Si obviamos a estrellas mundiales como Cristiano Ronaldo o Diego Costa, es lógico pensar que Antoine Griezmann posee el mejor desmarque del campeonato nacional -nos lo permite pensar Alexis Sánchez-. Hay momentos del juego donde el defensor no puede hacer nada, bien sea en cinco metros o en 30, por fuera o en diagonal. O se trabaja en bloque, al menos en la última línea, o el francés hace su salida válida hacia la meta. Su rival de hoy, el Celta de Vigo, carece, de nacimiento, de principios de juego que dejen a cero a Griezmann, un tipo potencialmente dañino para un sistema que puede hacerle revivir.
Antoine vive su peor momento goleador del curso, con siete fechas a cero, superando las seis jornadas iniciales en las que el zurdo estuvo sin ver puerta –no presente en las dos primeras-. El rubio galo ha conseguido convertir en 12 jornadas, en las que la Real ha obtenido un balance de El ‘7’ acumula siete fechas sin ver porteríanueve victorias, dos empates y una sola derrota, en el Santiago Bernabeu. Datos en mano, su puntualidad rematadora está íntimamente ligada al rendimiento colectivo. Y en Balaídos quizá no tenga excusa, pues es en el feudo celeste donde los rivales siempre pueden correr. El plano de cámara es de los más inquietos de los veinte estadios de Primera: líneas adelantadas, ritmo alto, muchísimas ocasiones… Sumando que la Real se caracteriza por entregar la pelota y desplegarse a través de su contragolpe, uno de los hombres del encuentro puede ser Antoine, importante en caso de que la Real salga sonriendo de Vigo.
Es muy probable que la Real Sociedad gane si Antoine marca
Por su parte, el Celta de Luis Enrique presenta un problema estructural, y es que no defiende colectivamente, sino a través de su fase ofensiva y su zaga proyectada. Sus interiores vuelan altísimo para crear superioridad en banda y mediapunta, con lo que si el ataque no se finaliza el campo se alarga en la dirección contraria, con todo el celtismo compadeciéndose de su mediocentro. ¿Cómo ajustar los movimientos de un futbolista como Griezmann? En el caso del Celta siempre hay que mirar a lo que haga con la pelota, si bien estando la Liga en la jornada 33, donde un punto es equivalente a una victoria de la jornada 15, sujetar alguna pieza compra algún que otro boleto. Tres ideas sobre las que debatir:
Anticipación. Trabajo intenso en la presión sobre el principal lanzador, Canales –puntualmente dañino sobre la soledad del ‘5’ vigués-, y compañeros más retrasados. Dar tiempo al lateral a marcar la espalda si recibe al pie o ajustando colectivamente con el fuera de juego, algo siempre arriesgado.
Distracción. Volcar la ofensiva por la banda contraria, acercando al mediocentro y el interior zurdo para crear superioridad sobre Zurutuza y Carlos Martínez. Si Vela baja a ayudar, victoria doble para Lucho. En la ida, el mejicano marcó cuatro goles a los gallegos.
Prudencia. Sujetar a los interiores o a los laterales en fase ofensiva. El equipo pierde algo de coherencia interna e identidad, pero el factor puntuación puede producirlo. El 4-1-4-1, mencionado anteriormente, acumula muchos jugadores por delante del balón, con movimientos muy agresivos y mecanizados.
Si hay un movimiento que Griezmann maneja con enorme determinación y que al Celta le cuesta especialmente desde su etapa con Paco Herrera, recién ascendido, es dañar la zona alejada de la pelota. La obsesión viguesa se ha de centrar justo en este punto, y como el fútbol dispone de tantos caminos para neutralizar una adversidad, sólo queda disfrutar. En una u otra dirección.
anonimo 12 abril, 2014
Creo que el mejor desmarque del campeonato lo tiene Alcacer.