Don Héctor, tequila reposado | Ecos del Balón

Don Héctor, tequila reposado


El Atlético de Madrid 2013-2014 o la Juventus 2016-2017 se recuerdan a sí mismos con nostalgia, de la misma manera que Barcelona, Real Madrid, Chelsea o Bayern Munich podrían hacer lo propio con versiones de su reciente pasado. Mejores plantillas pero inferiores equipos, las grandes familias se están viendo erosionadas en su juego con el paso del tiempo, lo que hace pensar que, más que un temporal periodo de reconocimiento propio del mes de septiembre, cuya cuota es evidentemente relevante, todos ellos conviven con la normalidad y la inconsistencia, haciendo del reino y trono europeos un espacio mucho más democrático e imprevisible. Bianconeros y rojiblancos abrieron el grupo mostrando todas sus novedades, en el sentido mas directo del que tiene constancia el vocabulario. Juve y Atleti son dos equipos nuevos, que están por ver hasta donde pueden mejorar con respecto al año pasado.

Juventus y Atlético estuvieron lejos de lo que esperan y desean

Por unas u otras cosas, Sarri y Simeone necesitan tiempo para transformar y dar forma lo que tienen en la cabeza. Aunque ya hay pistas importantes, el arranque del grupo en esta Liga de Campeones siempre requiere de una dosis extra de precaución que condiciona la posibilidad de extraer conclusiones. Como puente en el transcurso de esa puesta a punto, el campeón italiano saltó al Metropolitano con una idea completamente novedosa a la realidad vivida con Massimiliano Allegri y bajo el paraguas de un entramado defensivo que, durante gran parte de la primera mitad, potenció las dos grandes virtudes por las que la dirección deportiva y el cuerpo técnico del Atlético de Madrid han apostado de manera incondicional, individual y colectivamente: Lodi y Trippier.

Así, el napolitano Sarri esperó un encuentro de fricción y posesión más dividida, donde Khedira y Matuidi, interiores del dibujo, impusieran su experiencia para tener la continuidad defensiva y los galones que aún deben garantizar Aaron Ramsey y Adrien Rabiot. Lo que más llamó la atención es que en las fases en las que el conjunto piamontés cedió la iniciativa a los centrocampistas rojiblancos lo hizo con una idea un tanto dudosa, al menos en su ejecución. La Juve armó un 4-4-2, con Cuadrado y Matuidi en los costados en defensa posicional, con la línea defensiva en mediocampo (sic) y una basculación de las tres líneas -zaga, medular y delantera- sobre el lado del balón, abriendo una ‘ruta 66′ hacia los dominios del inglés Trippier. Aunque Simeone ha dejado de lado el rombo en mediocampo, Lemar, Koke, Saúl, Thomas y Joao se juntaban por dentro para que por fuera, principalmente el ghanés, abriera el telescopio y pusiera a correr al inglés. Allí se lanzaría o se apoyaría la jugada para finalizar todas las mismas.

Maurizio Sarri arrrancó el encuentro con la línea defensiva en mediocampo y una autopista para Trippier

La idea resultaba comprometida, aunque de partida tuviera sentido. Defender con la línea defensiva tan alzada sin bascular, defendiendo todo el ancho o en bloque estrecho, resulta difícil sin presión sobre el poseedor, pues a diferencia de defender cerca del área, el rival no necesita progresar creando superioridades, sino poniendo balones a la espalda de la zaga. Al tener a Higuaín y Ronaldo como hombres adelantados, la presión de los puntas sobre el poseedor sería discontinua, lo que llevó a los turineses a bascular en bloque y desguarnecer el costado opuesto. Con esa ventaja, los de Simeone encontraban a sus hombres exteriores, los cuales dibujaban centros una y otra vez. En primera instancia no encontraron rematador porque Diego Costa no es Álvaro Morata atacando en tiempo y espacio la zona entre centrales o el primer palo, pero sí que en segundas instancias, la cabeza de José María Giménez sirvió de ariete para castigar una de las grandes debilidades de la Juve post-BBC, quien ha perdido mucha jerarquía a balón parado.

En ataque, la Juve tampoco tardó en darse cuenta de su problema de amplitud cuando Cristiano influía sobre centrales junto al ‘Pipa’, quedándose Alex Sandro junto a Matuidi como único apoyo, haciendo más fácil la defensa de un Atlético que asistía a una fase ofensiva juventina con demasiadas carencias creativas en los dos escuderos de Miralem Pjanic. Fue con el comienzo de la segunda parte cuando se pudo comprobar la inconsistencia intrínseca, sobre todo en las filas rojiblancas, a nivel individual, y en el área propia de los hombres de Sarri, una cuestión que pasa a ser preocupante. Con 0-2 en el marcador, los locales encontraron una vía de escape con potencial catarsis para sus próximas semanas. El impacto que Vitolo y, sobre todo, Héctor Herrera, inédito en la temporada, tuvieron sobre el encuentro, fue especialmente significativo.

Héctor Herrera fue un auténtico bálsamo por su lectura, tranquilidad y experiencia en mitad de la urgencia

Cabe detenerse en la aparición del mexicano. Ejerciendo como mediocentro en una fase de mucha necesidad, la enorme experiencia y versatilidad del norteamericano realzaron por contraste un escenario entrelazado entre la inexperiencia y discontinuidad de muchas de las piezas que presenta el once inicial, y la contrastada calidad con la que Herrera toma decisiones y transmite seguridad y continuidad entre un pase y el siguiente que va a dar. Vitolo, un caramelo muy apetecible para continuar usándolo como revulsivo, y Herrera, un comodín que espera su oportunidad, son en sí mismos, en roles diferentes, dos jugadores mucho más consistentes que la media del plantel. Simeone apostó por finiquitar antiguas jerarquías y asegurar el relevo dentro de las mismas con el paso adelante de Koke, Saúl, Oblak y Giménez, pero en esa decisión llegaron muchas piezas noveles que necesitarán muchas muescas aún para entregarle al equipo la sabiduría que en la noche de ayer proporcionó el experimentadísimo Herrera.


Comentarios (6)

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"haciendo más fácil la defensa de un Atlético que asistía a una fase ofensiva juventina con demasiadas carencias creativas en los dos escuderos de Miralem Pjanic." Buen resumen del inicio de proyecto de Mauricio Sarri. De momento, puro cemento y pastosidad salvados en parte por la hiperactividad de Douglas Costa y el buen nivel que está mostrando Higuaín en los apoyos. Ha sacado a Emre Can de la lista de Champions y tiene a Rabiot inédito, a Bernardeschi desactivado y a Dybala prácticamente sin usar, con Khedira y Matuidi acumulando minutos y minutos y Bentancur adelantando en la rotación a Rabiot y Emre. Es cierto que Ramsey ha estado lesionado, pero me deja bastante perplejo que Mauricio, buscando obviamente un cambio de estilo notable, no utilice los indudables saltos de calidad que se ha ido dejando en el banquillo (en el caso de Can, ni eso) para mandar un mensaje y acelerar procesos. Me parece tan evidente que Khedira, Matuidi, Bentancur o incluso Cuadrado son buenos jugadores competitivos y contrastados con los que se pueden sacar resultados como que con Rabiot, Can, Dybala y Bernardeschi se puede llegar a volar mucho más alto. Son un salto de calidad evidente, además de Ramsey. Y para la Champions (que al fin y al cabo es el motivo por el que en Turín se han tomado ciertas decisiones) suele hacer falta volar tan alto como sea posible.

Por cierto, vaya escándalo de partido de Bonucci. Ya hizo una fase de grupos absolutamente espectacular el año pasado, tras lo que bajó el rendimiento, con lesiones, falta de entendimiento con Rugani, etc. Pero leo muchas críticas a Bonucci y a mí me parece que sigue siendo un central cuyos mejores partidos te los firma prácticamente cualquier central en la actualidad.
Maurizio, obviamente, que me lo ha corregido las dos veces.
Partido clásico del mes de Septiembre entre dos candidatos.

Ninguno ha ido con el cuchillo entre los dientes hasta que la Juve se puso 0-2 y al Atlético no le quedó más opción.

Más allá de lo ya comentado por Arroyo en la enésima demostración de su precisión a la hora de analizar lo sucedido en el terreno de juego, a mi me llamó mucho la atención la disposición de Saúl, actuando como LI en salida del Atlético y situando a Lodi más adelantado y juntándolo con Lemar en muchas ocasiones y sumando a Joao y Koke por el sector central.

Esta modificación facilitó salida de balón y atracción de muchos hombres del cuadro juventino, dejando espacio en el sector derecho del ataque rojiblanco para las carreras de Trippier.
Yo creo que fue un buen partido del Atleti en líneas generales salvo las transiciones defensivas, donde un aspirante a Champions no puede competir así de mal.

Lo de Héctor Herrera es algo bastante incompresible que no haya tenido más participación, yo creo que un centro del campo con HH, Thomas y Koke es lo más lógico, liberando a Saúl de esa posición y poniéndole en la posición de Lemar. La propuesta más competitiva y sólida pasa por ahí y me parece raro que el Cholo insista con Koke-Saul en el medio, cuando se ha demostrado que es insostenible.
A parte, por qué el Cholo tiende a alejar a Saúl cada vez más del área? Hay algo que me estoy perdiendo y por el camino el que se está perdiendo es Saúl.

Arriba Costa estuvo mal, lento y no ganó prácticamente ningún duelo y Joao de momento el físico le da para 45 minutos.

Pero en líneas generales el Atleti movió bien el balón, sus laterales profundizaron mucho y faltó precisión en los centros, pero el equipo estuvo bien y creo que no merecía ir perdiendo el partido.
@lordcab
Lo de HH en la sala de máquinas te lo compro, me imagino que tras estos 15 minutos tan productivos el cholo ya puede justificar darle progresivamente más minutos conforme a la gestión que suele llevar del vestuario pero dudo que lo veamos de titular este fin de semana.
El tema de Saul vs Lemar, entendiendo lo que planteas desde el valor de lo que uno y otro aportarían en cuanto a rendimiento, lo compro para partidos grandes donde el Atleti no tenga que llevar la iniciativa. Sin embargo, me da la impresión de que el Cholo está dándole muchos minutos al francés pensando en esos partidos (mayoría) donde al equipo le toca abrir la lata, y en los que la capacidad de recibir de espaldas + giro + conduccion de Lemar mediapunteando me parece muy superior a la de Saul, que donde me parece top es viendo el fútbol de cara y cargando el área.
Por explicarlo de otra forma, en lo uno Lemar me parece muy bueno y de los pocos del Atleti junto con Joao y en ocasiones Correa. En lo otro, Saul es top mundial. O así lo veo yo, vaya...
Mi lectura sobre el encuentro y desde el mismo campo fue que Sarri montó una disposición a la espera, no quiso tener el balón puesto que sabe que una de las virtudes de su rival es el futbol con espacios, de hecho después del 0-2 todo iba sobre lo planeado. nSobre el terreno de juego parecía más que la Juve estaba en disposición de marchar se con algún tanto más en el marcador a la contra. Lo que nadie esperaba es que el Atletico haya recuperado una de sus antiguas virtudes, el balón parado. El primer tiempo fue de un desgaste físico brutal para el Atleti, buen futbol pero ningún daño. La Juve en el segundo aprovechó esto cuando aparecieron esos desajustes. Sarri lo tenía pensado.

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