El Barça-Getafe que se llevó el conjunto azulgrana es uno de esos encuentros que baña de realidad, en lo positivo y en lo negativo, el presente de ambos equipos. El Barça es una plantilla de jugadores de enorme talento que trata de orbitar alrededor de dos planetas, la idea de Setién y la de Leo Messi, con lo complicado que es hacerlo a la vez. Por eso, el análisis de los partidos del Barça, si además enfrente choca con un equipo que arrebata la iniciativa hasta el extremo, conlleva un equilibrio para el que ve los partidos desde fuera, con el que calcular bien el techo momentáneo del equipo, ajustándolo al contexto. Para el Getafe tampoco difiere mucho el calibre con el que medirlo: son un equipo poderosísimo desnudando a los rivales pero le falta calidad en otras situaciones así como nivel defensivo cuando dibuja su bloque más abajo que de costumbre.
Es por eso que ambos colectivos han de buscar recompensas metiendo en el saco ese el rival también juega, pues a ninguno de los dos les sobra para calificar su nivel en base al suyo propio, aunque el Getafe siempre juegue el partido que quiere y el Barça, por aspiraciones, posibilidades y legados recientes, tenga que acercarse a ello. Como era de esperar, empezando por el principio, José Bordalás acudió al Camp Nou con un punto de mayor agresividad que de costumbre. Su intensidad en la marca y el acoso fue muy similar a su estándar pero esta vez fue a por los centrales de manera incondicional. Allí fue con el ánimo de que bajara Busquets a crear la superioridad entre Umtiti y Piqué, dejando al Barça con un centrocampista menos, pero la presión fue tan tan alta que quien tuvo que formar la superioridad fue Ter Stegen, ya acostumbrado a tomar la primera y también más importante decisión para activar con sus pases al jugador elegido. El Getafe emparejó a sus hombres, uno a uno, con centrales, laterales y mediocampistas culés como principio innegociable de su plan.
El Getafe presionó a toda cancha, hombre a hombre, sin cesar
Así, los primeros 20 minutos fueron azulones en cuanto a ritmo y forma. El Barça tuvo que acostumbrarse a sumar un error con un acierto y a convivir con una gran discontinuidad en su plan, sabiendo que las circunstancias, ese concepto abstracto en el que caben tantas cosas, iba a obligarle a competir desde ellas. Insistiendo en tomar distancia entre sus jugadores en salida de balón, con los interiores esperando y entrando en las combinaciones mientras el Getafe iba con absolutamente todo a morder el control de balón del poseedor, el Barça esperó su momento, pues el control de la posesión era muy complicado de obtener desde la continuidad. Fue en las posteriores situaciones donde el partido le dio una oportunidad a los locales, donde Ter Stegen primero y Messi después, ejercieron de agujeros del plan getafense. Son estas individualidades de tal nivel que ningún sistema de la Liga puede reducir desde lo colectivo y a 90′.
Alemán y argentino, ante presión o en campo contrario, ejercen de escapistas ante el particular sistema defensivo madrileño, en el sentido de que liberan y quiebran, en ritmo y dirección, lo que el Getafe busca con sus ideas. El crack rosarino, en campo contrario, usó en su favor el intento de robo del rival, en lugar de la protección zonal, para intimidar, imantar ayudas y liberar el juego, siempre con la ayuda de un gran Arthur Melo, y sobre todo de un Antoine Griezmann que está jugando realmente bien en esta fase de la temporada, como clara referencia móvil que suma y resta entre lo que hace el rival y lo que necesita el compañero para que siempre le salgan las cuentas. Fue en campo contrario donde el Getafe se movió en exceso, por más que Bordalás apuntara interesantes ajustes: Etebo, volante derecho, ocupaba el sitio de Nyom para hacer defensa de cinco y ahogar el desmarque de Alba.
Messi, quién si no, rompió la dinámica del encuentro
El gol, de hecho, llevó al Barça a brillar en los últimos 15 minutos. Fue en campo rival donde su circulación contó con grandes triangulaciones, sentido colectivo y utilización del ancho y el largo para lograr hacer daño y agotar el Getafe recuperando la pelota muy cerca de la frontal. El esfuerzo visitante, por otro lado, contabilizó demasiadas pocas ocasiones claras, por más que su efectividad sea altísima en el ratio acercamientos/goles. El Getafe orquesta un tipo de encuentro que siempre le favorece, donde siempre, a la larga, tiene más que ganar, pero ante Messi o Ter Stegen, hay que producir más o embocar antes que el rival. No obstante, aunque el Barça logró dar valor a su dominio del último tramo de la primera parte con otro gol, la segunda mitad no le favoreció.
Debe constar el buen hacer de Piqué en lo defensivo y de éste y Umtiti en las conducciones desde atrás cuando el Getafe bajaba la tensión de su presión, algo que se aprecia como medida asentada con el objetivo de meterse en campo contrario, pero la ventaja en el marcador no trajo una ventaja colectiva desde el juego. Aunque no se generó el contexto idóneo para comprobar cómo sigue funcionando la teoría de soltar a los centrocampistas para que Messi tenga gente por delante y que estos no descuiden a Busquets de socios para tocar y presionar tras perderla, el caso es que el partido siguió incomodando a los culés. Bordalás metió a Ángel para que este siguiera desafiando la lógica de un revulsivo, anotando su décimo gol de la temporada, un tremendo golazo, pero en la segunda parte resolvieron antes los jugadores que el plan. Caso de un Piqué que cuajó una enorme segunda parte para cerrar las puertas que se habían cerrado mal.
Hagen 16 febrero, 2020
@Arroyer
Me sorprendieron varias cosas de este encuentro, desde el punto positivo y negativo:
1.Se sabia que el Getafe presionaba bien la salida de los laterales, pero no tan alta como lo hizo hoy y esa presión complicó por momentos al Barca que en varias ocasiones Ter Stegen y Umtiti tenían que enviar el pase largo hacia el centro del campo con el riesgo de que una perdida de balón en esa área representara un peligro al arco del Alemán.
2.Umtiti estuvo mejor con respecto a juegos anteriores, incluso corrigìo errores en el dominio del balon que tenia Pique ( algo extraño en el) y sacando el balón con propiedad de la presión que proponia el Getafe.
3. No crees Arroyo que el Barca esta abusando demasiado de la salida limpia de balòn desde su guardameta, facilitandole la presiòn al Getafe?. Hoy a Pique no lo vi fino con el balón y si no fuera por Umtiti, hoy el Getafe se llevaria un empate del Camp Nou.
4.veo mucha confusión en De Jong a la hora de saber cual es su posición en el campo. Algunas veces no sabe si romper el esquema en la idea de darle a Messi una alternativa de llegada al arco ( como paso con el Betis) o tener que aguantar el balón hasta que Arthur o Busquets se acerquen para darle el pase. no se si Setien le pidió guardar la posición en el campo, porque lo vi muy contenido y esas confusiones hicieron que diera pases errados con el peligro de que el Getafe en el contragolpe dejara mano a mano a Molina con Ter Stegen.
5. Todavía sigo viendo una peligrosa Messi-dependencia e este equipo. Fati empezó encarando la defensa del Getafe y después ya no se atrevió a encarar hacia el arco contrario, por el contrario, recibía el balón y hacia un pase atrás a de Jong o a Firpo.
6. No crees Arroyo que el Getafe sintió la ausencia de Damian Suarez?. confieso que no sigo todos los partidos de este equipo, pero en esta buena racha del equipo Madrileño algo tiene que ver èl.