El primer Carles Aleñá

La figura del interior en el Fútbol Club Barcelona ha recobrado un sentido familiar y reconocible con la llegada de Arthur Melo, asentado definitivamente en el costado izquierdo del 4-3-3 culé. Para más detalle, el futbolista brasileño ha recuperado para el Camp Nou el añorado interior de posesión, lo que de alguna manera ha dejado una vacante para el interior derecho por el que han ido pasando hasta cuatro candidatos: Ivan Rakitic, Arturo Vidal, Sergi Roberto y Carles Aleñá, cuatro futbolistas completamente diferentes que además comparten sector con Leo Messi, alfa y omega de todo proyecto barcelonista. Es el último caso, el de Aleñá, el que puede representar mayor novedad desde lo individual, pues sus características no son compartidas con ninguno de los otros tres.

Los toques y acciones de Aleñá encajan con la figura de Arthur

El canterano culé formará parte en el futuro de diferentes proyectos, plantillas, sistemas y entrenadores, pero sus cualidades de base, a la espera de adquirir registros diferentes, tienen un valor común y propio que le hace interpretar la posición de manera muy diferente. Aunque su fútbol está capacitado para aportar continuidad y volumen de pases, su rasgo más identificativo tiene que ver con la agresividad. Aleñá es un jugador que sabe girar viniendo de espaldas, sus pases son tensos y sus primeros pasos dotan a la jugada de frescura e improvisación que sólo el tiempo, la experiencia y la confianza convertirán en una virtud de primer nivel.

Desde que Luis Enrique devolvió a Messi al extremo diestro como punto de partida, al interior derecho se le ha pedido una lectura continua del espacio dejado por el argentino y la zona a activar tras recibir la pelota. Su tarea, como la de el lateral que acompaña es ocupar, con equidistancia, sin pisar, y en tiempo correcto, el espacio que permita compensar ese movimiento sin que el sistema se venga abajo. No es sencillo, pues el sector queda algo desguarnecido de efectivos y profundizar por la derecha es complejo. De cualquier modo, el interior derecho, a diferencia del izquierdo, ha asumido una responsabilidad sobre el eje vertical. Su misión y el trazo de sus movimientos tiene bastante relación con movimientos directos.

El sector de Messi ha llevado al interior derecho a verticalizar su posición o compensar al argentino

A modo de aproximación, el primer Carles Aleñá le da un toque diferente a la posición. Seguramente cohibido por las jerarquías que le rodean, y no siendo el interior que Valverde llama cuando quiere máximo control con la pelota, la conducción, dinamismo y finura del jugador cuando recibe el balón aparezcan como una solución interesante en el momento más bajo de Messi en la temporada. Más allá del resultado del pasado miércoles ante el Real Madrid, la circulación del Barça careció de regate y de cambio de ritmo, Dembélé a un lado, lo que podría hacer pensar que el de Mataró pueda hacer daño desde el inicio o empezado el encuentro, sea quien sea el oponente.