Rondón lloró de felicidad. Venezuela había perseguido una victoria semejante desde hacía mucho tiempo, y le había señalado como el icono de la generación que se la daría. Cumplir la expectativa de tanta gente y hacerlo a su manera, con un cabezazo que prendió de potencia un globo lleno de helio, le rompió por dentro y le llevó a exteriorizar con lágrimas lo que, para él, es hasta hoy el momento de su carrera.
Vargas es la pausa del ChitaAun así, aunque fue el protagonista de la noche, no sería el comandante del juego. La selección de Noel “Chita” Sanvicente nace, crece y madura en su banda derecha, compuesta por Rosales como lateral, Rincón como pivote y Vargas como extremo. Rosales, tras sus 10 meses en La Liga, se ha convertido en una fortaleza defensiva de gran calado. Venezuela se hace fuerte en su lugar. Además, saca la pelota con confianza. Quizá porque su mediocentro es Rincón, el que juega en el Genoa. Lo hace muy bien. Se ofrece sin descanso, orienta el ataque por donde debe e incluso cuela varios pases por partido de los muy peligrosos. Muchas veces, hacia Ronald Vargas, que es el distinto. Vargas es quien se para en ese ataque. Genera orden, calma y confianza. Sin recurrir a la espectacularidad, el sector derecho de la Vinotinto dominó el encuentro durante dos tercios del mismo.
James, tras un primer tiempo escaso, se activó en el segundo.
Tras el gol de Rondón, la estrella de Colombia cambió el guion porque cambió su propia pauta. Hasta entonces, James había desarrollado su rol del Mundial de Brasil, ése que le fija en la zona izquierda y alta del ataque cafetero a la espera de que enganche una posesión decente y realice el detallazo del triunfo. En este caso no fue suficiente porque, sin su concurso en labores de dirección, los de Pékerman ni siquiera lo alcanzaban. Su doble pivote resulta espeso y Zúñiga, auténtico motor de los mejores momentos de Colombia, no atraviesa su mejor momento. Así pues, James se vio forzado a abandonar el plan inicial y recurrir a la versión que le consagró internacionalmente, la que mostró contra los brasileños en aquellos cuartos de final. Empezó a bajar, a pedirla, a conducirla y a intentar marcar la diferencia en cada acción mientras sus compañeros se abrían para ofrecerle el aclarado, como sucede con los jugadores franquicia en los equipos de baloncesto. En ese marco, el portero Baroja se sintió amenazado, que ya era un avance. Pero no resultó suficiente. Vizcarrondo, que es un héroe errante como nuestro Quijote, encabezó la resistencia de su país. Con sumo éxito.
hola 15 junio, 2015
Me gusto mucho lo de Venezuela, y vaya escandalo el partido de Rondon(al menos los minutos que pude ver del partido).
Por cierto, que mal que se ve Falcao, es que es un nivel muy pobre el que esta dando. Mou arriesgaria mucho si lo quiere para su Chelsea.