La vida, que es líquida, hace unos años hizo que el destino de dos hombres se cruzara. Entre aeropuertos, millones y contratos, Nemanja Matic y David Luiz nunca tuvieron tiempo de sostener la mirada y apretar la mano. Una carambola a tres bandas envió al primero a Lisboa, como promesa sin consolidarse, y al segundo a Londres como crack a punto de explotar. Como una cascada, chorro a chorro, el tiempo encumbró el nombre de Matic en los pasillos del Bridge mientras que ensombrecía de dudas como pétalos de margarita al brasileño. Mundos paralelos que Mourinho ha, finalmente, reunido.
Como contra el City, el doble pivote del Chelsea lo formaron Matic y David Luiz. La exhuberencia física y técnica de ambos fue suficiente para secar los ingenuos ataques del Arsenal y luego soltar raudos el gatillo que ponía el balón-bala en zona de finalización. Robar, correr, filtrar… celebrar. Una y otra vez, los bandidos pistola de Mourinho repitieron la secuencia ganadora sin que el Arsenal pudiera hacer nada. Los mediocampistas de Wenger nunca pudieron recibir sin que alguno de los dos ladrones se les lanzara al cuello a la velocidad de la luz. ¿Qué podía hacer Arsène cuando su equipo jugaba contra muro de dos hombres que parecían cuarenta? sólo resignarse.
QuiqueMB 23 marzo, 2014
Se puede decir que el partido duró poco, pero menudo partidazo del doble pivote blue. Matic se está comiendo la Premier desde que llegó, así que su partido no me parece una novedad, pero yendo al otro pivote siempre me impresiona como se verticaliza el equipo con David Luiz, a lo mejor ayer ésto se vio menos, pero me convence mucho el brasileño en el centro del campo, de hecho, salvo esos días mágicos (final ConfeCup) cuanto más lejos esté de la defensa central mejor.
Tuvo 93% de acierto en el pase, una pena que el serbio no vaya a poder jugar junto a él en París…