Por bandera, un camaleón | Ecos del Balón

Por bandera, un camaleón


Más que un escudo, lo que está portando el Slavia de Praga en esta Champions League es una bandera, en la que se lee una inscripción: el significado de ser protagonista sin llevar la iniciativa. Siendo uno de los colectivos más estimulantes y singulares de esta fase de grupos de la Liga de Campeones, los hombres dirigidos por el brillante Jindřich Trpišovský, visto desde otro punto de vista futbolístico, están siendo capaces de superar por ritmo y ser tan o más ofensivos que el rival sin tener más porcentaje de posesión ni replegar prácticamente nunca cerca de su guardameta. Su lucidez está alumbrando de nuevo esa estancia del juego donde se suman las fortalezas propias y las carencias del rival para castigar por insistencia mientras se convence por valentía. Un equipo de autor que merece un agradecido reconocimiento. Sirva como oportunidad el análisis para, una vez jugados los tres primeros partidos de su grupo, y siendo ellos mismos conscientes de que la clasificación está casi imposible, el equipo checo ya ha dejado una huella imborrable en esta edición. En su nombre, tres planteamientos, ante Inter de Milan, Borussia Dortmund y Fútbol Club Barcelona, que ponen a disposición del aficionado tres equipos en uno, y que ponen en valor el trabajo de un cuerpo técnico para hacer soñar a quienes, compartiendo una idea común, no podrían hacerlo por la mera calidad individual. La flexibilidad del Slavia de Praga es la enésima demostración de que llegando o estando antes y sin previo aviso, el dominio no está tan lejos ni tiene porqué llegar desde el balón.

En un grupo dificilísimo, e independientemente de los resultados, el Slavia de Praga ha conseguido poner contra las cuerdas a plantillas mucho más poderosas

Inter de Milan 1-1 Slavia de Praga

En su debut en la competición, visitando el Giuseppe Meazza, y estableciendo esta característica como rasgo definitorio de su manera de interpretar los partidos, Trpišovský se presentó ante el continente con una serie de marcas individuales a todo campo con el objetivo de superar por anticipación y ritmo a los lombardos, reduciendo la continuidad en el juego de su rival. Este concepto va a estar muy presente en todo su recorrido en esta Copa de Europa, privando de continuidad, interrumpendo las conexiones y oscureciendo las zonas activas del balón para obligar al rival a dar pases atrás y posteriores envíos en largo, donde centrales y mediocentro (Soucek, Hovorka, Kudela) se mostraron especialmente agresivos e imponentes en los duelos aéreos. Si primero el Slavia forzaba con una presión hiperagresiva, la posterior batalla en el duelo individual no desmereció lo más mínimo. Antonio Conte y sus futbolistas, quienes además sintieron la presión por comenzar el grupo ante el rival presumiblemente más débil, teniendo que gestionar un claro favoritismo por tres puntos factibles para su clasificación, quedaron completamente superados. Lejos de decaer esta suma de intensidad, dominio del juego aéreo y capacidad para interrumpir el mismo entre las dos mitades del campo, el Slavia llegó al tramo final del partido con la mente despejada para sufrir ante el acoso y ajustes del equipo italiano.

El Slavia de Praga es el 5º equipo de la UCL en tiros a puerta por partido (17.5)

Slavia de Praga 0 – 2 Borussia Dortmund

A diferencia de su imponente puesta en escena en la Lombardía, el equipo checo decidió adoptar un papel algo más zonal ante la visita del Borussia Dortmund. Al proteger más el espacio en situaciones defensivas, siendo nuevamente protagonista en la presión en mitad de cancha, buscando exponer las dificultades creativas de la medular de Favre, el ritmo fue algo más inconstante, lo que le alejó del dominio que consigue forzando la maquina. Sin embargo, el Dortmund supo cerrar espacios más abajo, dividir la posesión con continuidad y salir con muchísimo espacio ante la progresiva intensidad que introdujeron los locales con el paso de los minutos. La posición de Brandt, entre líneas defensivas, complicó las ayudas de la última línea, pendiente de las alas amarillas. La imposibilidad de sacar partido del intercambio de golpes y adelantarse en el marcador complicó mucho su posterior ajuste. Teniendo que atacar por elaboración en lugar de por superioridad numérica en el área resultó determinante, no solo para poder reproducir las sensaciones ante Conte, sino para reducir las distancias que siempre van a existir en el plano individual. No obstante, dobló en tiros al BVB y expuso su habilidad para cargar zonas de remate con un punto de inconsciencia fervorosa ante su público.

El Slavia es el equipo que menos regatea de la competición: no lo necesita, su creación de ocasiones parte de su protagonismo defensivo y de la frecuencia y número de jugadores acabando en el área.

Slavia de Praga 1 – 2 FC Barcelona

Repitiendo el rombo en mediocampo utilizado en el Meazza, la gran actuación colectiva del Slavia de Praga llegó con la visita del Barça de Valverde. A diferencia de los otros dos primeros planteamientos, la principal razón de su, por momentos, extraordinario dominio sobre el juego blaugrana, estuvo en matizar todo su comportamiento defensivo, no en su raíz, sino en sus hojas. Recogiendo la mencionada continuidad del rival y la búsqueda por interrumpirla, Trpišovský apostó por un plan interesantísimo, eliminando por completo todo el espacio existente entre su zaga y su medular, adelantando la línea defensiva, expulsando a los centrocampistas culés hacia los costados y obligando al Barcelona a jugar permanentemente a espaldas de los centrales con envíos en largo. Desde otro punto de vista completamente diferente a lo experimentado por el Inter de Milan, el Barça terminó haciendo prácticamente lo mismo: sucesión de pases a banda, pases atrás ante la basculación del rival ante la imposibilidad de avanzar, y envíos en largo sin implicar las conexiones más cortas, sin poder progresar por bajo y por dentro. El plan fue enormemente peculiar en la forma sobre todo porque, de manera indistinta, zagueros y centrocampistas se camuflaban como miembros de una única línea para asegurarse defender el ancho pero también los apoyos, siendo muy agresivos en acción y concentración ante cualquier amago de asociación de los centrales y ‘5’ culés con interiores y puntas.

A falta de todas las vueltas de esta fase de grupos, el Slavia de Praga visitará el Camp Nou y el Signal Iduna Park, y recibirá a Conte en la capital checa, con el ánimo intacto de un equipo que responde como un auténtico camaleón cuando el entorno y la amenaza cambian.


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