Argentina jugará los cuartos de final de la Copa América. El cuadro de Leonel Scaloni, que se impuso a Catar en la tercera y última jornada de la fase de grupos, probó para la ocasión con un rombo mucho más coherente con la actitud (y la aptitud) de la selección. Con Messi en el vértice superior de este rombo en el centro del campo, por detrás de Agüero y Lautaro Martínez, Argentina exhibió con este dibujo (4-3-1-2) una relación mucho más natural en fase de posesión que ante Colombia y Paraguay (4-4-2). Un sistema escalonado en el carril central, en el que los interiores debían ir equilibrado -sin la pelota- las recepciones de Messi por delante de Paredes, que le permitió a Argentina progresar -con balón- hacia delante y prevenirse desde arriba -sin él- ante una probable pérdida.
Scaloni dibujó un romo ante Catar: con Messi en la mediapunta
Tanto con la pelota como sin ella Argentina consiguió establecer diferentes situaciones de rentabilidad numérica ante los tres centrales cataríes. De esta forma, cada vez que Messi acudía a recibir cerca de la línea divisoria, la función de Lo Celso y De Paul, los dos interiores, era atacar verticalmente el aclarado que, con Leo en una zona tan retrasada y Agüero y Lautaro en alturas diferentes, fijando a los dos centrales exteriores de Catar, este planteamiento consiguió generar por dentro. Una disposición que, si bien es cierto que le permitió a Argentina contar con 3-4 líneas de pase por delante del esférico, no le posibilitó, en cambio, que sus posesiones fuesen más sólidas en comparación a las dos anteriores jornadas. Sin la posibilidad de descargar el juego hacia fuera, con Messi tan centrado y -en ocasiones- tan sumamente alejado de la corona del área, el encuentro se desarrolló sobre un guion en el que Argentina comprobó de buena tinta que la pelota ‘iba’ tan rápido como ‘venía’.
Lautaro, recibiendo por delante, le dio mucho espacio a Argentina
En este escenario, en el que Argentina se ha acostumbrado a transitar ofensivamente sin colchón ni cinturón de seguridad -táctico-, más allá de la presencia de Paredes en el eje, la calidad técnica de Lautaro Martínez es una bendición para los de Scaloni. Con el Kun Agüero como hombre más adelantado, ocupado de fijar y/o arrastrar la marca del rival, el primer control del delantero del Inter le permite girarse siempre con ventaja a pesar de recibir de espaldas en incontables ocasiones. Dotado de un tren inferior potente en la arrancada, y de una fisonomía que le permite acudir al choque lejos de la portería, el ‘22’ de Argentina lo tiene todo para ser el complemento ofensivo de Messi y Agüero. Un ‘9’ con gol, resolutivo en los metros finales, pero sobre todo con los recursos suficientes para vivir lejos del área y no morir en el intento. Porque consecuencia directa de dicho plan vertical es que, aun habiendo tenido más balón que Colombia, Paraguay y la propia Catar, esta Argentina tiene evidentes dificultades para ‘dominar’ con ocasiones.
Potrerito 24 junio, 2019
Jejeje como loco entré a ver si en Ecos le dedicaban algunas líneas al partido. 100% de acuerdo con todo lo apuntado, particularmente con la coherencia entre la idea, el esquema y los intérpretes elegidos; aún así no termino de entender en éste equipo la tendencia en muchas partes de los partidos a esperar, a retrasar tanto, en parte lo explico desde la falta de trabajo, coordinación, otra parte me parece es meramente psicológica, pero creo que es el principal problema de éste equipo, el no saber cómo, cuándo presionar y recuperar y eso les trae un catarata de problemas; los delanteros (incluido Messi) realizan la primer presión y cuando incluso han logrado ensuciar la salida y hasta obligar a los centrales rivales a voltearse los volantes no acompañan, por lo tanto la presión pierde efecto, a partir de ahí el rival maneja la pelota con tranquilidad, los volantes sólo hacen sombra y los centrales casi por reflejo comienzan a "apechugar" contra el arco propio; es un equipo con poca altura y peso en el área, tiende acompañar sin terminar de morder y sufre mucho los cambios de frente donde termina un extremo con el lateral mano a mano y encima los volantes no cierran las llegadas al área. A partir de ahí el rival crece, Argentina comienza a tener miedo, cuando tiene la pelota teme la pérdida, apura las jugadas, se empieza a quedar estática, pareciera que incluso cuando tiene la pelota en los pies está en pánico porque no saben como van a recuperar cuando la pierdan… Los mejores pasajes más allá de los intérpretes particulares siempre han sido cuando han podido coordinar presión, necesitan sentirse cómodos ante la pérdida de la pelota y creo que ese debe ser el norte a trabajar por Scaloni, para colmo es un equipo con mandíbula frágil, siente los golpes, tiende a perder los papeles rápidamente.
De todas maneras me quedo con ciertas cosas positivas, la Arg. clasificó con ciertas mejoras y con algunas individualidades que no estaban en los libros y sin que Messi realmente llegue a la Copa América, está fino físicamente pero nublado mentalmente: DePaul creo que hizo un partidazo, sobre todo desde lo conceptual, supo cuándo trasladar, cuando "calmar" y horizontalizar, cuándo morder y cuándo encarar. Paredes sufre mucho sin pelota pero cerró también un buen partido, distribuyó bien; LoCelso no enganchó en partido, no sumó, le costó encarar (la cancha estaba horrible) y nunca supo asociarse con Tagliafico para explotar el lado izquierdo, uno entraba y el otro salía, uno no iba por miedo a la vuelta y el otro tampoco lo ayudaba para que no lo estén doblando en las transiciones defensivas, Acuña entendió mucho mejor la posición función; el Kun anda peliado con la pelota, se lo ve enojado, se frustra y se apura, la entrada de Martinez le ayudó mucho a salir de la adrenalina y dejarlo a Lautaro "fajarse" que le gusta.
Pequeña mención aparte para Dybala, lo poco que estuvo en cancha pesó (primera vez que comparte cancha con Messi sin estar pisándose), Paulo comprendió el momento del partido, tuvo aplomo y frescura mental, le aportó en esos minutos algo de lo que más carece la Arg por éstos momentos, calma y simpleza, efectividad situacional si se quiere.
Ahora empiezan otra fase, veremos… yo más que victorias espero que ésta copa sirva para acentuar el recambio, que se empiecen a construir bases para que un futuro a mediano/largo plazo la Argentina puede empezar a aprovechar las mcuhas o pocas expectativas que genera por historia e individualidades.