Desde la generación de Iniesta y Torres, las selecciones inferiores de España casi siempre han contado con la gran estrella de su edad. Por citar algunos nombres, Silva, Cesc, Thiago o Isco apuntaron a futuros balones de oro. Es más, en la actual sub-21 están Asensio y Deulofeu, que dominaron torneos sub-19 con contundencia casi messiánica. Por eso chocó tanto que un chico croata más joven que ellos, Ante Coric, pareciera ayer, con diferencia, el jugador más talentoso sobre el verde.
Coric ofreció el típico concierto del joven súper fenómeno.
Perica dominó a los centralesLa posición de Coric fue cambiando entre el interior izquierdo, el extremo izquierdo y la mediapunta -con ese orden de aparición cronológica-, y con independencia de la zona en la que participase, su espectacular control del balón y su criterio, tacto y puntualidad a la hora de soltarlo azotaban el partido siempre que entraba en juego. El capitán y pivote croata Pavicic, con sus pases cortos, y el delantero centro Perica, con su sometimiento físico a los centrales españoles, le dieron pie al show.
La mala actuación de Kepa explicó parte del severo resultado.
España adoleció de inocencia. Para empezar, Óliver tiró de galones y fue quien más influencia tuvo sobre la posesión, lo cual pudo no ser buena noticia. El ritmo asociativo era bajo, y la dirección del ataque, poco ambiciosa. Mantener la pelota parecía más prioritario que usarla para herir. Como agravante, la configuración ofensiva tampoco ayudó.
El tridente estuvo formado, de izquierda a derecha, por Asensio, Munir y Deulofeu. Gerard, como Óliver, reclamó el protagonismo y utilizó la mayor parte de las posesiones, y lo cierto fue que con acierto, pues volvió loco al lateral croata como hace con cualquiera que se expone a un uno contra uno frente a él, pero la selección no tenía modo de rentabilizarlo: Asensio no acudía al remate, los interiores no llegaba al área y Munir, que es sutil pero poco intimidatorio, inquietó muy poquito.
El único aval español residía en su insistencia, la que le facilitaba Saúl, que se infló de contar transiciones en campo rival y de ofrecer nuevas oportunidades a sus compañeros. Al menos, así fue hasta el minuto 54, cuando entró Pedraza -extremo izquierdo- por Ceballos y Asensio tomó sitio de interior/mediapunta derecho. Con Marco a pie cambiado, la ofensiva española multiplicó su peligro, creó ocasiones suficientes incluso para meterse en la pelea por los puntos, pero la pelota no entró y quedó petrificado el durísimo 0-3. La clasificación se ha complicado.
oriol 25 marzo, 2016
chicos, estaría genial que entre la Información del artículo, incluyerais el partido jugado y el resultado final. Sé que es algo que la inmensa mayoría de veces ya sabemos los que entramos aquí a ver el resumen, pero hay contadas ocasiones (como me ha pasado a mí esta vez) donde uno entra un poco verde y se pone a leer el resumen de un partido sin saber nada sobre él.
un saludo