El fichaje de Jorge Jesus por el Sporting de Portugal se convirtió en una de las noticias más impactantes del pasado mercado veraniego. Cuando en 2009 llegó al Benfica y fue capaz de llevar a las vitrinas de Da Luz el título de liga en su primera temporada -después de cuatro triunfos consecutivos del Porto- se convirtió inmediatamente en ídolo de las águilas. El éxito que supuso el resto de su carrera en el club está fuera de toda duda, después de otros dos títulos ligueros más, varias copas, y los dolorosos -aunque prestigiosos para él y para el Benfica- subcampeonatos de Europa League. Un balance que no fue suficiente para que los encarnados le valorasen económicamente tanto como el técnico consideraba justo, y este mismo verano regresó al club en el que creció como futbolista y que es gran rival del Benfica. Sus primeros pasos en el Sporting, tras arrebatarle la Supertaça a su ex equipo y alcanzar el liderato en liga tras arrasarles este fin de semana (0-3), están siendo casi perfectos, con la única espina de la eliminación en el playoff de la Champions a manos del CSKA de Moscú.
Sus únicos tropiezos han sido ante equipos rusos en competiciones europeas.
El Sporting de Jorge Jesus se parece a lo que siempre fue su BenficaEs una evidencia que el fútbol es de los futbolistas, y que un entrenador trate de poner en práctica ideas similares a las que le llevaron al éxito en etapas anteriores es un riesgo que, lógicamente, muchas veces acaba en fracaso. No está siendo el caso del Sporting y Jorge Jesus, que -y evidentemente este debió de resultar un argumento clave para que su contratación se llevase a cabo- se ha encontrado con un tipo de plantilla que le permite reproducir algunos de los principales conceptos que resultaron claves del éxito de su lustro en el Benfica. Futbolistas muy dinámicos y adaptables a varias posiciones, con varios nombres propios que configuran una de las plantillas más potentes del club en los últimos años. El Sporting solo ha perdido dos partidos en lo que va de curso –contra el CSKA en la vuelta del play off de Champions y ante el Lokomotiv en la primera jornada de Europa League-, suma 20 puntos de 24 posibles y en los últimos cuatro partidos oficiales ha marcado 17 goles y ha recibido 2.
Lo primero que trató de hacer Jorge Jesus fue inyectar una descarga eléctrica al juego del equipo, lo que llevó a un ritmo frenético en sus primeros encuentros. Además, la baja de William Carvalho y la elección de Adrien Silva y João Mario como centrocampistas centrales potenció esta circunstancia, aunque sea cual sea la configuración de su medio campo parece claro que el plan base del equipo es presionar y, si consigue robar, atacar con mucha verticalidad. Jorge Jesus organiza al equipo en su clásico 4-1-3-2, lanza a su doble punta sobre la salida rival, coloca a los dos extremos a buena altura para evitar que tenga una línea de pase clara hacia fuera, y el acompañante del mediocentro se proyecta para que la salida hacia dentro tampoco sea cómoda. Así ahogó al Benfica en la Supertaça y en el enfrentamiento liguero del fin de semana, y quizá fue algo que echó en falta con la adaptación que hizo en el partido de vuelta en Moscú, al sentar a Slimani y meter un centrocampista más.
Islam Slimani y Teo Gutiérrez definen futbolísticamente al Sporting de Jorge Jesus.
Y es que este Sporting es un equipo que parece estar construido a partir de su pareja de puntas, porque el hecho de que estén Slimani y Teo Gutiérrez en el campo condiciona la forma de atacar y la forma de defender. Ensuciar los primeros pases del rival depende mucho del trabajo de ambos, lo que lleva a que esa presión agresiva resulte más efectiva, y las opciones del equipo con balón se multiplican cuando el poseedor levanta la cabeza y ve a ambos moverse por delante. El dinamismo de ambos es total y entre los dos dotan al ataque de un sabroso cóctel de desmarques de apoyo, ruptura, capacidad para chocar, juego aéreo o recursos asociativos. Al fin y al cabo, son dos puntas de características muy diferentes, y Slimani con su exuberancia física y Teo con su buena lectura de juego permiten abarcar muchas situaciones distintas. Freddy Montero, la tercera opción, es un futbolista más bien para acabar sus jugadas en el área, aunque es una alternativa de calidad para mantener el dibujo.
La ausencia de André Carrillo está restando desequilibrio al equipoLa estructura de medio campo ha ido variando, y hay que detenerse en dos nombres propios. En primer lugar, en la figura de William Carvalho, que arrancó el curso lesionado, lo que llevó a un Sporting muy frenético. El internacional portugués tiene un punto de pausa cuando recibe la pelota que permite al equipo agruparse más veces alrededor del balón, y además, hace subir un escalón a Adrien Silva, el otro centrocampista con más calma en la plantilla a la hora de ejecutar, desplazando a João Mario a una banda, donde sus eléctricas conducciones ocurren con menos frecuencia, y además suceden en zonas donde una posible pérdida no es tan arriesgada. El segundo nombre es André Carrillo. No renueva el peruano su contrato y eso está llevándole a no ser utilizado por Jorge Jesus, y es una pérdida importante. Hablamos del jugador más desequilibrante de la plantilla, y no contar con él resulta un problema, sobre todo a nivel de desborde. Por tanto, con Bryan Ruiz completando el cuarteto de medio campo, el Sporting tiene la capacidad de bajar el ritmo sin renunciar a la profundidad nada más recuperar la pelota que le da su pareja de puntas.
Paulo Oliveira, otra de las promesas de Sporting, está ayudando a compensar el sistema.
Evidentemente, le queda al Sporting ajustar ese riesgo que supone lanzarse tan arriba a por el rival, y equilibrar esa verticalidad con pelota a través de respuestas defensivas, además de con esa configuración de medio campo que sea capaz también de pausar los ataques. Contra el CSKA de Moscú, tanto Doumbia como Musa castigaron la espalda de la línea defensiva en el momento en que un pasador podía colar un envío vertical, y Nico Gaitán, el pasado domingo, también fue capaz de hacer daño con algún movimiento al espacio. Aquí entra en liza el nombre de Paulo Oliveira, un prometedor central habitual con la Sub-21 portuguesa. Oliveira tiene capacidad para anticipar, y esa gestión de los espacios a espalda del medio campo resultará clave en el éxito de este nuevo Sporting de Jorge Jesus. Cierto es que, sobre todo en el Porto, los leones tendrán una competencia durísima de cara a recuperar el trono de la liga portuguesa, que no ocupan desde el año 2002, pero también lo es que la palabra imposible se ha borrado de la cabeza de sus aficionados desde que su nuevo técnico se sentó en el banquillo del Sporting. Los primeros meses de trabajo están confirmando que pelear el título no es algo, en absoluto, utópico.
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@polmadur 27 octubre, 2015
Me encanta Jorge Jesus, he sido un enamorado de su Benfica, lástima esas dos finales de UEL perdidas que le podrían haber elevado a la categoría de mito moderno de los águilas. Y ahora, recién llegado a Sporting, sigue su rumbo, entrenador TOP.