Como competición de competiciones, la Champions League no intima demasiado con las sentencias de antemano cuando chocan dos gigantes europeos. Conocidos y explicados los motivos que hacen del Liverpool favorito en su duelo de octavos de final ante el Bayern Munich, como lo era el Real Madrid ante el mismo conjunto bávaro en la pasada edición, el primer envite de estos 180 minutos se saldó con dos partes bien diferenciadas, y cuyo orden de aparición, terminando con el Bayern sujetando y sobreviviendo con entereza, lleva la eliminatoria al Allianz Arena con todo igualado y con el conjunto bávaro, inferior cromo a cromo, ganando crédito. Aunque se fue de Anfield sin tirar a puerta, los de Kovac se marcharon a Munich sin excesivas magulladuras y con la enésima prueba de que conocen como pocos la competición.
El Liverpool arrancó dominando; Firmino estuvo brillante
El encuentro arrancó y progresó hasta el descanso con lo más esperado. El ritmo de juego impuesto por el conjunto inglés marcó evidentes diferencias. Si bien no fue una obra coral ni inmaculada, tampoco constante, sí fue suficiente para advertir que el tridente de Klopp es un torrente de agua que no puedes controlar ni sujetar. El técnico alemán ubicó, como se esperaba, a Fabinho junto a Matip, y recurrió a la conexión entre Firmino y Salah, juntándolos, para inclinar el campo y acelerar el juego sin opción a que se detuviera. Con su habitual manera de posicionarse para recibir, de espaldas y pivotando, el egipcio fue el socio de un Firmino que se frotó las manos ante la lentitud gestual de sus marcas: Javi Martínez y Mats Hummels. El brasileño agredió con cada una de sus recepciones, capitaneando la ofensiva ‘red’, superior pero no arrolladora.
Kovac entendió que sus opciones de que el choque no se precipitara en un ritmo agotador pasaban por controlar, bien desde el balón, con James junto a Thiago para sumar un pase horizontal o hacia atrás para restar iniciativa defensiva en la recuperación tras pérdida del Liverpool, para después acelerar por fuera, o bien desde el control posicional del último tercio del campo. En la primera mitad no pudo activar ninguna de las dos, sobre todo porque le fue difícil interpretar y decidir a qué altura debía defender su mediocampo. Y a los bávaros, visto la primera mitad, no les quedó más remedio que exagerar su plan y extremar precauciones. Si el espacio entre Neuer y sus centrales iba a ser el menor posible, el espacio entre los centrales y el pivote tenía que ser del mismo tamaño.
Lo que ocurrió en la segunda mitad es que el Liverpool, sin botín aún, se frenó incomprensiblemente. Mantuvo la iniciativa con la pelota y no encontró demasiadas dificultades en su transición defensiva, pero su circulación de balón bajo muchísimos amperios. Firmino pasó a tocar muchos menos balones al no encontrar espacios intermedios entre líneas alemanas, expulsado hacia zona de interiores, donde su sorpresa se desvanecía, mientras se exponían las dificultades que encuentra el líder de la Premier League para sumar creatividad en sus centrocampistas cuando el ritmo baja dos marchas.
Hummels y Javi Martínez ajustaron muy bien su defensa en la segunda mitad
En esas, el Bayern sumó mucha competitividad. Todo lo que cedía en metros para defender muy abajo, no lo permitía en la frontal, en un ejercicio de compromiso y timing defensivo que debe constar como realmente meritorio. Los superados Hummels, Süle y Martínez en la primera mitad, fueron pilares en la defensa del último pase y en la diagonal de cada ‘red’, llevándose un empate que por sensaciones y últimos minutos, refuerza su autoestima de cara a una vuelta en la que el Liverpool seguirá teniendo la capacidad de intimidar desde el ritmo.
Martín Seijas 20 febrero, 2019
Tampoco es que haya visto todos los partidos del Bayern esta temporada, pero el Hummels que vi ayer me pareció de largo el mejor que he visto en mucho tiempo, muy cómodo jugando cerca de área propia y sin tener que correr hacia atrás, y Javi Martínez y Sule más de lo mismo. He vsito bastantes críticas al Bayern por "renunciar" a la victoria, pero la gente tiene que entender que a día de hoy, por mucha historia que tenga, es un equipo muy inferior al Liverpool, ellos tenían que hacer su partido, y lo hicieron.
Ojo con la vuelta, que hay dos factores muy importantes. Primero, que vuelve Van Dijk , que le va a dar un salto de calidad al Liverpool, y luego, la sanción de Kimmich, que se lo va a quitar al Bayern.