todo ha sido muy repentino, pero los hechos no dejan lugar a la duda: Antoine Griezmann se ha erigido como líder de los franceses. Debe pesarle. Desde que el extraordinario Michel Platini hiciera probar a sus compratiotas las mieles del triunfo, muchos han sido los jugadorazos destinados a heredar su cinta y sólo uno, Zinedine Zidane, estuvo a la altura de lo exigido. Ni Papin, ni Cantona ni tan siquiera Henry lograron, como paladines, llevar a Francia hasta donde sus dos mitos más eternos. Tampoco Ribéry. Y justo en la época en la que dicha misión parecía recaer sobre los hombros de Pogba y Benzema, Griezmann se ha colado sin hacer ruido y ha devuelto a los suyos a la Final de un gran torneo.

El crecimiento de Antoine ha sido irregular pero considerable. La línea global no admite matices: es un hombre de cualidades notables esculpido en una cultura de sufrimiento que le ha convertido en una herramienta Portugal podría ser muy áspera para Franciaimpresionante para planteamientos tácticos donde su equipo parte en inferioridad. Su talento defensivo, su capacidad para dar oxígeno a sus compañeros juntando pases en campo contrario y, por supuesto, su descomunal puntería definiendo las pocas ocasiones de las que goza le hacen un delantero ultra diferencial en ese tipo de envites. Sin embargo, hoy jugará en el equipo propositivo, en el forzado a ganar, en el que no puede concederse una pose especulativa, y en ese territorio, su poder está por contrastarse.

Griezmann brilló como pasador en el Atlético de otoño, pero luego perdió esa chispa asociativa.

El Atlético de Madrid recuperó hace poco su condición de equipo grande y eso quiere decir, aplicado al presente, que necesita sumar casi 100 puntos para ganar la Liga. Para ello, disponer de recursos aptos de cara a abrir sistemas defensivos férreos resulta innegociable, y Simeone ha ido utilizando a Griezmann de una manera u otra según la etapa de la temporada en la que se estuviese. Entre las más curiosas de sus versiones destacó la del último otoño, cuando ejerciendo a veces incluso de interior en un 4-4-2 se le vio lanzar transiciones en plan Özil y sumar más asistencias que goles con todo lo que conllevaba aquello. Encuentros como el que disputó frente al Galatasaray en la fase de grupos de la Champions anunció un “update” en su fútbol que, a la postre, no se consolidaría. Ni cuando se le subió para que recobrase su rol de matador, ni cuando, tras el ingreso de Torres en el once titular, fue el madrileño quien acudió a los desmarques de ruptura. Así que cabía pensar que, sencillamente, Griezmann no podía aunar su faceta asociativa con su papel de goleador.

Su exhibición contra Alemania redefine a Griezmann y eleva la expectativa más de lo esperado.

Pero entonces se produjo su partido contra Alemania. La actuación del galo frente a la campeona del mundo tuvo trazos de lo que hacía Raúl González en la transición entre este siglo y el pasado, en el sentido de que pegó a sus desordenadas piezas tanto en defensa como en ataque, tanto sin balón como sin él, haciendo de todo lo que un jugador puede hacer sobre un campo excepto las típicas acciones individuales de los cracks más autosuficientes. Es decir, ante el mejor equipo de esta Eurocopa, Griezmann demostró que lo que enseñó contra el Galatasaray y lo que sufrieron meses más tarde el Barça y el Bayern Múnich eran versiones suyas que sí podían coincidir en el tiempo. Por lo menos, en algunas noches. Y no precisamente las más sencillas.

En cualquier caso, como se introdujo, el reto al que hoy se medirá supondrá dificultades diferentes -o añadidas-. La Portugal que se está viendo en los cruces es, por una cuestión estilística, una selección un tanto desagradable para gran parte del público, Qué cerca o cuán lejos esté de Pepe será clavey en virtud del análisis neto, se impone señalar que adolece de defectos futbolísticos muy profundos. En especial, cuando se ve forzada a llevar el peso del juego. Pero por no por ello pasa a ser riguroso ignorar sus evidentes virtudes. Ante el equipo cuya defensa lidera Pepe, ni un solo combinado ha transmitido vibraciones ofensivas estimulantes. Algunas anduvieron muy inspiradas en su hombre a hombre (Islandia, Hungría) e incluso así, como colectividades, ninguna alcanzó el ritmo que se divisó en sus encuentros más dinámicos. El poderío físico de su medular, el compromiso del colectivo entero y el extraordinario factor Pepe -que tiende a expandirse como un virus cuando le atacan delanteros tan lentos como Giroud- han hecho del combinado de Fernando Santos el típico adversario que mina las posibilidades de la estrella rival.

Francia necesitará al Griezmann más participativo y agudo, al del arranque contra Alemania.

Lo más fiable para Francia y cómodo para Griezmann sería depositar al del Atlético en el último tercio, o incluso en el último cuarto, del terreno y fiarlo a la definición pura y dura, sujetando de ese modo en la medida de lo posible la influencia del central Pepe y acercando al crack a la zona de rechazos, pero no se atisba la manera en que la selección de Francia fluya lo suficiente y cree lo bastante sin la versión más intervencionista del rojiblanco, sin esa que superó a los alemanes. Y nunca ha conseguido dominar un partido regido por esas reglas. Sería el primero. Lo cual no quiere decir que sea imposible. Siempre debe haber una primera vez.

En síntesis, las circunstancias son claras, no conducen hacia la duda. Portugal tratará de reducir al mínimo las capacidades francesas a partir de tratas basadas en el arte de defender -o de competir sin balón, que no siempre es lo mismo-, lo cual arrebatará a Griezmann el contexto que le consagró como estrella contra Messi, Guardiola y la campeona del mundo. Pero atendiendo al grado de determinación que está exhibiendo, al nivel de confianza que ahora mismo atesora y a esos episodios aislados que desvelan, aunque de forma inconexa, que este hombre es capaz de muchas, muchas cosas, la fe en que Antoine supere el reto está del todo justificada. Es como cuando Asterix perdía la poción mágica y debía pelear contra los romanos. Había más suspense, pero aquella pequeña aldea situada al noroeste de la Galia nunca fue invadida por ningún Julio César.

 
 

Foto: BERTRAND LANGLOIS/AFP/Getty Images


7 comentarios

  • José Luis Polo 10 julio, 2016

    Bajo mi punto de vista Platini y Griezmann no son comparables. Platini era un creador de juego y un buen finalizador. Griezmann es un finalizador qué en algunas ocasiones puede crear juego y dar asistencias. Pero el estilo de juego de ambos es muy diferente. Quién haya visto jugar a Platini estará de acuerdo conmigo en qué era considerado un media-punta. Sin embargo Griezmann es un punta cuyo objetivo principal es hacer goles. Y hoy vamos a ver si realmente el Atlético está en condiciones de demostrar su rol en su Selección. Recordemos qué enfrente va a tener un defensa qué le conoce muy bien. Pepe le va a poner muchas dificultades para qué pueda moverse en las cercanías del área con facilidad y además habrá que ver cómo soporta la presión el francés. Él y su selección tienen que ganar sí o sí y eso puede pasarle factura. Creo sinceramente qué Francia será campeón,pero Portugal está también muy necesitada de serlo. Y en una final puede pasar cualquier cosa. Lo qué si está claro es qué Griezmann ha demostrado ser un gran delantero en ésta Eurocopa. Y si Francia gana, estará en deuda con él.

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  • Abel Rojas 10 julio, 2016

    @ José Luis Polo

    En ningún caso se establece una comparativa. Se habla de una cuestión de liderazgo. Tampoco hay relación entre Zidane o Henry o Ribéry o Papin, por citar otros candidatos a líderes que están en el texto.

    En cuanto a lo de que si se ha visto a Platini se opina que es mediapunta, me parece debatible. Es mediapunta de los 80. Si alguien lo ve ahora, le encuentra más similitudes con un Xavi o un Modric con muchísima llegada que con un Riquelme o algo así. Platini empezaba todas las jugadas en la zona del mediocentro. Bastante más abajo que Zidane, por ejemplo. Sencillamente era otro fútbol, donde la presión se estilaba mucho menos y donde por lo tanto no tenía tanto peso el jugar entre líneas.

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  • Sin Balón 10 julio, 2016

    Para mi el duelo Pepe – Griezmann será el que desequilibrará la balanza. Son los dos hombres más en forma de las dos selecciones y los que han llevado a sus equipos a la final, veremos quién lo gana.

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  • hola1 10 julio, 2016

    Grandisimo articulo.

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  • Carlos Ramos López 10 julio, 2016

    El Griezmann que se vio contra Alemania será el que pese más en el partido ya que si su rol es el de más cerca al área Pepe tiene más las de ganar. En cambio, si su rol es más intervencionista hará que se activen Payet y Pogba, Giroud fijaría a los centrales y ahí tendría un hueco entre líneas para hacer daño como llegado. Recordemos que W. Carvalho es de nivel bajito y el verdadero escollo a superar es Adrien y se ve a Antoine capacitado para superarlo por lo menos un par de veces. Viendo este posible escenario, no me sorprendería que Pogba termine pesando bastante y se de, por fin, su gran partido en esta Erurocopa. Ojo con él

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  • dribleador 10 julio, 2016

    En la seleccion se ve un Griezmann más libre en la creación, más suelto, donde puede mostrar si se precisa su capacidad defensiva -aprendida imagino en el Atlético- ahh de paso prreguntarle a Payet que quiere decir defender, contra Alemania le dió la parálisis – pero no es ahí donde lo veo contra Portugal sino en el mediocampista punta organizador del juego que llega al área a pasar, hacer paredes, dar pases determinantes, finalizar la jugada, en ese orden. Ponerlo solo en punta es para mí limitarlo. Tiene que mover la pelota y moverse él de continuo así es como más brilla. Su compañero ideal, Payet está claro. Quiero ver a Martial pero es de di´ficil ubicación a no ser que se saque a Giroud, yo haría eso. Quiero ver un futbol técnico que empareje el de los mejores en eso a los de Portugal:Nani, Joao Mario, Andrés Gomez,Quaresma, Renato Sanchez por ej.

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  • Abel Rojas 10 julio, 2016

    @ Carlos Ramos López

    El tema es que ser el Griezmann que jugó contra Alemania es bastante más difícil contra Portugal que contra Alemania.

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