El fichaje de Christian Eriksen por el Inter de Milan responde a una estrategia más global que la de su mera llegada como refuerzo. Antes de que el danés firmara, Conte apuntaló dos posiciones indispensables en su método, la de los carrileros, aumentando la competitividad interna y la frescura de un equipo que, por unas cosas u otras, ha encontrado dificultades para elevar el nivel, seguir la estela de la Juventus y luchar por el Scudetto. Pero lo que diferencia a estos tres movimientos es que, mientras Moses y Young dependen en cierto modo de Conte y su sistema para rendir desde los carriles, Eriksen supone uno de esos movimientos donde la calidad individual queda por encima del método para provocar e imaginar nuevas rutas con las que hacer mejor equipo a los nerazzurri. Un talento para sumar donde Conte no llega.
La clave de la llegada de Eriksen: ¿interior o mediapunta?
Los sistemas de Antonio Conte están ideados para destacar en dos momentos del juego: la presión en campo contrario y la salida de balón ordenada para atacar espacios ante presiones del rival. El trabajo del técnico de Lecce es aquí de primer primerísimo nivel. Sus equipos respiran por él en estas dos estancias del juego, como ha quedado demostrado en todas sus etapas. Jugando a un ritmo alto, tanto en la Juventus, como en el Chelsea, y en el Inter, menos en la selección italiana, donde se refugió en un gran repliegue en campo propio, el sistema de Antonio Conte despega rápido, compite bien y se hace enormemente reconocible. Pero es cuando las temporadas avanzan y los ritmos se entremezclan, entre rápidos, medios y lentos, con los rivales adaptándose a lo que el Inter persigue, cuando los equipos de Conte adolecen de rigidez.
Bien es cierto que aquí hay una mayor dependencia del talento individual para descifrar defensas cerradas, mover horizontalmente líneas enteras, romperlas y girarlas, pero el sistema del italiano, con tres zagueros, dos puntas y dos carrileros, suele echar en falta un hombre más dentro para guardar la pelota y crear ocasiones o perderla bien. Y cuando no se puede tirar de efectivos porque el dibujo no se mueve, la calidad individual será la encargada de inventarse superioridades a través del pase, el regate, el control orientado o la dirección del juego. Por eso, el fichaje de Christian Eriksen es una pequeña trampa que se ha sacado de la manga Giuseppe Marotta en este mercado invernal.
El sistema de Conte se está resintiendo en ataque posicional
El danés es un tipo muy fluido en todos los aspectos técnicos, pero sobre todo, la evolución de su fútbol le ha dotado de un componente cerebral que le ha llevado a componer la panorámica de la jugada para adelantarse a la defensa del rival. Acostumbrado a estar rodeado, sus intervenciones están casi obligadas a tener un sentido continuo y a decidir antes de recibir a donde llevar la jugada. Es la responsabilidad de quien, jugando entre líneas o frente a dos líneas de cuatro, debe pensar constantemente. Es por eso que en la edad en la que está, Eriksen parezca destinado a organizar el juego del Inter, por más que, como mediapunta, una figura que no existe en los métodos de Conte, sea un futbolista diferencial en el golpeo de balón y en el último pase a los puntas.
Si el Inter encuentra la manera de complementar al danés con sus dos compañeros en el centro del campo para que Eriksen se acerque a la frontal para crear pases y ocasiones para sus puntas, el fichaje será un acierto mayúsculo. Por eso toca comprobar la compatibilidad con Stefano Sensi, en salida de balón y en ataque organizado, así como la posibilidad de que ejerza de ’10’ en un 3-4-1-2 que lo especialice como jugador más imaginativo para la asistencia, el golpeo y la creación de ocasiones, que es por lo que Eriksen ha terminado saliendo en las fotos. Sea donde sea, llega para alcanzar lo que no logra Conte como constructor de equipos.
Martín Seijas 29 enero, 2020
A priori parece el gran fichaje de este mercado de invierno, y más teniendo en cuenta que los 20 millones que se han pagado por él son un regalo. Pese a todo, habrá que ver como se adapta a una nueva liga y, sobretodo, que posición le acaba dando Conte.
Habrá que ver si decide usarlo como interior, me imagino que izquierdo, aunque esto creo que relegaría a Sensi a un segundo plano y sería una pena cortarle la progresión, o si por el contrario decide cambiar su esquema para colocarlo detrás de los delanteros. Sería raro, pero tampoco esperabamos esto de Sarri a principio de temporada.