El Valencia es un equipo copero, y no porque esto invalide su rendimiento en la regularidad. Es una de las lecturas que pueden extraerse de su sistema de juego y los futbolistas de los que dispone. Si se analizan sus rasgos, los más virtuosos y también los más distintivos, el equipo che guarda un equilibrio en defensa posicional, un plus de concentración ‘ad hoc’ para mitigar sus debilidades individuales en la zaga y un contragolpe que en el mejor de los casos, tras robo en campo propio, o en el peor de ellos, generando un ida y vuelta de poco control, goza de amenaza y vértigo para sumar desde lo más emocional en una eliminatoria a 180 minutos. No obstante, aunque los focos se dirijan rápidamente a los nombres propios y las figuras de su sistema, surge un secundario que, ante el Fútbol Club Barcelona, puede ser de gran relevancia y ayuda para Marcelino García Toral.
Para partidos como éste llegó Daniel Wass, un tipo versátil a nivel posicional, que fue fichado precisamente para hacer profunda una plantilla no muy larga, representando un perfil siempre necesario para equipos que pasan tiempo abajo y necesitan de sorpresa arriba. Mirando al futbolista danés se puede comenzar a comprender cómo intentará defender Marcelino las rupturas de Jordi Alba y de qué manera querrá complementar el contragolpe de Rodrigo, el ‘9’ y Guedes. En el primer caso, Wass ha adquirido costumbre por ocupar la banda derecha predestinada a Carlos Soler. Esa opción dota de un plus de intensidad y continuidad defensiva a una zona en la que Piccini podría necesitar auxilio ante el lateral culé.
Wass suma en la defensa sobre Alba y en su incorporación al área
Acompañar esa subida, si el Barça se asienta, como un quinto defensor, es una fórmula que se ha visto con cierta repetición en liga española, y Wass encaja como ningún otro miembro de la plantilla en ese rol. Incluso como lateral, donde ha jugado en múltiples ocasiones, Marcelino podría alinearlo directamente con Coutinho y Alba y colocar a Soler por delante para sumar disparo y juego interior con el canterano. La opción del Wass centrocampista es que su papel en el sistema no se circunscriba a tirar de pulmón y concentración para frenar todas las progresiones del rival.
Su sensibilidad para llegar al área, aunque carezca de motor para hacerlo con el balón al pie, aparece como un matiz muy necesario para ocupar zonas desguarnecidas en la transición defensiva blaugrana o en la llegada desde atrás cuando el Valencia gane posiciones en la zona de Guedes y Gayà. Piqué y Lenglet, verdaderos pilares defensivos en la defensa del área ante centro lateral, fijarán las zonas más importantes, por lo que la segunda línea valencianista, y ahí Wass detecta bien la zona que cargar, será especialmente necesaria en la producción de ocasiones.
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