A punto de cumplirse el primer tercio de campeonato en la Serie A, el Inter de Milan continúa en un lugar de postín. Bien es cierto que se ha complicado su clasificación para los octavos de Champions League, pero durante los fines de semana, más allá de la brillantez oscilante de su juego, la estructura se ha asentado, una lectura atribuible a la demostradísima capacidad de Antonio Conte para construir equipos sólidos y reconocibles. Este en concreto, más que por la forma, ya inherente a sus equipos (3-5-2) se está distinguiendo por las ideas, o más bien por los matices, apoyándose en dos jugadores en concreto, Sensi y Brozovic.
La lesión del primero, no obstante, ha llevado al segundo a tener que responsabilizarse de sus labores y parte de las que ha soltado Stefano con su ausencia. Si bien Nicolo Barella, el interior derecho, se muestra para recibir el pase del croata, está siendo aquí donde se está pudiendo observar la madurez de Brozovic como ‘5’ del sistema, una talla que lejos de quedarle grande, y atravesando momentos de dificultad entendibles, el jugador balcánico, a sus 26 años, pasa por ser uno de los pasadores del momento. En la evolución que ha llevado al mediocentro a ser parte de la dinámica del juego y no tanto el ancla de sus equipos, Brozovic se está mostrando como un alumno aventajado.
Ser ambidiestro permite a Brozovic liberar el juego con un envío
El jugador, ya codiciado por el propio Conte cuanto el de Lecce dirigía las huestes del Chelsea, ha encontrado, primero con Spalleti, y ahora con su actual técnico, un espacio de intervención inmejorable para sus características. De entrada, es acompañado por una línea de tres centrales que reconoce sus limitaciones en salida para rápidamente ceder el cuero a su organizador. Si Brozovic tiene que recibir más abajo por la presión del rival, su físico, antaño el de un centrocampista más llegador, con recursos elásticos para cambiar de dirección o fintar las salidas, le concede tiempo para librarse del primer asedio y activar su arma principal: su extraordinaria ambidextría para encontrar a los carrileros, soldados de la amplitud y la profundidad.
Es aquí donde Conte se muestra dependiente, en el buen sentido, de un centrocampista con rango amplio de pase y gesto rápido para sacar el máximo partido a las atracciones que Brozovic y Sensi generan por dentro. El Inter, asumiendo su papel de equipo grande en Italia, acosado en presiones altas o en repliegues bajos, siendo el segundo equipo con más posesión de la Serie A, se ha preparado, táctica e individualmente, para todo tipo de momentos, con Brozovic como claro avanzado en la construcción del juego.
Conte necesita de un ‘5’ con gran rango de pase en sus equipos
Ante los apoyos de los puntas o la ruptura de los jugadores exteriores, sería muy difícil que el Inter cambiara de ritmo sin un pasador de rango amplio. Brozovic, máximo pasador de la Serie A (y uno de los cinco en toda Europa), con 74 envíos por encuentro, es hoy un pilar fundamental del nuevo Inter, y uno de los mediocentros más capaces de subir de estatus en los dos o tres próximos años. No hay ninguna evidencia que separe al croata de un merecido reconocimiento como uno de los mejores mediocentros del momento en las cinco grandes ligas europeas.
Martín Seijas 12 noviembre, 2019
Igual digo una tontería porque, sinceramente, no veo mucho la Serie A ni los partidos del Inter, pero creo que entre Brozovic y los centrales del Inter se ha establecido una relación simbiótica, no solo porque el croata se encarga de la salida de balón siendo los centrales limitados en este aspecto, sino que además Brozovic se ve potenciado al tener a tres hombres guardándole las espaldas, es decir, creo que en sistemas de dos centrales (como puede ser Croacia), se ve sobreexigido defensivamente para el tipo de jugador que es.