Marc Cucurella se ha hecho un hueco en Primera División. Y no sólo porque haya destacado en el Eibar y haya logrado dar un salto para jugar en Europa, sino porque sus características y su nivel ya forman parte de la élite; los clubes saben qué tipo de jugador es el catalán, qué necesidades cubre y qué valores potencia. Por eso no es de extrañar que un equipo como el Getafe y un entrenador como Pepe Bordalás se hayan lanzado a por él tras ver cómo se desplegaba por Ipurúa con una serie de jugadas y lectura del juego que fueron importantísimas en el sistema armero. Aunque vizcaíno y alicantino colocan su bloque en alturas muy diferentes, a sus jugadores, cuando el balón está cerca, le piden cosas parecidas.
Cucurella tendrá adaptarse a los pequeños matices de la propuesta del Getafe con respecto a la del Eibar
La gran diferencia que va a encontrar Cucurella en el Coliseum Alfonso Pérez será la distancia que hay entre su carrera al espacio y la portería. Si en la SD Eibar todo se hacía y se hace en campo contrario, ahogando la salida del rival y desorientando las líneas enemigas por pura intensidad y agresividad tras la pérdida, el Getafe defiende y reacciona desde mucho más atrás, necesitando que uno de sus puntas caiga a banda o en apoyo para suplir la falta de efectivos por delante y de metros por recorrer hasta llegar a la meta rival. En ese escenario, Cucurella tendrá que añadir registros a su fútbol, pues todo lo escurridizo y ágil que se vuelve en los últimos 20 metros necesitará de un motor que no tiene y de una protección de balón y toma de decisiones en mayor soledad.
La mayor similitud entre ambos ecosistemas es que tanto Mendilibar como Bordalás cargan mucho juego por fuera y suelen demandar bandas naturales más que a pie cambiado, y por partida doble. Si Mendilibar dobla por fuera con lateral y extremo, Bordalás también tiene por costumbre, con excepciones, reforzar con laterales y extremos o laterales adelantados los dos carriles exteriores. En la derecha casi siempre hay diestros y en la izquierda casi siempre hay zurdos. Lo que suelen pedir ambos entrenadores a sus costados es que estiren antes que junten. Todo con sus matices y con flexibilidad para complementar con otros registros, pero bandas abiertas y explosivas son necesarias en sus ataques.
La gran decisión de esta nueva unión estará en saber si Bordalás piensa en Cucurella como extremo o lateral
Y es aquí donde Bordalás deberá tomar la decisión más importante con respecto al jugador catalán, pues el Getafe pasa mucho tiempo en campo propio, aunque la defensa sea activa, y Cucurella podría encontrar más sentido como lateral izquierdo que como extremo. Marc se habituó, y así fue formado, como lateral izquierdo en el Barcelona, y partiendo desde atrás para salir en corto, conectar paredes y tomar decisiones podría tener más sentido que encargarle de transitar en soledad y con cierta autosuficiencia. De cualquier modo, el fichaje acometido por el Getafe y por Bordalás es precisamente poder responder a las dos preguntas y tener un lateral y un extremo que encaje en la idea de estirar si es extremo o juntar si es lateral dependiendo de lo que necesite el equipo. Un win-win para el ‘EuroGeta’.
gvaa1 31 julio, 2019
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