El FC Barcelona dejó sensaciones contradictorias en su victoria ante el Levante UD. Tras una primera mitad de mucha aceleración y juego en largo, aprovechando que el cuadro de Paco López quiso defender muy arriba aunque casi nunca llegaba a la presión sobre los primeros pasadores del Barça en su fase de salida, la pizarra de Quique Setién volvió a acusar una extrema debilidad sin balón en la defensa de su propio campo. Un déficit que ya fue palpable el jueves pasado en la Copa del Rey, ante el CD Leganés de Javier Aguirre, en un escenario completamente diferente al que debió afrontar anoche, pero que en cualquier caso se repite tras el cambio táctico (y mental) que ha decidido realizar el cántabro en su sistema.
Setién ya ha modificado bastantes cosas dentro de la pizarra
Entre este FC Barcelona y el que derrotó al Granada CF hace un par de semanas ya se pueden destacar unas cuantas diferencias tanto en la forma como en el fondo. De nuevo sobre un sistema de cuatro defensores que en su salida de balón, salvo excepciones -seguramente puntuales- como el movimiento de Busquets ayer ante el Levante para garantizar una situación de superioridad numérica en su fase de iniciación, sale a partir de sus dos centrales, el reparto de los roles y las posiciones ha cambiado relevantemente en muy poco tiempo. Con Ansu Fati desde la izquierda -y ya no en la derecha-, De Jong, interior derecho, en el mismo perfil que Leo Messi, y un gestor -más que un interior de recorrido- en el sector opuesto, el Barça se ha mostrado mucho más vertical y directo en estos dos últimos encuentros ante Leganés y Levante frente a la escasa profundidad que acusó ante Granada+Valencia hace días.
El partido de anoche ante el Levante de Paco López, ha de insistirse nuevamente en ello, tiene su truco, porque el planteamiento defensivo rival le facilitó al FC Barcelona salir corriendo al espacio sin necesidad de pensar demasiado. Una vez Leo Messi abandonó el costado derecho, donde arrancó el partido pinchado para atraer y fijar la defensa del Levante en su propio campo, el cuadro de Quique Setién encontró el modo de avanzar rápidamente desde su propio campo para acelerar al espacio, en una serie de acciones que, con Messi y Griezmann fijando dentro, y Ansu Fati -en la izquierda, en un escalón superior, como extremo- y Semedo -acelerando desde atrás, como lateral derecho- totalmente abiertos, el Barça le hizo pagar muy caro a su rival su imprudencia defensiva.
Ansu Fati volvió a ser clave desde el sector izquierdo del 4-3-3
El gran valor de Ansu Fati va incluso más allá de lo que es capaz de hacer con la pelota. Por izquierda -preferiblemente- o por derecha, Ansu domina la premisa más importante que deben cumplir los extremos en el juego de posición. Fijando siempre muy abierto, sin intervenir en la acción antes de tiempo, Ansu tiene la cualidad de saber esperar su momento. Esperar y esperar. Fijando y dando amplitud. Para que, cuando la posesión le requiera directamente en la acción, su posicionamiento le haya ofrecido al equipo la posibilidad de llegar hasta su demarcación con los desajustes que esto conlleva en la presión/repliegue del equipo rival. Que es cuando el extremo, en este caso Ansu Fati, que desde la izquierda puede conducir y salir hacia dentro (en ocasiones, para atraer y después liberar a Leo en la frontal), amenaza con plena agresividad.
El Levante aprovechó la debilidad defensiva rival en su campo
Pero el partido del FC Barcelona no fue perfecto, y ni mucho menos fue tan sencillo como lo hemos descrito hasta este momento. A través de su 4-4-2 en línea, en un dibujo que juntaba a Vukcevic y Melero en el doble pivote en medio campo, aunque en realidad no deja de ser un sistema pensado para que los dos volantes -Campaña, en la izquierda, y Rochina, en la derecha- se suelten por dentro para habilitar opciones de pase verticales que hagan profundizar el juego, lo aceleren y también lo desprotejan en caso de pérdida, el Levante UD consiguió llegar con bastante claridad a la zona de remate en la segunda mitad; tanto que, de no haber sido nuevamente por Marc-André Ter Stegen, el resultado muy probablemente hubiese sido muy diferente al definitivo. Un peaje que Setién no ha conseguido controlar aún desde la pizarra, como ya ocurriese el pasado jueves en Copa, y que, más para ‘entre semana’ que para el día a día, es preferible que corrija cuanto antes.
Carlos 3 febrero, 2020
A mi como culé, salir con esta propuesta de salida cruyffista desde atrás, rayando en el fundamentalismo, en San Mames me parece un suicidio si el equipo no está lo suficientemente rodado en la propuesta y no se tiene magos del Balón en defensa que salgan de la presión.
Y el Bar¢a ya no tiene a Alves, Piqué no es lo que fue y visto lo visto no se confía aún mucho en Arthur. Es que mismamente anoche antes del gol de Ansu, no son pocas las veces en las que sentí que en transición ofensiva si el Levante tuviera delanteros de primer nivel cuanto menos un milagro de Ter Stegen conseguían.
A mi sinceramente me parece que Quique tiene que entender que estamos en Febrero y no estamos para probar locuras. La prioridad es competir.
Cómo nota positiva, rescato la inteligencia y efectividad de Ansu Fari.