De entre los muchos indicadores que expresan el equilibrio de un equipo está la capacidad del mismo para automatizar sus ocasiones de gol, crearlas ‘en serie’ (sistema de juego ofensivo) y la continuidad entre fases del juego, tanto por deseo y decisión propia de querer sacar ventaja de una determinada fase como saber reaccionar cuando el rival cambia de ritmo y se impone con claridad en campo contrario. Esta búsqueda del equilibrio, en general, está costando palparla en la Liga española. Al borde del mes de noviembre, no hay un equipo que lo haya logrado. Algunos más cerca, otros más lejos, el fútbol español continúa esperando a que llegue el primero en hacerlo.
El Valencia fue dominado en el primer tiempo pero supo contener lo que se fue acercando
De esta reflexión puede extraerse mucho de lo que sucedió en el Metropolitano. Atlético de Madrid y Valencia, por unas u otras circunstancias, son equipos que están convencidos de que dependen de competir y sufrir lo que no pueden conseguir. Ninguno aspira al dominio amplio que le permita gestionar un marcador tranquilo. Las dificultades colchoneras para materializar ocasiones y la irregularidad che para encontrar situaciones de ataque deriva en lo que pudimos comprobar. Las primeras decisiones, tomadas mirando al rival. Las consecuentes, fruto de lo que se fue perdiendo.
De entrada, ambos entrenadores buscaron, a su manera, cierta protección, con un ojo puesto al esfuerzo que se realizará entre semana, en Champions League. Lo más destacado a nivel de alineación por parte rojiblanca residió en su costado zurdo. Hermoso con Saúl por delante, y no de manera lineal, sino con Mario como tercer central en salida de balón, ganando recursos en el primer pase, y Saúl como carrilero de partida junto a Santiago Arias. Una disposición que ganaba un hombre en primera línea y perdía uno en la segunda, cuestión relevante con el pasar de los minutos. Por su lado, Celades tuvo claro dónde están las fortalezas rojiblancas y trató de reforzar tanto la zona por la que se cuelan los pases de Thomas como los envíos desde las bandas hacia el área: Garay, Coquelin, Paulista y Kondogbia sumaron centímetros y músculo para contrarrestar al sistema local.
El Atlético continúa muy incómodo gestionando marcador a favor
Siendo justos, la primera parte del Atlético de Madrid fue notable, cuanto menos. En su debe, precisamente, están las desconexiones que aún tiene el equipo como tal y la plantilla en muchas de sus piezas, pero no está su capacidad para crear ocasiones y elevar el ritmo de juego. Pero se encontró el Valencia con una disparidad en las marcas que no encontró ajuste. Aunque dentro sólo había dos centrocampistas, lo cierto es que los apoyos externos estaban asegurados con Saúl y Arias fijando el costado peor más a la altura de Thomas que de los puntos, mientras Joao y uno de los ‘9’ permanecía atento y vigilante para conceder una línea de pase a los dos pasadores. Los de Simeone ocupaban bien las alturas y progresaban hacia el área. Con el 1-0, tocaba gestionar la ventaja.
Y aquí el Atlético continúa resbalando a la hora de descansar sobre un jugador concreto, decidir qué hacer como plan de partido, responder a lo que cambie el rival y acertar a cambiar dentro de su alineación. El conjunto colchonero se apagó y terminó sufriendo, sin mayor repunta desde la dirección de campo. Sí reaccionó el Valencia, que metió a un punta, retiró a Kondogbia y alcanzó mucha más altura. La continuidad local se esfumó por completo, sin demasiada claridad a la hora de recuperar la posesión o salir con espacios y el encuentro fue encallando sin esperanza de solucionarse. Un espectacular gol de Parejo puso un empate cuya mayor lectura quedó recogida en el párrafo de apertura.
¿Qué sabemos del Valencia? | Guia Futbol 26 octubre, 2019
[…] El Valencia CF de Albert Celades es un equipo muy indeterminado. Sin un fondo y una forma aún reconocibles, a caballo entre el 4-4-2 en línea y el 4-3-3 que volvió a vestir al equipo anoche en Francia, el cuadro che vaga en una indefinición muy poco productiva. Ante el Lille de Christophe Galtier, el Valencia salió de inicio en un sistema ciertamente asimétrico: con Kondogbia como pivote, Coquelin -derecha- y Parejo -izquierda- en los dos interiores, Maxi Gómez en punta y Gameiro entre el lado derecho y el carril central. Pero la presión adelantada del Lille y una serie de circunstancias internas provocaron que, más pronto que tarde, Celades debiese corregir unas cuantas cosas. Aunque esto, como ahora analizaremos más abajo, tan solo provocó que el problema pasase de una parte a otra. […]