El Ajax de Erik ten Hag continúa con su extraordinaria fábula. Dice la Real Academia que este breve relato ficticio, que bien podría estar representado por un torneo como la Champions, en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados, puede estar escrito en prosa o en verso. Y lo cierto es que la historia de los de Ámsterdam en esta Copa de Europa tiene un poco de cada cosa. Anoche, sin ir más lejos, su actuación en el nuevo White Hart Lane tuvo tramos que sí podrían estar sujetos a un ritmo y a una medida muy concretas (verso), una vez asentó su dominio después del buen arranque -y final- del Totenham en la primera parte; y otros, en cambio, que no estuvieron precisamente marcados por una cadencia y una longitud ya establecidas. Con un De Jong inspiradísimo con el balón en los pies, un Van de Beek que volvió a hacer muy bien aquello en lo que es un auténtico especialista -complementar los movimientos del resto de sus compañeros y aparecer por sorpresa cuando en realidad todo el mundo le está esperando- y un Ziyech especialmente hiperactivo -con la pelota y sin ella- para darle multitud de soluciones a los suyos en campo contrario, el Ajax se marchó de Londres con una ventaja valiosísima y la convicción de que sigue siendo el dueño de su propio cuento.
De Jong volvió a comandar el primer pase del Ajax, y lo hizo con un 86% de acierto
Sin Kane, ni Winks (lesión) ni Son (sanción), Mauricio Pochettino apostó desde el inicio por un 5-3-2 con Wanyama como único pivote en el centro del campo, acompañado por Eriksen y Dele Alli desde los interiores. A través de este dibujo, completado por Llorente y Lucas como doble punta, el Tottenham quiso llevar la iniciativa durante los primeros compases. Sin embargo, una vez el Ajax encontró su lugar -con y sin balón- sobre el campo, esa proactividad se convirtió en oposición a partir de un repliegue que quedó a merced de la impetuosa voluntad de los chicos de Ten Hag. Haciendo retroceder a De Jong hasta la altura de los dos centrales -De Ligt y Blind-, pero con la condición de mantenerlo alejado de la primera línea de presión rival, el Ajax consiguió establecer así una primera superioridad numérica tan beneficiosa como necesaria para su propuesta. Con el ‘21’ muy abajo, ejecutando un rol ciertamente parecido al de Kroos tiempo atrás, situándose como teórico lateral izquierdo en la fase de salida, el cuadro de Ámsterdam consiguió dividir los esfuerzos de los dos delanteros del Tottenham, al tiempo que, con los dos laterales bien abiertos -fijando la posición de los dos carrileros-, y los interiores escalonados -Van de Beek mucho más adelantado que Schone, uno desde la derecha y el otro por izquierda-, se aseguraba de progresar de manera vertical con los tres carriles correctamente activados.
Fue en ese tramo del partido, superado el minuto 10 y hasta el cambio de Vertonghen, en el que más y mejor realizado se sintió el Ajax. Progresando -como decíamos- siempre hacia delante, buscando la opción del compañero libre para que este, con el balón en su poder, le diese el tiempo necesario a cada acción para que el espacio ocupado fuese el correcto, el cuadro ‘ajacied’ desplegó toda su metodología ofensiva en la primera mitad. Consiguiendo que Schone recibiera bastante cómodo, buscando atacar la espalda del interior derecho del Tottenham -Dele Alli-, y que Van de Beek fuese compensando las diferentes -y continuas- diagonales de Neres, Ziyech y Tadic, para después aparecer en zona de remate, el Ajax consiguió de este modo que el guion del choque le perteneciese. Algo que logró, por entrar en más detalles, castigando los lados de Wanyama -por detrás de Eriksen y Dele Alli-, y manteniendo estáticas las posiciones de Trippier y Rose, los dos carrileros, con la labor de sus dos laterales, para que el escenario le otorgase una nueva superioridad numérica frente a los tres centrales del Tottenham (Alderweireld-Neres, Davinson-Tadic, Vertonghen-Ziyech), sumando a Van de Beek en la segunda línea.
Con la salida de Vertonghen, Pochettino apostó por un 4-2-2-2 con Erisen y Dele Alli por dentro
Pero el encuentro cambió por completo tras la lesión de Vertonghen. Si antes de esto Pochettino ya había cambiado el dibujo a un 4-4-2, conformando un doble pivote con Rose y Wanyama, y abriendo la posición del defensor belga hasta el lateral izquierdo, el tiempo que el partido estuvo parado y la dirección de campo del argentino fueron claves para revertir la dinámica establecida. Podría decirse que del 4-4-2, el Tottenham cambió a un 4-2-2-2 en el que Rose volvió a actuar como lateral, Sissoko fue quien acompañó a Wanyama y el posicionamiento de Eriksen y Dele Alli, que por momentos había sido muy abierto, se estrechó con un doble fin: entorpecer la salida interior del Ajax y establecer un primer apoyo por delante de los dos delanteros. Una decisión que, escudada por los envíos largos sobre Llorente, que no por casualidad quiso actuar todo el tiempo sobre el perfil izquierdo de la defensa rival -Blind y Tagliafico-, y los desmarques de apoyo que Lucas Moura fue imponiendo lejos de la portería de Onana, le proporcionó al Tottenham una serie de recursos para asentarse por encima de la línea divisoria. Sobre todo en la segunda mitad. Aunque no los suficientes -no por calidad en la interpretación desde la banda, precisamente- para cambiarle el signo a un partido en el que el Ajax, mitad en prosa mitad en verso, más lírico -por ahora- que épico o dramático, volvió a dejar claro que su estilo, más cuando se trata de la ‘Orejona’, es el de los románticos clásicos; los defensores de la libertad creadora.
Hagen 1 mayo, 2019
Los primeros 30 minutos del Ajax fueron parecidos al segundo tiempo del partido con Juventus en Turin: pases rápidos, intercambio de posiciones entre los jugadores de ataque del Ajax que hacían confundir a los defensas del Totenham. Me gustò De Jong: pases con claridad, gran despliegue físico para detener los esporádicos ataques de los Spurs y Van de Beek: sentido de ubicación en las jugadas y buena toma de decisiones. Pero la lesión de Vertonghen y la entrada de Sissoko lo beneficiò al Totenham al dejar Eriksen de asumir tareas defensivas y ayudar en la creación de jugadas y también porque el Totenham empezó a imponer un juego mas físico que hacia que el Ajax perdiera balones de forma rápida y lo ubicaban mas cerca del area de Onana. De ahi que Moura empezara a poner peligro con su regate y velocidad al área del equipo holandes y también cuando los balones aéreos le llegaban a LLorente, el Ajax empezara a tener problemas en controlar al delantero español y le hacia crear opciones de gol al equipo ingles. Totenham no marcò gol porque en el área de gol tomaban malas decisiones y en las pocas jugadas de peligro DeLight y Blind las pudieron controlar con solvencia.
Todavia sigo viendo esta llave muy abierta.El ajax juega mejor de visitante que de local.tiene que evitar los incursiones de Son ( que es el hombre clave de Totenham a día de hoy), ademas de ser mas efectivo de cara al gol, porque he visto ese defecto del Ajax: no define los partidos y da lugar a que el rival se crezca y se vuelva mas peligroso. El Totenham ha demostrado en los dos partidos de visita ( Con Dortmund y el City) que es un equipo que aprovecha muy bien los espacios que permite el rival y asi ha definido dichas llaves.