Ipurúa extravió en el día de ayer ese medio segundo en los duelos donde se deciden los partidos en favor de la SD Eibar. Y el Real Madrid está más cerca que nunca en toda la temporada de haber ganado lo que se necesita para hacerlo suyo. Como contraportada del 3-0 que la temporada pasada representó fielmente toda la filosofía de José Luis Mendilibar, el conjunto blanco visitó tierras armeras para realizar la mejor media hora de su temporada. A mediados de noviembre, y tras una serie de ajustes colectivos y despegues individuales, el Real Madrid ha encontrado un sistema que agrupa voluntades y equilibra necesidades en todas las zonas del campo. Más allá de un problema de nivel y de ciertas dificultades que puedan aparecer cuando la exigencia aumente, otro debate, Zinedine Zidane ha encontrado hoja de ruta, justo lo que más le está costando a quien más seguro ha estado de ello temporada tras temporada como entrenador del Eibar.
El partido comenzó como comienzan y se presuponen todos los encuentros en Ipurúa. La SD Eibar trató de superar en los primeros pases al rival y en ganar las marcas que se sucedían sobre el segundo pase pero rápidamente se percibió en el ambiente que el Real Madrid estaba por la labor de sumar movimientos despiertos y fluidos con aciertos técnicos de primer nivel, una suma que en Eibar conlleva una cantidad de espacios a favor que favorecen un ritmo y un disfrute importante. Apoyándose en un Benzema primoroso, con un Hazard que ya va recordando al mejor, y con Modric y Valverde acompañando los ataques. La zaga local, que ya de por sí está muy lejos de poder y saber sufrir con espacios, se encontró en igualdad numérica con talento sobresaliente completamente inspirado.
Mendilibar: «Ha sido media hora muy buena de ellos. No han especulado para nada y han venido a por nosotros. Nos han metido tres goles bien metidos y han sido superiores. Han jugado muy enchufados y técnicamente han estado perfectos. Ante eso no hemos podido hacer gran cosa. Ellos han acertado en casi todo. Somos agresivos y queremos presionar, pero a veces hay que saber recular un poco.»
Aunque el partido no debe ser valorado para el Eibar con la misma consideración que otros encuentros más normativos, pues el rival cuajó media hora inalcanzable cuando aglutina tantas cosas positivas con tanta calidad, lo cierto es que Mendilibar atraviesa uno de esos momentos en los que incluso en casa no puede reproducir el ritmo que desborda a cualquier equipo del mundo con tanta continuidad, obligando a su equipo, por iniciativa propia y lectura de partido o por mandato de su técnico la posibilidad de que el bloque se junte más abajo en lugar de siempre arriba. Un interesante matiz que incide en la pérdida de calidad, el dominio que ha cedido a través de sus laterales y las dificultades de sus centrales para mostrarse tan ganadores en la divisoria.
De entre lo más interesante a nivel futbolístico en clave visitante estuvo la complicidad que los diversos movimientos en transición entre los dos atacantes del lado fuerte, belga y francés, y cómo los interiores, Modric y Valverde, acompañaban con trazos perfectos en tiempo y espacio. Con soluciones muy claras para el poseedor, y con momentos técnicos extraordinarios, el Madrid no sólo progresó desde los primeros pases sino traduciendo en muchísima profundidad, hasta el punto de acumular 17 regates en todo el partido, una cifra que hizo de portada de todo el encuentro a nivel estadístico. El sistema de Zidane ha tomado una temperatura muy concreta, donde se vislumbra lo que quiere de su interior derecho y de su extremo derecho; el primero siempre muy arriba y el segundo siempre muy abierto, para ocupar el campo y solucionar los problemas de escalonamiento, amplitud y agresividad de etapas anteriores. El buen momento de Valverde y la finura a máxima revolución de Hazard con balón al pie han elevado la confianza del equipo, incluso sin su mejor jugador de la temporada, Toni Kroos.
José Luis 10 noviembre, 2019
Primer partido que gana ZZ desde el banquillo. Y a Mendilibar en Ipurua! De entrada, Modric por Kroos. Campo pequeño, presión alta y fuerte del rival, lo que se necesita es giro. Luego precisión. Pero sin girar, te comen. Y el Madrid iba sin uno de los artífices en el giro, Marcelo. No pasó nada. Hazard por un lado y Modric por el otro facilitaban las cosas. Bueno, ellos y Karim por donde quería. Si le sumas ahora el porcentaje de acierto en el pase y la alta intensidad (cuenten conmigo, Carvajal, Mendy, Casemiro, Valverde, Lucas Vázquez y Modric, más 2 centrales enfufados) el resultado es el que es. Eso a nivel general. A nivel particular…
– Courtois más seguro, por mejora defensiva general y por la confianza de tantos minutos sin encajar.
– Varane, que ha llegado "zurdo" del verano. Cuenten los envíos en largo con esa pierna este año -y la precisión- y comparenlo con todos los envíos realizados en el resto de años en el Madrid. No es casual eso.
– Casemiro y Valverde. No son Albelda&Baraja, ni Keane&Scholes, ni Alonso&Khedira, ni tampoco Desechamos&Vieira… Son el mejor mediocentro defensivo del mundo y un joven uruguayo que ya os digo pasarán a la historia de las parejas de centrocampistas jugando más en paralelo que en triángulo con otro compañero más.
– Hazard, que como dice el texto va acercándose al del Chelsea. La punta de velocidad no es -ni será- la misma. Pero el desborde y los desmarques no tienen porqué desaparecer.
Pd.: Y todo esto, en Ipurua y sin Rodrygo. Conociendo a ZZ por los años y partidos que he visto (la convocatoria era una buena pista) sabía que Rodrygo no jugaba. De hecho, estoy 100% seguro que si no marca el otro día 3 goles, igual podía haber sido titular o ni ir convocado. Zidane es así.