Albert Celades ya ha asentado un cambio estructural importantísimo en su Valencia CF. Dentro del 4-4-2, con Carlos Soler a pie cambiado, y Ferran Torres en el costado opuesto, como extremo vertical, el club valencianista ya no mira a su lado izquierdo para rajar y machacar al espacio, como sí hacía tiempo atrás, sino que ahora pretende apoyarse en dicho perfil para ganar un segundo apoyo -además de Rodrigo Moreno- por delante de la línea del balón. De esta forma, cada vez que inicia y progresa desde atrás, el Valencia cuenta con tres opciones de pase muy diferentes: la profundidad de Ferran, dispuesto a superar y encarar por velocidad, los desmarques de apoyo de Rodrigo, que siguen siendo tan largos como constantes, y una tercera: la posición intermedia de Soler, entre el carril central y la banda izquierda, desde donde está manteniendo un criterio importantísimo en todas sus acciones: espera en su zona, fija, y, con tiempo y espacio, marca la diferencia.
Celades ha encontrado acomodo para Soler en la izquierda
Ese tiempo y espacio que Soler y el sistema se están dando, de manera recíproca, es en el fondo la oportunidad de que el colectivo acelere desde el pie derecho de su futbolista. Desde dicha demarcación, más abierto o más cerrado en función de su lateral (Gayá), y, por supuesto, del posicionamiento defensivo rival, Soler tiene plena potestad para girar el juego hacia el lado opuesto, si lo considera, cambiando la orientación para centrar al área y/o activar la entrada de Ferran desde el lado débil; chutar directamente a portería; o incluso activar la subida de su lateral, que le dobla generalmente por fuera, para llegar al área, si el rival, como sucedió el otro día ante la SD Eibar, no ha acabado de bascular sin la pelota.
Con Soler el Valencia gana un segundo apoyo por delante
Uno de los futbolistas que más puede agradecer dicha disposición es Maxi Gómez. El uruguayo no tiene el dinamismo ni la finura de Rodrigo en el apoyo y la devolución, y el hecho de que Soler sea a partir de ahora un apoyo intermedio entre el doble pivote y la delantera, generalmente además bien perfilado para acelerar desde su primer contacto con el balón, es una gran noticia para el propio Maxi, pues este, en consecuencia, puede mirar más hacia el área y no tanto a su espalda. Y los medios que el equipo está poniendo para ello son, además, una oportunidad para potenciar al charrúa en el punto de penalti, pues en muchas ocasiones el recurso es centrar.
Carlos Soler y Ferran Torres son los nuevos motores del Valencia
En el lado opuesto, a pie natural, se encuentra una de las grandes noticias de LaLiga en los últimos meses. Tan determinante como decisivo en sus acercamientos al área rival, ya sea para asistir o buscar la portería por su propia cuenta, el extremo valencianista ha dado un paso importante en las últimas semanas: cada vez es más constante. Y no solo entre partido y partido, sino también -y he aquí la mejora- durante uno mismo. Ferran ha ganado mucha confianza en las últimas semanas, fruto de sus propias actuaciones, pero la configuración del propio 4-4-2 también tiene su importancia en este crecimiento. Apareciendo muchas veces en ventaja, irrumpiendo en el último tercio con el equipo contrario parcial o completamente girado hacia el otro sector, Ferran Torres es otro de los grandes beneficiados del gran poder de atracción de Soler desde el sector izquierdo. Aunque la autonomía de Ferran, rápido, vertical y muy directo en todas sus acciones, no necesita demasiado tiempo ni demasiado espacio para fabricarle una buena oportunidad al dibujo.
AdrianBlanco_ 8 enero, 2020
Me está gustando el rol de Carlos Soler en este Valencia. Importantísimo a nivel de sistema.