Pocos estadios como Vallecas demostraron los problemas del Valencia de cara a puerta. Y eso que, también Vallecas, ofreció, como a todos, un contexto propicio para generar lo que a los ches tanto les cuesta cuando abandonan Mestalla. Ante todo, llamó la atención la manera en la que entendió cada contragolpe y qué jugador fue el que más lo finalizó. Quizás por ahí se explique el escaso 1-1 con el que se cerró el encuentro.
Lo más productivo para hacer daño al Rayo Vallecano es tirar de dos extremos. Una doble punta o una línea de tres mediapuntas que buscan la asociación interior tiene algo menos de sentido salvo que uno de los delanteros de la dupla sea muy móvil y active las bandas, que formes un 4-2-4 o que alguno de tus mediapuntas sea muy veloz. Los de Jémez, donde los pases de Trashorras se han reducido notablemente en favor del juego exterior de laterales y extremos buscando el envío al área, no han impedido que haya espacios para correr por fuera, algo que asume por definición. Como el Valencia asegura el despeje desde el corazón del área y André Gomes a espaldas de la presión saca a sus compañeros con su posicionamiento, el Valencia podía galopar.
Rodrigo fue el mejor, pero no le vino mal al Rayo
Ante este contexto parece apropiado apostar por extremos en banda natural que alarguen el campo. Con Gomes conduciendo y Parejo siempre llegando para cerrar el pase atrás, Valencia, con problemas en la finalizaciónla ocasión tiene varias vías: punto de penalty, segundo palo y llegada desde atrás. No es un secreto que los de Nuno tienen problemas para representar individualmente el gol. Negredo lleva 5 goles, Alcácer 7 y Rodrigo 3, por citar los de más nombre. Es Parejo quien lidera con 11. Más allá del acierto, subyace cierto déficit a la hora de tomar decisiones en el último tercio, algo que hemos comentado en ’38Ecos’, principalmente significativo cuando enfrentó a los grandes.
¿El añadido puntual en el partido de ayer? Que la diagonal interior de Rodrigo recibiendo al pie dio tiempo al Rayo para reubicarse. Cuando el Valencia ataca en posicional, los movimientos interiores del ex-Benfica, así como sus diagonales, cobran mayor sentido, pues dan tiempo a su lateral, se ataca de manera agrupada y en superioridad numérica por dentro, mezclándose más el juego. Pero ante el Rayo, dos piernas situadas en banda natural aseguran un remate más directo y limpio. Esa misma diagonal de Moreno para buscar disparo o ceder a Piatti al segundo palo no produjo su beneficio, por lo que Nuno dio entrada a Feghouli por Piatti en el descanso, colocando a Rodrigo a pie natural. Quede constancia: Rodrigo seguramente fue el mejor de su equipo en la primera mitad, pero las particularidades del rival y la poca pimienta de sus acciones y las de Negredo dejaron un 1-0 raro. En la segunda se redujo muchísimo cada intervención del ’17’, no obstante, salió ganando Gomes y sus conducciones.
Kakuta sigue ofreciendo un fútbol de un altísimo nivel
A quien si le vino bien un extremo a banda cambiada mientras se mantuvo con 11 fue al Rayo. Los sistemas de cada equipo dibujaban un potencial 3 vs 2 del Valencia en el centro (Enzo-Parejo-André vs Trashorras-Fatau). Si bien, como decíamos, el centro al área soluciona y reconfigura el tipo de pase de la franja, es Kakuta, uno de los jugadores de la temporada en España, quien ofrecía siempre una opción abierta -a espalda de Gomez- o cerrada -dando espacio y suma al ofensivo Tito- para igualar en número en el carril central. Más allá de su producción o acierto técnico, Gaël Kakuta es un muy buen futbolista.
El francés llegó a España como una de las múltiples cesiones rayistas, de las llamadas trampolín. Su crecimiento nunca dejó indiferente. Explosivo y técnico como para esperar una mera individualidad, sus meses a las órdenes de Paco han sido de lo más fructífero del curso. Ha demostrado talento para el pase entre líneas, combas fantásticas, buenos disparos, capacidad para el uno contra uno, buen juego de espaldas cuando se mueve para dentro y pausa para ceder atrás con la que su equipo pueda arrugar más al contrario. Todo ello en la justa medida de su actual realidad. Si no, estaríamos hablando de Leo Messi.
sobris 1 mayo, 2015
Y que me dices de Feghouli Alejandro? Yo muchos partidos que le veo es un jugador que si, trabaja, pero le falta ese desborde y esa magia que se le presuponía cuando llego al Valencia (también le falto en el mundial con Argelia). Que me dices de el?