La última película del checo Jiri Menzel cuenta las cómicas andanzas de un destartalado camarero obsesionado con hacerse rico, dibujando a su paso un retrato de los cambios políticos y morales sufridos en Europa en las primeras décadas del siglo XX. Tras pasar quince años encerrado en la cárcel, es a partir de sus recuerdos como establecemos un lienzo sobre su vida, que a través de la comedia tan solo busca redimir los errores de una época que en su afán de éxito no comprendía.
Y son más de quince años, exactamente dieciséis, los que han pasado desde que la República Checa llegará a la final de la Eurocopa de Inglaterra, el momento más cercano a la inmortalidad que ha alcanzado una selección a la que nunca le ha faltado el talento, pero a la que quizás los tiempos no le han acompañado. Los Bejbl, Poborsky y Nedved ya se han ido, pero si los que están ahora por un momento recordaran lo que en 1996 aquellos fueron capaces de lograr, verían factible poder reinar, para aunque sea por un día dejar de seguir sirviendo a los reyes de Europa.
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Referencias:
Revista Magnolia
Antonio M. Arenas
@IgnaciCrogmanon 12 junio, 2012
Esta sección es lo mejor de Ecos del balón. Un verdadero lujo. Felicidades.