Javi Calleja y Diego Pablo Simeone comparten muchas dificultades, todas vistas bajo un filtro tenue de fragilidad y poca eficacia en el arco contrario que no les deja construir la pista de despegue que necesitan para quitarse la sensación de ‘sí pero no’ continuo que sus dinámicas definen. Ambos técnicos se midieron planteando un partido en el que ser directos con balón aunque lo rasearan, todo propio de sus modelos de juego, sin demasiada pausa y buscando saltar líneas. Lo hicieron de formas diversas, con futbolistas y perfiles distintos, con el único punto en común de no tener calma y calidad suficiente más allá de la inspiración de sus mejores hombres, Gerard Moreno y Joao Félix.
Anguissa rompió el ritmo del encuentro en muchas ocasiones
El aspecto mental domina en buena parte las dinámicas de puntuación de ambos equipos, que acusaron la insistencia sin recompensa. Empezando por el principio, sabiendo ambos equipos que su rival no querría la pelota imperiosa e incondicionalmente para dominar sino para crear una ocasión de gol, ambos se posicionaron en función de intentar atacar con espacio en zonas concretas del campo. Entre lo más destacable, Simeone sacó la pizarra y cambió algunas cosas que influyeron en la importancia y participación de Saúl y Koke, dos futbolistas transparentes desde agosto. El argentino repitió ‘XI’ inicial, con Herrera junto a Thomas y Joao junto a Morata pero ante la defensa paciente del submarino, el mediocampista mexicano se ubicaba como tercer central, Arias abría el campo pasada la divisoria, lo que concedía espacio a Koke abajo, como segundo pivote para recibir el primer pase y a Saúl, entre líneas, en el sector opuesto, siendo la mediapunta, diáfana, para el portugués. Progresó bien el Atlético, que deberá llevarse a la boca cualquier mínimo brote verde en su complicado ánimo.
Entre lo más interesante de lo dispuesto por Calleja estuvo en la posición de Chukwueze y el papel de Anguissa para sobrecarga esa zona o liberarla con caídas a banda en cruz para que Samu pudiera trazar movimientos con balón hacia portería. Interior derecho del 4-1-4-1, con Trigueros en el contrario, Anguissa fue el inicio de los movimientos ofensivos de los locales, uno que de por sí acelera el ritmo y provoca un descontrol que, partiendo desde una defensa más replegada, ofrece espacio a sus puntas, con Moreno listo y limpio en el apoyo para activar las bandas.
Saúl y Koke agarraron alguna sensación más positiva
En un toma y daca por fases, intercambiando arreones y diversas ocasiones, muy claras muchas de ellas, el partido perdió las referencias y se fue de área en área para certificar que sus entrenadores van a tener que manejarse y convivir entre mucha frustración de sus futbolistas. Con el Atlético jugándose los octavos el próximo miércoles, en una crisis galopante de gol, y el Villarreal sin ganar en los últimos seis partidos (cuatro derrotas), el presente de Villarreal y Atlético de Madrid se desvanece a la espera de enlazar tres partidos eficaces. No le piden más a la Navidad.
Felipe 7 diciembre, 2019
Vamos a ver, vamos a ver. Yo creo que la gestión del Cholo es bastante criticable desde 2017(muy criticable en algunos tramos de hecho) pero los palos que este año se está llevando, no los veo justos, porque realmente, por lo menos está temporada, no lo veo como principal responsable.
Para empezar por algo, si el club quería seguir, no ya aspirando a ganar, sino a ser un opositor a los titulos, tu plan A jamás podia/puede ser Morata, que me parece un gran elemento de plantilla, pero de ahí a que Álvaro sea el mejor delantero de tu equipo….. hay una gran diferencia.
Koke: De los jugadores más sobrevalorados que hay. A mi me ha tocado leer maravillas de Jorge, y creo que el tiempo ha demostrado que es bueno, pero quizás es/ fue de los jugadores que más se benefició de lo que era el Atlético, y que el tiempo ha demostrado que por si solo no es tan crack, ni mucho menos vale la pena que el club hipoteque su futuro a él, al punto de perder oportunidades de mercado para mantener feliz a Resurrección.
Muchísima más esperanza tengo en Saúl, que me duele imaginar lo que podría ser si no viviera en el caos que es el Atleti cada temporada.