Dos datos de la presente temporada, puestos uno junto al otro, definen de forma clara el margen de mejora que le queda en este momento al proyecto del Real Betis para dar ese salto de calidad que le permita terminar de asentarse en la élite del fútbol español. El equipo verdiblanco, a pesar de ser el conjunto de la primera división que más posesión de balón promedia por encuentro, con un 63,2%, sólo es capaz de ser el decimotercero en disparos realizados a portería, con 242.
No cabe duda de que el modelo de juego que Quique Setién ha desarrollado en el Benito Villamarín tiene como pilar fundamental el control a través de la conservación del balón, lo que provoca que se busque reducir el riesgo a la hora de tomar decisiones: si no hay opción de profundidad clara cuando la defensa ya ha ganado muchos metros, es preferible repetir pases atrás hasta encontrar el espacio.
El Betis ejerce un gran control en sus encuentros a partir de una posesión defensiva
Obviamente hay que tener este detalle en cuenta de cara a valorar el número de remates sobre la portería rival, porque también influye en que el equipo sea el octavo de la Liga española que menos recibe, pero es cierto que la sensación general es que el equipo no termina de completar los escenarios de control generados con remates limpios a portería, y haber buscado en el mercado de invierno reforzar su delantera no resulta en absoluto sorprendente.
Es cierto que el perfil de los jugadores elegidos –Jesé Rodríguez y Diego Lainez- quizás sí ha llamado la atención porque no son nueves que ejecuten acciones que, en principio, el ataque posicional del Betis agradecería: juego de espaldas en la frontal del área para activar de forma más sencilla al tremendo arsenal de centrocampistas con el que cuenta Setién, y capacidad de remate en el área para aprovechar la profundidad y posterior centro que aportan los carrileros, la solución más repetida por el equipo andaluz cuando decide ganar metros en el último tercio.
El Betis ha reforzado su delantera en el mercado de invierno, pero no lo ha hecho con algún nueve puro
Yendo esto por delante, que obviamente representa un matiz importante que está por ver cómo resuelve su entrenador, que confía en ese sentido en un Loren que, aún quedándose corto a la hora de participar en las circulaciones, sí es capaz de mostrar predisposición para ejecutar esas dos jugadas, lo cierto es que tanto Lainez como Jesé pueden abrir caminos a que se produzcan remates limpios, tanto si son ellos los que los ejecutan como si han de encargarse Canales o Lo Celso.
El mexicano representa un perfil diferente en el ataque posicional: recibir en el pico del área para servir como acelerador. Ese rol lo ha asumido de forma puntual Canales, más por su tremendo momento desde lo físico que porque tácticamente se buscase activarle en ese espacio, ya que Setién le ha querido siempre tocando la pelota más atrás, pero Lainez tiene una diagonal interior y un cambio de ritmo que puede generar espacios cuando el rival repliega, tanto para acabar él golpeando de zurda, como para que el carrilero derecho llegue con más espacio para centrar.
El Betis ha dejado salir a Sanabria, así que el único perfil que puede jugar con cierta regularidad de espaldas a portería rival, sin ser un gran especialista, es Loren Morón
El caso de Jesé es diferente pero realmente apasionante. La principal duda con respecto al canterano madridista tiene que ver con lo individual: su ritmo, sus sensaciones en lo físico y su activación personal. Si estas tres cuestiones alcanzan un nivel aceptable, el canario parece un perfil óptimo para rendir como delantero en el plan de juego bético.
Jesé es capaz de devolver la pelota con acierto en espacio reducido, puede caer a ambas bandas para activar a cualquiera de los dos carrileros, y además suma una capacidad de ruptura corta que puede ser clave tanto para hacer movimientos verticales y acabar mano a mano con el portero, como para finalizar en el área chica los posibles envíos después de que los hombres de banda ganen línea de fondo. Habrá que esperar para conocer ese nivel de activación, y también qué predisposición tiene Setién de cara a perder una boya que juegue de espaldas en la corona del área, una acción importante cuando el Betis asienta la pelota arriba, pero el Villamarín parece una buena plaza para que recupere sensaciones.
David de la Peña 7 febrero, 2019
¿Apostará Setién por jugar sin la figura de un nueve más clásico? Yo tengo mis dudas porque creo que el equipo necesita jugadas que ejecute un perfil más especialista, pero un Jesé enchufado me encaja perfecto en este Betis.