El Real Madrid consiguió una victoria muy meritoria en Mendizorroza. Ante un Alavés muy aguerrido desde el inicio, con la intención de atacar y defender muy junto en todo momento, además del frío, la lluvia y el barro sobre el césped de Vitoria, el cuadro de Zinedine Zidane se marchó de Álava como líder en solitario -al menos, momentáneo- de LaLiga. Con Isco en el once titular por segundo partido consecutivo, el Real Madrid dibujó un asimétrico 4-3-3 en el que el malagueño, como ya ha hecho en más de una ocasión con la selección española, arrancaba desde el lado izquierdo para salir siempre hacia dentro con su pierna derecha. Y el hecho de que fuese Isco -y no Hazard- el que jugase en este lado ‘alteró’ por completo todos los automatismos tácticos en el sistema.
La entrada de Isco alteró bastantes cosas a nivel de sistema
La naturaleza de Isco es mucho menos agresiva que la de Hazard. Mientras que el belga, por dentro o desde la izquierda, recibe siempre con la intención -pues hasta en el gesto corporal son muy diferentes- de agredir directamente el área, Isco es un futbolista más intervencionista con la pelota al pie, lo cual le dio un mayor empaque a la posesión del Real Madrid en Mendizorroza -ya que las pérdidas también eran de más calidad-, pero esto repercutió claramente en el resto de piezas. Isco quiso jugar a ser Isco en Vitoria, pero el sistema del Real Madrid no ha crecido en las últimas semanas pensando en él sino en Hazard, y en Kroos y Valverde como sus dos interiores. De hecho, uno de los que más notó la presencia del andaluz sobre el césped fue, precisamente, Benzema.
Como Isco recibía continuamente en un escalón intermedio entre la banda y el carril central, pero pocas veces clavado en el extremo, el Real Madrid perdió la autonomía tan mecanizada que tiene en su lado izquierdo. Sin esa referencia por delante que lo espera, y, generalmente, le da el tiempo y espacio necesario para marcar la diferencia en campo contrario, Marcelo salió varias veces al ataque -pero con poco éxito- sin el apoyo de su extremo y el de Benzema, que se vio prácticamente obligado a caer sobre el costado opuesto. Con Marcelo y Benzema lejos de su zona habitual, y con Isco saliendo siempre hacia dentro para activar a Bale al espacio, el Real Madrid debió adaptar las reglas de su sistema sobre la marcha. Y eso también tiene que ver con Modric, que no pudo cumplir con el rol cada vez más asentado del interior derecho (en su fase ofensiva).
El Real Madrid no consiguió activar nunca la carrera de Bale
Sin embargo, el Real Madrid se quedó sin potenciar al único elemento que podría haber sorprendido el repliegue en pocos metros del Deportivo Alavés: el desmarque de Bale. Así las cosas, con un Alavés que tenía muy claro en qué lugar apoyarse para salir rápido al espacio entre los apoyos de Joselu y Lucas Pérez y las carreras de Rioja y Aleix Vidal, sus dos extremos, el 0-1 del Madrid, a balón parado, dio lugar a un nuevo escenario con el segundo tiempo ya empezado. Con un Isco muy activo en todas las acciones del Real Madrid, hasta el punto de que empezó a bajar hasta tan atrás para recibir que Benzema se quedó completamente solo como hombres más adelantado, Zidane decidió preservar la ventaja en el último tramo, con el marcador de nuevo a su favor, con Marcelo -como teórico extremo- por delante de Mendy y Rodrygo -extremo- unos metros por encima de Valverde -interior derecho-. Un escenario que el Madrid, ya sin Modric ni Isco, debió gestionar desde el espacio y no con la pelota, en uno de esos encuentros que, por el contrario, el escenario y los contratiempos, hacen ‘callo’.
donmarcelobielsa 1 diciembre, 2019
"el malagueño, como ya ha hecho en más de una ocasión con la selección española, arrancaba desde el lado izquierdo"
Cómo lo viste venir, Adrián. Lo tenías clarísimo que Isco jugaba por Hazard. A mí me parecía un tanto temerario, sobretodo desde banda, por lo que comentas. Al final, Isco es más centrocampista que atacante y tiende a soltarse para bajar y tocar, llegando a veces por detrás de Casemiro. Y claro, así es dificil. Condiciones climatológicas a parte, ayer el Madrid atacaba con muy poco porque Benzema quedaba aislado.
Me parece muy reseñable también que tanto Rodrygo como Valverde son dos jugadores que compensan movimientos de sus compañeros, que se mueven acá y si el contrario va allá, y eso da mucho equilibrio. Todo lo contrario que Bale y Modric. Ellos juegan como lo han hecho siempre, quizás más el croata que el galés, pero es que eso ya no es útil. Volvimos a ver al Madrid que sobrecarga el centro del campo.
Y me costó entender el timming de los cambios de Zidane. El partido pedía a Valverde desde el minuto 3´, pero es que no entra hasta el 70. Y con el Alavés volcado, si había un partido para meter a Vinicius, era este. Y sin embargo vimos a Rodrygo que el pobre tiene cuerpo de niño todavía, intentando jugar al fútbol en un campo en el que no se puede, sobretodo si está cayendo la mundial.